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| Foto: Danilo Cagucu / SEMANA

CRÓNICA

En video: Los presos de La Modelo que se quedaron sin ver al papa

Miles de presos tenían la esperanza de compartir con el sumo pontífice, incluso de recibir rebajas de pena por su visita. Pero tuvieron que conformarse con verlo por televisión. Así han vivido la peregrinación de Francisco en prisión.

9 de septiembre de 2017

Desde el primer día que llegó el papa Francisco a Colombia, los internos de la cárcel La Modelo subieron al segundo piso de sus patios para ver por televisión todo el despliegue mediático de su visita. Algunos comenzaron a orar en silencio y con los ojos cerrados frente al televisor, lloraron de felicidad y pidieron perdón por todo lo que hicieron en el pasado. Apreciaron el mensaje de reconciliación que ofreció y el cual les hubiera gustado ver en la misa campal de Bogotá celebrada en el parque Metropolitano Simón Bolívar.

Los presos estaban esperando una oportunidad de ver a Francisco en la calle, recibir su bendición y el perdón. Esta no sería la primera vez que el papa aceptara compartir con presos, ya lo ha hecho en varias oportunidades. Visitó la cárcel Curran-Fromhold en Filadelfia, Estados Unidos, y el Centro de Readaptación Social en la Ciudad Juárez, en México.

Los reclusos trabajaron durante varios días pintando carteles en los que se podía ver la cara de Jorge Mario Bergoglio con diferentes frases: “Te adoramos señor con todo nuestro corazón, nos alegramos porque hiciste llegar a Colombia al papa Francisco así mismo con el poder tuyo te solicitamos ten compación de nosotros y con justa decisión tuya” (sic). Algunos de los internos rezaban frente a esos afiches.

Los internos pidieron ayuda a los guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) para poder extender los avisos en uno de los muros externos de la cárcel con la esperanza de que Francisco los pudiera ver. Muchos tenían la esperanza de que el papa pasara en su papamóvil en una de las calles cerca del recinto. Mientras tanto, la lluvia fue decolorando las letras.

Foto: Danilo Cangucu / SEMANA

Cientos de internos como Jean Carlos Sánchez, quien fue encerrado en La Modelo por cometer delitos informáticos, siguieron el minuto a minuto de la visita del papa. “Siento mucha emoción de verlo y sentir el espíritu santo de Jesucristo reflejado en él. Desde un principio pedimos permiso para poder salir y que él sintiera que estábamos ahí pero nos dijeron que no se podía”, afirmó.

Con la visita del papa Francisco a Colombia, más de 180.000 reclusos en el país esperaban que se aprobara la ley del jubileo, la que les traería rebajas en sus penas a quienes no hayan perpetrado delitos de lesa humanidad. Varios proyectos que planteaban el jubileo fueron presentados en el Congreso en los meses previos a la llegada del papa, pero ninguno fue acogido por las mayorías del Legislativo.

Pero los reclusos de La Modelo no perdían la esperanza. Acompañados de una fuerte lluvia, seguían sentados frente al televisor de 32 pulgadas que hay en cada patio atentos a escuchar algún tipo de información que estuviera relacionada con ellos y que ayudara a reducir su condena. Algunos no pudieron seguir la transmisión porque tenían otras tareas. Muchos estaban “haciendo guardia” para avisar si los miembros del Inpec entraban a revisar las celdas.

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“Los más interesados con la visita del papa somos nosotros la población carcelaria porque hemos esperado esta oportunidad no solo por los últimos 30 años sino por la emergencia carcelaria que hay en el país”, afirma Francisco Mosquera, uno de los internos. Él le pide al Estado que no solo se le otorgue beneficios a grupos al margen de la ley sino también a personas que incurrieron en delitos menores.

Según el Departamento de Planeación Nacional, el 15,5% de las personas que han ingresado al sistema penitenciario son reincidentes. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo el hacinamiento de cárceles en Colombia es del 53 %.

La esperanza de los internos es grande, muchos han afianzado sus lazos con la religión y han recurrido a Dios para soportar los duros días dentro de la cárcel. Lo que más esperan es que con la visita de Francisco a Colombia bajo el lema “Demos el primer paso”, la situación carcelaria del país mejore.