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Álvaro Uribe Vélez y la Corte Suprema de Justicia
Álvaro Uribe Vélez y la Corte Suprema de Justicia | Foto: Montaje Semana

Justicia

¿Qué pasa ahora con Uribe tras decisión de la Corte?

La Corte Suprema determinó que el expresidente será juzgado bajo el sistema penal acusatorio y ordenó que sea la juez de garantías quien defina la solicitud de libertad que se presentará. Uribe podría recobrar la libertad en los próximos días.

5 de octubre de 2020

La Corte Suprema de Justicia ratificó la competencia de la jueza 30 de garantías de Bogotá para resolver solicitud de libertad que anunciaron los abogados de Álvaro Uribe Vélez y que sustentarán en los próximos días. Los magistrados además determinaron que las diligencias deberían regirse bajo el sistema procesal de la Ley 906 de 2004. Es decir, acogieron la tesis que instaba por un cambio de jurisdicción (cuando el proceso era conocido por la Sala Especial de Instrucción se regía por la Ley 600 de 2000) después de que el líder del Centro Democrático renunciara al Congreso y perdiera su condición de aforado.

Así las cosas, el caso retorna al complejo de Paloquemao y la funcionaria judicial tendrá la potestad de oír los argumentos en favor y en contra de la solicitud de libertad y decidir sobre la misma. No hubo pronunciamiento sobre la etapa en la que debe seguir el proceso, dicho aspecto le corresponderá definirlo entonces también la juez.

El fallo, que tuvo como magistrado ponente a Gersón Chaverra Castro, contó con el apoyo de 19 magistrados y solo dos salvaron voto: Jaime Moreno y Gerardo Botero.

Estos son los escenarios de lo que viene:

Por un lado, Uribe Vélez podría recuperar su libertad tras dos meses de medida de aseguramiento impuesta por la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema. La juez de garantías, de optar por este camino, daría razón a los abogados Jaime Granados y Jaime Lombana quienes solicitarán que que se revoque la detención domiciliaria y que Uribe pueda “defenderse en libertad” como lo han pedido muchos actores políticos nacionales e internacionales.

En agosto, los magistrados de la Sala Especial (que son diferentes a los que hacen parte de la Sala Plena) determinaron que existían los elementos suficientes para dictarle detención domiciliaria al expresidente. La medida fue duramente cuestionada por algunos juristas que la consideraron severa y acusaron a la Sala Especial de sesgo. Desde entonces, el exmandatario está en su finca El Ubérrimo. Desde allá, expresidente se ha ido lanza en ristre contra la Corte: la acusó de proceder “mafiosamente”. Y luego renunció al Senado para salir del ámbito de los magistrados.

El otro escenario, por su parte, sería un traspiés para la estrategia jurídica del expresidente que se planteó como objetivo a corto plazo obtener su libertad. La juez de garantías deberá analizar los argumentos de ambas partes con respecto a si tumba o no la medida de aseguramiento. En este punto será clave verificar hacia qué orilla se inclina la Fiscalía, representada para el presente caso por el fiscal delegado Gabriel Jaimes Durán. Bien podría la funcionaria concluir que existen razones para que Uribe Vélez siga detenido y acoger la tesis que seguramente expondrá Reynaldo Villalba, el abogado del senador Iván Cepeda Castro, sobre posibles intentos de entorpecer la investigación por parte del expresidente si recupera su libertad.

Aún así, si esto llegara a suceder, Uribe Vélez habría conseguido que su proceso pasara a conocimiento de un juez ordinario en vez de una Alta Corte, con las que históricamente no ha tenido una buena relación, y la investigación estaría a cargo de la Fiscalía, cuyo control recae sobre Francisco Barbosa, quien es cercano al presidente Duque y su partido. Es importante aclarar, además, que la revisión de la medida de aseguramiento es solo un punto de contingencia. En otras palabras, el caso de fondo sobre la responsabilidad o inocencia de Uribe Vélez frente a la presunta manipulación de testigos no ha empezado y se tardará aun.