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Panorámica de la contaminación del aire en Bogotá.

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Procuraduría enciende las alarmas por posible afectación del aire en varias regiones de Colombia

El llamado es a alcaldías, las CAR y ministerios de Ambiente y Salud para tomar medidas urgentes. Llama la atención por los problemas respiratorios que se pueden generar por la “tormenta del Sahara”

3 de marzo de 2021

La Procuradora General de la Nación, Margarita Cabello, acaba de hacer un llamado a alcaldes municipales y distritales, a las corporaciones autónomas regionales y a los ministerios de Ambiente y Desarrollo Sostenible y de Salud, “a implementar acciones, medidas y estrategias urgentes que permitan prevenir y reducir las concentraciones de contaminantes en el ambiente”.

En el caso de Colombia través de la Directiva 007 de 2021, la jefa del Ministerio Público instó a las autoridades competentes a dar estricto cumplimiento a las normas de seguimiento y control de las emisiones atmosféricas de materiales contaminantes, para garantizar la calidad del aire en todo el territorio nacional y salvaguardar la salud de los colombianos.

Se enviaron además recomendaciones que buscan prevenir y reducir las emisiones de contaminantes en la atmósfera, que se podrían intensificar en los meses de marzo y abril debido a los incendios forestales, las condiciones meteorológicas de ciudades como Bogotá y Medellín, y la llegada en los próximos días de una nueva nube de polvo de material particulado proveniente del Desierto del Sahara, según lo informó el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM).

La Procuraduría pidió intensificar el control y vigilancia sobre las fuentes fijas y móviles para que no superen los estándares de emisiones establecidos, y diseñar un plan de atención de emergencias frente a futuras declaratorias de los niveles de prevención, alerta o emergencia en materia de calidad del aire.

Así mismo, “recomendó incentivar un Plan Empresarial de Emisiones Sostenibles, en el cual las empresas e industrias implementen medidas de reducción de emisiones; crear y poner en marcha programas de reposición vehicular con nuevas alternativas de movilidad, y condicionar la circulación de vehículos automotores con más de 20 años de antigüedad y/o de combustión diésel, cuando los municipios y distritos presenten alerta”, señala el ministerio público.

En el caso de Bogotá, por ejemplo, la principal fuente de emisiones contaminantes está precisamente relacionada con los automóviles, camiones y fábricas. Los vehículos, además de emitir este material particulado (PM 2.5), liberan grandes cantidades de gases como el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de azufre (SO2),

Esta situación afecta a Colombia pero también a otras partes del mundo. Unas 160.000 personas murieron el pasado año a causa de la contaminación atmosférica en las cinco ciudades más pobladas del mundo, entre ellas Sao Paulo y Ciudad de México, a pesar de que la calidad del aire mejoró en algunos lugares por el confinamiento generado por la pandemia.

Así lo determina un estudio realizado por la organización internacional Greenpeace, en el que se concluye que la capital más contaminada del planeta fue Nueva Delhi, donde se estima que unas 54.000 personas perdieron la vida debido a la toxicidad de las partículas PM2.5 suspendidas en el aire, según el informe de la organización ambientalistas en el sureste asiático.

Tatiana Céspedes, coordinadora de Campañas de Greenpeace Colombia, señaló que cuando los gobiernos eligen el carbón, el petróleo y el gas en lugar de las energías limpias, es la salud de las personas las que paga ese precio.

“La contaminación del aire por la quema de combustibles fósiles aumenta nuestra probabilidad de morir de cáncer o accidente cerebrovascular, sufrir ataques de asma y experimentar complicaciones severas por covid-19. No podemos permitirnos seguir respirando aire sucio cuando las soluciones para la contaminación del aire están ampliamente disponibles”

“Por la contaminación atmosférica, los ciudadanos de Bogotá están expuestos a enfermedades respiratorias graves, a problemas en el desarrollo cognitivo por falta de oxígeno en los pulmones y afecciones en los sistemas reproductivos. Además estas partículas, las PM2.5, son altamente cancerígenas, lo que conduce a un aumento de los casos de cáncer, particularmente de los pulmones”, explicó Céspedes.