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| Foto: AP

JUDICIAL

Nuevos casos de descuartizamiento en Buenaventura

Las autoridades hallaron los cuerpos de varias personas que habían sido reportadas como desaparecidas en el puerto.

29 de enero de 2015

Este jueves la Defensoría del Pueblo reportó nuevos casos de descuartizamiento de personas en el puerto Buenaventura, que las autoridades atribuyen a ajustes de cuentas entre bandas de narcotraficantes. Se trataría de nuevos hechos que reafirman los graves problemas de orden público de esta región del país.

Según Jorge Armando Otálora, defensor del Pueblo, entre los últimos días de diciembre y lo que va corrido de enero las autoridades hallaron los cuerpos descuartizados de varias personas que habían sido reportadas como desaparecidas en Buenaventura.

"Ayer fueron encontradas dos fosas comunes con cuatro cuerpos con señales de desmembramiento", explicó Otálora en entrevista telefónica con The Associated Press. En el último mes, agregó, se habría producido el desmembramiento de unos cinco cuerpos, pero serán las autoridades forenses las que establezcan los hechos.

El funcionario insistió una vez más en que el Gobierno debe poner de nuevo sus ojos en Buenaventura, como lo hizo el año pasado cuando en febrero y marzo Human Rights Watch, la Iglesia Católica y la propia Defensoría del Pueblo denunciaron la existencia de "casas de pique" o de descuartizamiento en el mencionado puerto, ubicado a 350 kilómetros al suroeste de Bogotá.

"Estos episodios pusieron al descubierto el regreso de las tristemente célebres 'casas de pique' y la aplicación de métodos salvajes como la electrocución para agredir a quienes son declarados objetivo militar" por parte de los delincuentes, indicó la Defensoría en un comunicado.

Según el defensor, se trataría de grupos armados ilegales o bandas criminales dedicadas a actividades como los asesinatos a sueldo y el narcotráfico.

Indicó que el año pasado fueron capturados al menos 220 integrantes de esas bandas criminales, que surgieron hace unos 10 años tras la desmovilización de los grupos de autodefensa o paramilitares.

Sobre el porqué de la práctica del desmembramiento de sus víctimas, Otálora opinó que "es parar sembrar el terror y la intimidación" entre los habitantes de Buenaventura.

Según las autoridades, la violencia en la ciudad se origina en una guerra a muerte por el control del tráfico de cocaína entre los Urabeños y la Empresa, bandas integradas por ex paramilitares, narcos y criminales comunes.