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El presidente hizo el anuncio en una reunión con cafeteros. | Foto: Archivo Semana

POLÍTICA

Santos anunció el retiro de Colombia del Pacto de Bogotá

Con esta estrategia, el Gobierno busca cerrar el paso a nuevas demandas que mutilen aún más el mapa del territorio nacional.

28 de noviembre de 2012

En la cacería de responsables por la pérdida ante Nicaragua, el gobierno nacional anunció su retiro del Pacto de Bogotá, un histórico acuerdo al que quizá se le atribuye más responsabilidad de la que tiene. Según un análisis de SEMANA, la salida del Pacto es una movida estratégica con la que se busca cerrar un canal que llevaría a aceptar en el futuro la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia.
 
Además es una forma de bloquear nuevas demandas en un momento en el que Nicaragua puede envalentonarse y reclamar más territorio, como algunos creen que lo hará. También para evitar posibles reclamos de naciones limítrofes en el Caribe que busquen pescar en río revuelto. Sin embargo, está claro que retirarse en nada afecta la decisión de la Corte de La Haya tomada con respecto al caso del archipiélago de San Andrés.
 
En una reunión con cafeteros, el presidente Juan Manuel Santos aseguró que el retiro del Pacto de Bogotá obedece a un principio fundamental: "Los limites deben ser fijados por los propios Estados, no por una Corte".

Aclaró que la decisión no impide que Colombia acuda a todos los mecanismos y recursos del derecho internacional para defender "nuestros intereses".
 
En el corto discurso en el que indicó que la canciller, Maria Ángela Holguín, entregaría detalles de la decisión, afirmó que el fallo es contrario a la “equidad y lleva a un grave detrimento de los intereses nacionales como los derechos de los colombianos que viven en el archipiélago”.
 
Retiro  
 
La mecánica indica que una vez Colombia presente los documentos que oficializan su retiro, existe un período de un año para que el país quede realmente fuera de la jurisdicción de la Corte. Sin embargo, hay que indicar que el retiro implica que el país tampoco podría demandar a otros. Un ejemplo sería frente a Venezuela por el que aquí se llama golfo de Coquivacoa.

Pero ¿qué es y cómo se gestó el Pacto de Bogotá? El 30 de abril de 1948, en medio de las cenizas de El Bogotazo, una veintena de países que estaban reunidos en la capital en el marco de la IX Conferencia Internacional Americana suscribieron un documento que hoy está en el centro de la polémica. Se trata del Pacto de Bogotá, un acuerdo que obliga a los signatarios a resolver sus conflictos por medios pacíficos y que le da jurisdicción a la Corte Internacional de Justicia de la Haya, la misma que acaba de fallar el diferendo con Nicaragua. 
 
Como niño aplicado, Colombia firmó el Pacto o Tratado Americano de Soluciones Pacíficas. No era para menos. No sólo la tradición diplomática del país ha sido la de vincularse a los acuerdos que propenden por las buenas relaciones internacionales, sino que esa Conferencia en particular fue muy relevante, pues también le dio vida a la Organización de Estados Americanos (OEA). Para el canciller de la época, Laureano Gómez (que luego sería presidente de la República), era imposible sustraerse de un acuerdo que llevaba el nombre de Bogotá. El Pacto se ratificó en 1968, en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, en el período del Frente Nacional.

Hoy, al calor del recorte del mapa nacional, son muchas las voces que dicen que haberlo aceptado fue lo que dejó al país en la sin salida de tener que acatar la decisión de la justicia internacional. El Gobierno compró esta idea y por eso tomó la decisión de que Colombia se sale del Pacto de Bogotá.

Una de las voces más fuertes que han sugerido este camino es la del expresidente Álvaro Uribe, quien dijo a los medios que el retiro fue algo que su administración no pudo hacer, pues en el 2002 habría sido ineficaz, ya que luego de la renuncia solo queda en firme un año después y la demanda de Nicaragua se interpuso en el 2001. Lo cierto es que durante la década del litigio, en la Comisión Asesora se discutió en varias oportunidades la opción de la renuncia al Pacto, pero nunca se aceptó por no mandar el mensaje de que Colombia le quería hacer el quite a la Corte. Además, porque no son claros los efectos prácticos que esto traería. Una de las molestias en el Gobierno con el Pacto es que solo 15 de los 21 países firmantes lo han ratificado. Paradójicamente, Nicaragua es uno de ellos.

¿Por qué para el Gobierno la situación es hoy diferente y se sale del Pacto? Según sostuvo en diferentes foros la canciller Maria Ángela Holguín, se deben examinar los compromisos que se han ratificado y se deben tomar decisiones acordes a la protección del interés nacional.