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Imagen de los uniformados de la Policía en sus declaraciones a la prensa. | Foto: Tomada de televisión.

LIBERACIONES

"Lo más difícil del cautiverio fueron los bombardeos": liberados

En una rueda de prensa en la que el subdirector de la Policía, general José León Riaño, dio la bienvenida a los últimos seis uniformados de esta institución que permanecían en cautiverio, los liberados se refirieron a lo duro de la vida en la selva. Los bombardeos de la fuerza pública, según dijeron, hacían todo más difícil.

3 de abril de 2012

Como héroes fueron recibidos los seis últimos miembros de la Policía que permanecían secuestrados en manos de las FARC y que fueron liberados por la misma guerrilla en la tarde del lunes.
 
Después de que el subdirector de la institución, general José León Riaño, les dio la bienvenida y les dijo que sería un honor que se mantuvieran como miembros de la Policía, los sargentos César Augusto Lasso Monsalve y Jorge Libardo Forero, así como los intendentes Jorge Humberto Romero Romero, Wilson Rojas Medina, Jorge Trujillo Solarte y Carlos José Duarte relataron algunos capítulos de lo que vivieron en la selva y lo que significa volver a la libertad.
 
Forero le agradeció a Dios y a los familiares de todos. Según él, sin ellos no hubiera sido posible sobrevivir y luchar día a día por la libertad. El sargento también relató cómo fue la fuga a la que se arriesgó con su compañero de cautiverio Jorge Trujillo Solarte.
 
"Tenía miedo de decirle que nos fugáramos, pero lo hicimos aprovechando que había una salida que no tenía guardia, la salida era muy peligrosa (...) logramos hacer una brújula con una aguja y más adelante una luciérnaga nos sirvió de luz, de guía", contó.
 
Dijo además que durante el tiempo que permanecieron en la fuga, se alimentaron de galletas y arepas que habían guardado con anterioridad y de algunos pescados y animales que encontraron en el camino. El intento por buscar la libertad terminó en un encuentro cara a cara de nuevo con los guerrilleros, que los amenazaron con fusilarlos.
 
"Nos cogieron, nos quitaron la ropa, creímos que nos iban a fusilar", contó Forero.
 
Por su parte, el intendente Romero fue enfático en decir que a pesar de las dificultades lo más importante después de tantos años de cautiverio es que están "vivos, libres y en paz".
 
"No sabemos nada de Peña Bonilla"
 
Preguntados sobre la suerte del intendente de la policía, Luis Eduardo Peña Bonilla, de quien no se conoce el paradero ni pruebas de supervivencia, el sargento César Augusto Lasso respondió que no tenía información, aunque ambos fueron plagiados en la toma de Mítú el 1 de noviembre de 1998.
 
"No tenemos ninguna información sobre la que podamos dar certeza", aseguró aunque recordó que "en diciembre del 2001 nos separaron el grupo en que estábamos (con Peña). Días después se acabó la zona de distensión. Y se hizo más difícil saber de la existencia de él".
 
Desde que se anunciaron las liberaciones a finales de diciembre de 2001, la madre de Peña Bonilla, Leonor Bonilla, pidió a Colombianos y colombianas por la Paz que le trajeran noticias de la suerte de su hijo.
 
Sin embargo, tras la 'Operación Jaque' en 2008, varios de los rescatados revelaron que hubo un trágico final pues según ellos las penurias del cautiverio y el maltrato de los secuestradores, enloquecieron a Peña, razón por la que fue fusilado. Sin embargo, las FARC no han confirmado ni negado este hecho.
 
"Es insólito sentir el asedio de la tropa"

Aunque cada uno de los liberados recordó los instantes más duros del cautiverio, la mayoría coincidió en que los bombardeos de la fuerza pública convertían cualquier momento, en el más difícil. Sobre ese punto, el intendente Duarte dijo que siempre fue paradójico e insólito "sentir el asedio de la tropa cuando uno pertenece a las instituciones (...) tener que huir es demasiado duro", concluyó.