NACIÓN
La sorpresiva afirmación de Sigifredo contra el general Alzate
El exdiputado, quien fue secuestrado por las FARC, tilda de “imprudente” la actuación del general.
Desde el pasado domingo, cuando se conoció la noticia del secuestro del general Rubén Darío Alzate y de dos acompañantes suyos, las reacciones de todos los sectores han coincidido en responsabilizar a la guerrilla de las FARC y a exigirles su pronta liberación.
Es cierto. Las circunstancias que generaron el secuestro aún generan muchas dudas: el general Alzate llegó sin escolta, vestido de civil, sin armamento, sin protección, sin cumplir los protocolos de seguridad para un oficial de su rango, a una zona donde hay alta presencia guerrillera, Las Mercedes, en Chocó, donde actúa el frente 34 de las FARC.
Pero más allá de buscar entre las posibles causas del secuestro, lo que sí ha unido a sectores opuestos, como el uribismo, el Polo y la Unidad Nacional, fue la exigencia de la liberación.
Y más aún, los países facilitadores en el proceso, Noruega y Cuba, no se han detenido en las causas del secuestro, ni mucho menos la comunidad internacional. Todos se han ocupado de poner de su parte para facilitar que el Gobierno y la guerrilla de las FARC acuerden la liberación del general Alzate, de la abogada y del cabo que lo acompañaba, así como de los otros soldados secuestrados, y que se levante la suspensión del proceso de paz.
Por eso sorprende que una persona como Sigifredo López, exdiputado del Valle y quien padeció más de siete años el secuestro por parte de las FARC, sea quien cuestione al general Alzate por su actuación.
En diálogo con Semana.com, López dijo que el general Alzate “dio papaya”, y lo responsabilizó de la crisis del actual proceso de paz.
“Además del dolor que se le ha causado a una familia por este secuestro, reprochable desde todo punto de vista, el general dio papaya. ¿Cómo es posible que un general con 35 años en las filas que fue director del Gaula, que ayudó a diseñar los protocolos de seguridad, se vaya prácticamente a dar esa papaya en las condiciones en que lo hizo, indefenso en una zona infestada de enemigos?”, pregunta.
El exdiputado agrega que es “supremamente extraña” la presencia del general en la zona en condiciones de vulnerabilidad, pero advierte que lo peor son las consecuencias que trajo para el proceso de paz. “Estamos en crisis por esa imprudencia del general Alzate”.
No es la primera vez que a algunos secuestrados de las FARC, a pesar de la tortura que significa el cautiverio, se les responsabilice de su propio secuestro.
Íngrid Betancourt y Clara Rojas ya lo han padecido. Hasta el gobierno de turno cuestionó el hecho de que se hubieran metido en San Vicente del Caguán en el 2002, luego de que se levantara la zona de despeje donde se adelantaron los diálogos entre el gobierno de Andrés Pastrana y las FARC.
Más recientemente, en mayo del 2012, se criticó al periodista francés Romeo Langlois, quien acompañó al Ejército en un operativo contra la guerrilla en las selvas de Caquetá. El periodista incluso tenía casco y prendas militares. Su presencia en ese operativo fue polémica y no faltó quien lo cuestionara por haberse metido a la ‘boca del lobo’.
O el caso del exmarine Kevin Scout, secuestrado en junio del 2013, quien se encontraba en el país de caminante por la peligrosa zona donde se realizó la Operación Jaque. Una zona que pocos se atreverían a cruzar. Pero el espíritu aventurero de este norteamericano también lo llevó a los dominios de las FARC. Estuvo secuestrado cuatro meses.