Tambalea el plan para modificar la ley de garantías

No es la primera vez que se intenta modificar la ley de garantías electorales, que impide la contratación directa en alcaldías y gobernaciones meses antes de unas elecciones.

En esta oportunidad, el proyecto de ley, de iniciativa del Centro Democrático, y con mensaje de urgencia del gobierno de Iván Duque, tenía como objetivo permitir la firma de convenios interadministrativos durante la campaña electoral en busca de dinamizar la economía, lesionada seriamente tras la pandemia por la covid-19. No obstante, la iniciativa ya es letra muerta.

Aunque la idea de modificar la ley de garantías siempre la ha apoyado el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, en esta oportunidad ni siquiera ha intercedido para que avance la discusión del proyecto. Y no es porque crea que no se necesita. Cambio Radical, el partido de Vargas, es consciente que debe reformarse en las próximas elecciones porque igual, con ley o sin ella, los mandatarios adelantan las contrataciones y le hacen conejo al control contractual.

El problema son los tiempos. Eso lo tienen claro los presidentes de las Comisiones Primera de Senado, Germán Varón Cotrino, y de la Cámara, Julio César Triana Quintero, ambos del anillo de confianza de Vargas Lleras. Los dos dirigentes, según conoció SEMANA, no están de acuerdo con la modificación de la ley de garantías porque estiman que, a escasos seis meses de las elecciones parlamentarias y a ocho de las presidenciales, cambiar las reglas de juego no es viable en una democracia.

Es más, como el proyecto de ley debe cumplir con una audiencia pública antes de empezar su estudio en el Congreso, porque es de interés público, Triana y Varón Cotrino coincidieron en aplazar el acto que, inicialmente, estaba programado para este lunes.

De momento no han programado la fecha de la audiencia y lo más probable es que no se realice pronto, lo que aumentará la posibilidad de que la modificación parcial de la Ley de Garantías naufrague en las comisiones primeras del Senado y la Cámara sin ni siquiera estudiarse.

Para rematar, la última estocada a dicha modificación la dio el expresidente Álvaro Uribe, líder de Centro Democrático, el partido de gobierno, quien este lunes le pidió a la bancada no apoyar la iniciativa. “Protejamos la honra del Gobierno. Habría sido al inicio, no en vísperas electorales. Con licitación y pliegos tipo el Gobierno Nacional, sin intermediarios, puede ayudar a todas las regiones de Colombia”, dijo Uribe.

Y es que al interior de Centro Democrático varios congresistas no le apuestan a la iniciativa del gobierno, entre ellos, la senadora María del Rosario Guerra y Milla Romero, pese a que ambas tienen cercanía y han defendido la gestión de Iván Duque. La postura de Paloma Valencia, el congresista Gabriel Santos, entre otros, va por el mismo sentido.

En ese orden de ideas, sin el Centro Democrático respaldando la propuesta, con los presidentes de las comisiones primera de la Cámara y Senado en contra, además de la oposición y varios congresistas del liberalismo, la modificación a la ley de garantías tambalea. Ni siquiera alcanzaría a debatirse.

Además, a juicio de varios constitucionalistas, entre ellos, el abogado José Gregorio Hernández, la ley de garantías no podría modificarse exclusivamente con el visto bueno de las mayorías del Congreso sino que tendría que contar con la revisión previa de la Corte Constitucional, un trámite jurídico que acarrea tiempo, lo que imposibilita su aplicación en el corto plazo.