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La herida que tiene Langlois en un hombro es otra causa de preocupación

CONFLICTO

¿Van a devolver a Romeo Langlois?

Los mensajes de las Farc empiezan a crear inquietud sobre si van a dejar en libertad al periodista francés.

12 de mayo de 2012

Hace dos semana, cuando las Farc se quedaron con el periodista francés Romeo Langlois, en algunos sectores del país se pensó que sería cuestión de unos días su regreso sano y salvo. Sin embargo, en la medida en que pasan los días, ya el péndulo se mueve hacia el otro lado y hay quienes se empiezan a preguntar si en efecto el periodista será liberado.

Esa inquietud surge por los comunicados emitidos por las Farc. Al principio cundió el optimismo. Alias Ancízar, jefe del frente 15, leyó un comunicado en el que decía que tenían al periodista en su poder y que estaba "levemente herido en un brazo". El reporte fue grabado por otro corresponsal extranjero, el británico Karl Penhaul, que en compañía de un periodista chileno se fueron a buscar a las Farc en el norte de Caquetá para que les dieran razón de su colega. Lo importante es que, una vez salió de la selva, Penhaul aseguró que la liberación de Langlois, según la guerrilla, podía ser un asunto sencillo, pues todo era producto de una confusión. "No hay necesidad de una entrega formal sino como decir '¡Vengan muchachos y lo recogen!'", precisó Penhaul.

El segundo mensaje de las Farc también fue alentador. El domingo 6 de mayo, un día después del comunicado de Ancízar, en una cuenta de Twitter atribuida a las Farc dieron explicaciones sobre lo ocurrido y decían: "Y por último informamos que el prisionero de guerra, Romeo Langlois, periodista francés, pronto será liberado sano y salvo".

El tercer y último comunicado vino del propio Secretariado de las Farc. En un tono menos conciliador, dejó sembrada la inquietud de que la liberación de Langlois podría demorarse más de lo que inicialmente se había pensado. "Creemos que lo mínimo que puede esperarse para la recuperación de su plena movilidad es la apertura de un amplio debate nacional e internacional sobre la libertad de informar". Cuando las Farc -reconocidas por su falta de afán- hablan de un "amplio debate nacional" hay lugar para preocuparse. Si bien este último comunicado se conoció el 7 de mayo, tiene fecha del 3 de mayo, es decir, sería anterior a los mensajes alentadores de la cuenta de Twitter, que no se sabe bien si provienen del Secretariado o de alguna otra instancia. No es claro, entonces, qué es lo que están pensando las Farc.

El ambiente se enrareció aún más el martes 8 de mayo cuando un periodista de Anncol, agencia cercana a las Farc, propuso canjear a Langlois por Joaquín Pérez, director de dicha agencia que está detenido desde abril de 2011. "Queremos plantear un cambio de prisioneros de guerra", dijo Luis Ernesto Almario, colombiano que vive en Australia, a La W. Precisamente uno de los puntos preocupantes es que en los tres comunicados, las Farc se han referido a Langlois como "prisionero de guerra". Ese calificativo no cabe para un periodista que cubre un conflicto armado y menos en el caso de Langlois que así como, en su labor de periodista, acompañó al Ejército para ver una operación antinarcóticos, también ha estado con las Farc viendo cómo operan.

Todos están en tensa calma. Los más cercanos a Langlois están convencidos que será liberado pronto. El director del canal France 24 para el cual Langlois estaba haciendo el reportaje vino a Bogotá a esperar su regreso. El gobierno de Francia le pidió a Colombia no intentar rescatarlo. Y el gobierno de Colombia, a su vez, le pidió al de Francia no hacer contacto con las Farc. Hasta Piedad Córdoba dijo que su grupo se mantendrá al margen. Todos esperan que las Farc cumplan su promesa, del 28 de febrero, de no volver a secuestrar.

Pero en la otra cara, la menos optimista, las Farc hicieron llegar el pasado viernes a esta revista una carta de Iván Márquez, el segundo al mando de las Farc, a la columnista de SEMANA María Jimena Duzán. Si bien está fechada antes del episodio Langlois (el 20 de abril) en ella se advierte cierta molestia con las liberaciones: "Hemos liberado a unos 500 prisioneros de guerra, recibiendo del Estado reciprocidad cero. El establecimiento, ni siquiera permitió al grupo de mujeres gestoras de paz la visita a las cárceles para verificar las condiciones de los guerrilleros". En la medida en que los días pasan surge la pregunta de si las Farc están haciendo nuevos cálculos. Cabe recordar que en el caso Íngrid lograron interlocución con el gobierno francés y no fue la guerrilla propiamente la que la liberó. ¿Estarán esperando la posesión de François Hollande el próximo 15 de mayo?

El caso de Romeo Langlois tiene que ser distinto, no solo porque sería un mal precedente para las Farc que comiencen a secuestrar corresponsales, sino que Timochenko se juega no solo el valor de su palabra sino la oportunidad histórica de que la llave de la paz de verdad funcione.