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Sergio Jaramillo, alto comisionado para la Paz, durante el primer Encuentro Nacional de Redes 'Ciudadanía EnClave de Paz', organizado por la MOE. | Foto: SIG

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“No habrá implementación sin dejación de armas”

Sergio Jaramillo, alto comisionado para la Paz, reitera que tras la firma de paz es obligatorio el desarme absoluto de las FARC.

27 de noviembre de 2014

A pesar de que el proceso de paz, en Cuba, está suspendido por el secuestro del general Rubén Darío Alzate, el equipo negociador del Gobierno sigue trabajando arduamente en Colombia. Este jueves Sergio Jaramillo, alto comisionado para la Paz, se mostró categórico. Explicó que la participación de todos es un elemento transversal de los acuerdos y sobre la participación política de los que hoy están en armas afirmó: “No hay posibilidad de alguna que el Gobierno comience a implementar los acuerdos si no, simultáneamente, las guerrillas también comienzan su proceso de dejación, como quedó acordado en el 2012 en el punto 3 del Acuerdo General”.

Jaramillo agregó: “Sin participación política, sin ingreso a la democracia, de quienes están en armas, no habrá paz. Tenemos entre todos que aceptar, reconocer, respetarnos mutuamente para construir esa paz”.

En el primer encuentro nacional de redes 'Ciudadanía EnClave de Paz', organizado por la Misión de Observación Electoral (MOE), el comisionado de paz además destacó que la dejación de las armas y la reincorporación a la vida civil de las guerrillas son condiciones necesarias para la terminación del conflicto, mas no suficientes: “La construcción de la paz requiere más. Requiere la implementación, la discusión de los puntos que acordamos en el 2012 y que ahora estamos desarrollando, que son puntos que acordamos porque tienen una relación directa con la idea de terminar el conflicto y construir la paz”.

En materia de participación, Jaramillo concluyó: “La participación es la piedra angular de la paz (…) estamos en un escenario donde si no logramos terminar el conflicto, no podremos tener esa participación plena, esa participación directa que complemente la democracia representativa que nos promete nuestra Constitución y viceversa; si no tenemos en una etapa de construcción de paz, esa participación plena, pues no podremos consolidar la paz”.