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Juan Carlos Díaz, sargento destituido

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¿Por qué sacaron del Ejército al sargento que denunció violación de niña embera?

El general Zapateiro uso la facultad discrecional para decidir el retiro del suboficial Juan Carlos Díaz, comandante del pelotón Buitre II.

3 de julio de 2020

A pesar del rápido actuar del sargento viceprimero Juan Carlos Díaz para denunciar ante las autoridades competentes la violación de una niña indígena embera del resguardo Dokabu en Pueblo Rico, Risaralda, el suboficial fue separado del cargo.

El general Eduardo Enrique Zapateiro, comandante del Ejército, explicó los motivos que lo llevaron a tomar esta decisión. 

"Frente al retiro por facultad discrecional del hoy sargento viceprimero de la reserva activa Juan Carlos Díaz, esta decisión hace parte de las medidas administrativas adoptadas con el personal que se desempeñaba como comandantes de quienes están involucrados en el doloroso caso ocurrido contra la menor indígena en Risaralda, pues -aunque no participaron directamente en el hecho- sí tenían la responsabilidad del mando y control de estos soldados. En este sentido los otros dos suboficiales también han sido retirados", dijo el general Zapateiro. 

El alto oficial aclaró que, aunque Díaz denunció a tiempo el hecho ante la Policía de Infancia y Adolescencia de Pueblo Rico, esto no lo exime de su responsabilidad por no prevenir que el caso ocurriera. 

El domingo 21 de junio pasado, la niña indígena, de 12 años, fue interceptada por los siete soldados regulares en cercanía de la vereda Piedras. Se la llevaron aún más lejos, a un lugar donde decidieron doblegarla violentamente. Le arrancaron la ropa y, uno a uno, la violaron. La tendieron en el piso, le taparon la boca para ahogar sus gritos, la sometieron a la fuerza y, en medio de un delirio brutal, arruinaron su vida. Solo un soldado se abstuvo de violarla, pero tampoco se opuso. Solo observó.

Vea el video de la historia del crimen 

La menor estuvo retenida por quince horas, según el relato de sus familiares y de la guardia indígena que participó en la búsqueda.  Su familia la encontró en shock, llorando junto a una quebrada. La llevaron a la casa y, tras calmarla un poco, empezó a relatar cómo la había violado un grupo de soldados del Ejército.

"El mando y control significa que, por su cargo, los comandantes deben estar al frente de los procedimientos operacionales y de los hombres puestos bajo su mando. La disciplina táctica debe acatarse y hacerse cumplir. Y si los comandantes cumplen con lo anterior, no habría ocurrido nada de lo que hoy nos tiene indignados a los colombianos", agregó el general Zapateiro. 

En entrevista exclusiva con SEMANA, el suboficial Díaz relató el proceso que siguió para individualizar a los soldados Luis Fernando Mangareth Hernández, Deyson Andrés Isaza Zapata, Óscar Eduardo Gil Alzate, Juan David Guaidi Ruiz, José Luis Holguín Pérez, Yair Steven González y Juan Camilo Morales Poveda, todos entre los 18 y 21 años, culpables de este reprochable delito. 

 “Yo tenía 29 soldados bajo mi mando. Y en ese momento no logro saber quién fue. El día 23 de junio llegamos al batallón San Mateo, y formo al personal, vuelvo y les pregunto e invito a los responsables a dar un paso al frente, porque lo que había pasado era muy grave”, argumentó el sargento Díaz.

No obstante, el general Zapateiro dijo que la actuación del suboficial fue negligente y no cumplió con las normas mínimas de liderazgo militar. "No influyó lo necesario en sus hombres para que estos no se apartaran del código de honor del soldado", puntualizó. 

"La despreocupación y la probada negligencia del suboficial, y el incumplimiento de las mínimas normas tácticas que nos enseña la doctrina militar, generó un vacío de liderazgo para que esos hombres cometieran delitos y se apartaran de los postulados de patria, honor y lealtad", concluyó el alto oficial. 

Por su parte, los siete soldados regulares involucrados en este hecho aceptaron el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años impuesto por la Fiscalía y están a la espera del juicio para conocer la penaque les impondrán.