Home

Nación

Artículo

Alto Sinú
Desgarrador: en Batata, sur de Cordoba, enfermos son transportados en lonas por el río | Foto: @waldoalarconho1

Córdoba

Desgarrador: en Batata, sur de Cordoba, enfermos son transportados en lonas por el río

Un video desnudó cómo, todos los inviernos, la comunidad queda aislada por el crecimiento de una quebrada. Sin embargo, los problemas van más allá.

5 de agosto de 2021

Batata es un corregimiento del municipio de Tierralta, Córdoba, cuya población ha sido víctima histórica de la violencia, la pobreza y el abandono. Ubicado a 44 kilómetros de la cabecera, hace parte de la región del alto Sinú y cerca de tres mil personas lo habitan, viviendo de la agricultura con plantaciones de maíz, arroz, plátano, yuca, ñame, ganado y algunos negocios locales.

Corregimiento de Batata en Tierralta, Córdoba
Corregimiento de Batata en Tierralta, Córdoba | Foto: Héctor Capachero

Un video difundido en redes sociales evidenció la precariedad con la que sus habitantes deben atravesar por una corriente de agua a un paciente de urgencia, en una balsa improvisada con una hamaca y algunos palos, dejando al descubierto la situación que viven los habitantes de esa zona y, posiblemente, muchas otras en el país.

Se trata de la quebrada Tucurá, que cada vez que llueve crece e impide la movilidad. Héctor Capachero, líder comunitario, le explicó a SEMANA que desde siempre las lluvias han dejado incomunicado el corregimiento. En esta ocasión, lleva así desde el 4 de agosto. Son ya más de dos días en los que los pobladores no se han podido trasladar con normalidad.

No obstante, Capachero señaló que lo que se ve en ese video es poco, en comparación con lo que pasa cuando llueve semanas enteras.

Cada vez que llega un nuevo gobernante, promete que pondrá un puente para el corregimiento. Sin mucha sorpresa, los habitantes de Batata siempre encuentran promesas incumplidas.

Corregimiento de Batata en Tierralta, Córdoba
Corregimiento de Batata en Tierralta, Córdoba | Foto: Héctor Capachero

“Casi todos los políticos que llegan a nuestro corregimiento prometen el puente. Desafortunadamente, en nuestro país el campesino es importante cuando vienen unas elecciones, porque vienen, nos conocen, nos abrazan, ahí sí somos importantes”, lamentó Capachero, quien reconoció que suelen ilusionarse con la posibilidad de que les construyan el paso, pero jamás sucede.

El habitante de la zona señaló que, si no es posible hacer un puente de concreto, por lo menos desearía uno colgante, dada la necesidad imperante de que el corregimiento no quede incomunicado cada vez que hay una tormenta.

En las imágenes se ve el riesgo que corren mientras atraviesan a la persona para llevarla a la cabecera municipal, ya que en Batata hay un centro de salud con enfermeras, pero sin médicas o médicos. Los enfermos más graves tienen que llegar, necesariamente, a una institución de mayor nivel para recibir la atención requerida.

Corregimiento de Batata en Tierralta, Córdoba
Corregimiento de Batata en Tierralta, Córdoba | Foto: Héctor Capachero

“En el corregimiento de Batata han muerto personas, señoras embarazadas que a medianoche les dan las cuestiones del parto, personas con paludismo... esta es una tierra en la que leda mucho paludismo (malaria)”, dijo el líder de la zona.

Por otra parte, pero también en relación con la movilidad, Capachero relató que cada quince días salen del corregimiento cuatro camiones cargados con cerca de 25 mil plátanos. El problema es que, muchas veces, a falta de vías adecuadas, se maduran en el camino hacia Tierralta.

“Se trancan los carros por el barro, duran dos o tres días sacándolos, el plátano se madura y se pierde”, explicó.

Corregimiento de Batata en Tierralta, Córdoba
Corregimiento de Batata en Tierralta, Córdoba | Foto: Héctor Capachero

La comunidad, que fue desplazada en dos ocasiones durante la década del noventa, sigue afrontando dificultades de toda clase. La falta de vías y puentes para transportarse es una de esas.

Por lo anterior, los habitantes de la zona les hicieron un llamado al Gobierno nacional y local para que den las soluciones que piden a gritos. Hoy, Héctor Capachero siente que su corregimiento ha sido “totalmente olvidado por el Estado”.