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Uribe es el padrino político de Duque, fue su candidato a la presidencia y salió victorioso.

POLÍTICA

"Estamos seguros que su honorabilidad e inocencia prevalecerán": Duque sobre Uribe

Ahora que Álvaro Uribe fue vinculado al proceso por falsos testigos y será citado a indagatoria, Duque tiene una ecuación difícil de resolver porque actúa como presidente y pesa sobre sus hombros la institucionalidad.

24 de julio de 2018

El día en el que el presidente Iván Duque tendría que demostrar cuán independiente es de su padrino político le llegó antes de lo esperado. Ni siquiera se ha posesionado y ya tuvo que plantar posición sobre la indagatoria a la que fue citado el expresidente Álvaro Uribe por la Corte Suprema. El caso de falsos testigos que le ha complicado la vida a Uribe ahora también le puede sacar canas a Duque.

A lo largo de su campaña y después de su victoria, Duque ha hecho un gran esfuerzo por decir que Uribe y él son dos personas diferentes y que actuarán como tal. Este escenario se había planteado hipotéticamente, sobre todo cuando la Corte Suprema le abrió investigación a Uribe por presunta manipulación de testigos contra el senador Iván Cepeda. Esto sucedió en abril de este año, antes de la primera vuelta presidencial y cuando se sentía con mucha fuerza la idea de que Uribe iba a gobernar en cuerpo ajeno.

En contexto: ¿Cómo Uribe pasó de ser acusador a investigado?

Fue el mismo Uribe quien salió a decir que Duque nunca utilizaría su cargo como jefe de Estado para favorecerlo en un proceso judicial, y que por tanto los colombianos podrían estar tranquilos del total respeto a la justicia de Duque y de su independencia. "Iván Duque, respetuoso de la independencia de la justicia, nunca intervendrá para que me favorezca": escribió Uribe en su cuenta de Twitter.

Cuando era candidato, Duque dijo que creía en la inocencia de su mentor político y que contra él se estaba cometiendo una injusticia. “Yo soy una persona que está convencida de la honorabilidad de Álvaro Uribe", dijo en entrevista con Yolanda Ruiz en RCN Radio en marzo.

Pero ahora, Duque habla como presidente de Colombia. Ser coherente con su discurso implica ser respetuoso de la institucionalidad y por tanto ceñirse a lo que diga la justicia. Además, porque este fue un punto especialmente sensible en su campaña, su idea de una corte única fue asumida por sus críticos como una forma de acabar la Corte Suprema y así favorecer a Uribe. Pero en definitiva, el costo político de iniciar su gobierno enganchándose en una pelea política con la corte es muy alto.

En su declaración sobre la el proceso contra Uribe, Duque metió las manos al fuego por Uribe. Si bien dijo que son respetuosos de la Constitución y sus instituciones, también dijo que está seguro "que su honorabilidad e inocencia prevalecerán".

Pidió que el expresidente cuente -como todos los colombianos- con todas las garantías para defenderse "gozando de su presunción de inocencia en el marco del debido proceso". Además, le expresó su solidaridad a él y a su familia.

"Sería insensato que el presidente desconozca las decisiones de la corte. No creo que pueda desvirtuarla. La otra carta la debe jugar Marta Lucía Ramírez, que ha sido bastante clara en entrevistas en las que dice que ella cree en su inocencia, pero que la institucionalidad hay que reconocerla", aseguró la analista Elisabeth Ungar en Semana en Vivo. 

Pero toda esta situación también puede ser una bocanada de aire para Duque. Con Uribe fuera del Senado será más difícil que se le acuse de manejar el Ejecutivo y el Legislativo, entre otras porque con el expresidente fuera del Capitolio la bancada de gobierno pierde su líder más importante.

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No manifestar públicamente su apoyo a Uribe hubiera levantado callos en el uribismo. Incluso, podría ser visto como un acto de traición, y Duque pasaría a ser el Santos de la ecuación. Una posición que le podría traer muchos problemas de entrada, porque perdería su principal respaldo.