Mauricio José Zabala Cardona, fue comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido 2 o Fudra 2
Mauricio José Zabala Cardona, fue comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido 2 o Fudra 2 | Foto: Fiscalía

Nación

Por acosar a una subalterna y una contratista, la Fiscalía imputó cargos a un general en retiro del Ejército ¿De quién se trata?

El oficial fue denunciado y tras varias diligencias de verificación, el ente acusador concluyó en la necesidad de imputar cargos.

Redacción Semana
15 de enero de 2024

Mauricio José Zabala Cardona, fue comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido 2 o Fudra 2 y, al aparecer, utilizó su cargo como general para “acosar y asediar a las víctimas, y atentar en contra de su libertad sexual” de una subalterna y una contratista, razones de sobra para imputar cargos por acoso sexual agravado en concurso homogéneo y sucesivo.

Aparentemente, de acuerdo con las indagaciones que hizo la Fiscalía que se confirmaron con los testimonios de las víctimas, el entonces general no soportaba que las mujeres se negaran a sus pretensiones e insinuaciones sexuales; las acosaba e intimidaba a partir del cargo que ostentaba.

“La Fiscalía General de la Nación presentó ante un magistrado del Tribunal Superior de Bogotá, con función de control de garantías, al brigadier general en retiro del Ejército Nacional, Mauricio José Zabala Cardona, como presunto responsable de acosar sexualmente a una subalterna y a una civil que laboraban en una unidad militar localizada entre Tumaco y Pasto (Nariño)”, dijo la Fiscalía.

Lo que lograron identificar los investigadores que estuvieron a cargo de este proceso y luego de las denuncias de las víctimas, es que durante más de un año el general en retiro utilizó una serie de actuaciones para acosar a la subalterna a quien le pedía constantemente reportarse y hasta utilizar fotografías en sus perfiles de redes sociales que estuvieran a gusto del oficial

“Los elementos de prueba dan cuenta de insinuaciones verbales, órdenes contrarias a las funciones que desempeñaba la uniformada, como reportarse y escribirle permanentemente al celular o cambiar la foto del perfil de WhatsApp por una que fuera del gusto del general Zabala Cardona”, explicó el ente acusador tras la imputación de cargos.

Las evidencias fueron suficientes para que la Fiscalía tomara la determinación de imputar cargos por acoso sexual agravado en contra del general, quien, de acuerdo a las indagaciones, incluso utilizaba su escolta personal para establecer cuáles eran los movimientos o los recorridos que hacía la subalterna.

“También se conoció que, al parecer, dispuso que su escolta vigilara el punto de trabajo de la mujer, restringió su relacionamiento con el personal masculino, en algunas oportunidades la ridiculizó en público por no atender a sus insinuaciones y la amenazó con anotaciones negativas al folio de vida”, se conoció durante las audiencias preliminares.

El acoso y el asedio del general fue de tal nivel, que la subteniente padeció de estrés y hasta intentos de suicidio, los acosos se extendieron a una contratista que trabajaba en el archivo y a quien el general también, de acuerdo con los elementos de prueba, accedió con las mismas intenciones sexuales.

“De otra parte, está el caso de una archivista que prestaba sus servicios sin vinculación contractual en el Batallón de Selva N.º 53 y habría sido increpada por el entonces comandante de la FUDRA 2 porque no se le reportaba, no lo llamaba ni lo visitaba en su oficina, donde permanecía solo”, advirtió la Fiscalía.

La amenaza era directa, si las mujeres no accedían a las pretensiones sexuales del general, según la Fiscalía, limitaba sus funciones, buscaba los traslados o la terminación de los contratos. El ente acusador imputó cargos y a pesar del material de prueba, las declaraciones y toda la evidencia, el oficial se declaró inocente.

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