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| Foto: Daniel Reina

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Patricia Linares, la batuta de la JEP

En medio de una de las más difíciles crisis de la Justicia, una abogada investigadora del CNMH, se estrena como la primera presidenta que tendrá el nuevo supertribunal. ¿Quién es?

26 de septiembre de 2017

Son pocos los barcos que capitanean las mujeres en Colombia, y aunque en los últimos años han comandado, nunca han llegado a la Procuraduría y solo una vez han asumido el rol como contralora o fiscal. En las Altas Cortes, por ejemplo, aunque su presencia fue por décadas minoritaria, hace un año lograron tener la tercera parte de la Corte Constitucional.

El acceso de las mujeres a la administración de justicia ha sido una historia de pequeñas victorias que, como este martes, se volvió a configurar. Patricia Linares fue designada como la primera presidenta de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP). La abogada que trabaja como investigadora del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y asesora de la Contraloría, llevará las riendas del nuevo tribunal encargado de impartir justicia en el marco del conflicto.

"Me hice abogada asumiendo que en el derecho encontraría herramientas para transformar una sociedad y me adentré en del DIDH y el DIH. En los ochenta inicié mi carrera en un contexto de violencia exacerbada a la que el Estado respondía con represión, lo que reforzaba la convicción de quienes encontraron en la rebeldía y la insurrección un camino para transformar la sociedad que los excluía. Desde la Rama Judicial aporté a la Asamblea Constituyente", explicó la jurista cuando le preguntaron por su motivación para aspirar al cargo.

Su carrera comenzó ahí. Después, como magistrada auxiliar de la Corte Constitucional ayudó implementar el modelo de constitución que ayudó a diseñar. Cuando asumió como procuradora para derechos humanos y asuntos étnicos, enfocó sus conocimientos en exigir la aplicación del Derecho Internacional Humanitario en los escenarios de guerra. De ahí, que en su experiencia laboral se destaque que haya acompañado a las víctimas en procesos como el de Justicia y Paz. A la par, que en el Centro de Memoria Histórica desarrolló investigaciones alrededor de la justicia transicional, DH, DIH, género y tierras. 

Por sus manos han pasado trámites, requerimientos, consultas, asesorías, derechos de petición y acompañamientos a decenas de víctimas que ha dejado el conflicto armado. Bajo ese contexto, a muchos no sorprendió que la jurista haya sido designada para moldear el nacimiento del Tribunal de Paz. 

Ella, junto a otros 50 magistrados, fueron llamados a implementar el modelo de justicia que se ideó en La Habana para articula el sistema de verdad, justicia, reparación y no repetición que zanjará más de 50 años de conflicto. Con su gestión se espera que se tramiten miles de procesos en contra de desmovilizados de las Farc, agentes de Estado y civiles responsables de delitos cometidos con ocasión del conflicto.

Cuando se cumple el primer año desde la firma del primer acuerdo de paz, empieza a tomar forma el órgano más poderoso originado en el acuerdo de paz. Aunque la Corte Constitucional todavía no le ha dado vía libre a la Ley de Amnistía y al Acto Legislativo que le da vida a la misma jurisdicción, se espera que los nuevos magistrados empiecen a trabajar en el Código Procedimiento Penal que definirá las reglas de la JEP. Como manifestaron varios de los seleccionados, pese a que en el Congreso se debate la Ley Estatutaria, y los demás procesos, no se pueden quedar maniatados sin ayudar a moldear la arquitectura de la justicia especial.

La discriminación y violencia contra la mujer en la política y los cargos públicos ha sido un fenómeno del que poco se habla, entre otras porque no hace mucho que las mujeres ejercen esos derechos. En el país, solo en 1954 se les otorgó el derecho a votar, y tres años más tarde pudieron elegir a sus gobernantes. Ese fue apenas el comienzo. Muchos años transcurrieron antes de que se vieran avances para que la mujer pasara de elegir a ser elegida. Con esos antecedentes que ha cargado el país, llamó tanto la atención que el nuevo alto tribunal las mujeres sean mayoría, el 53 por ciento.

"Celebramos integración de la JEP. Composición diversa y representativa. Destaco que hayan mujeres con trayectorias brillantes", dijo el procurador Fernando Carrillo. No es para menos. Por primera vez en la historia hay equidad de género en la Justicia. "Comité de Escogencia cumple con enfoque de género en conformación del tribunal", reiteró por su parte Sisma Mujer.

Pero las victorias no pararon ahí. Luz Marina Monzón asumirá como directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas. Y es que su interés se ve reflejado en su trayectoria "como defensora de derechos humanos, representante de víctimas ante organismos de protección judiciales y extrajudiciales nacionales y ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos".

Esta abogada, especialista en ciencias penales y criminologías, contribuyó como delegada de la Comisión Colombiana de Juristas en la formulación de herramientas como el Plan Nacional de Búsqueda y la Ley Estatutaria 971 de 2005 mediante la cual se reglamentó el Mecanismo de Búsqueda Urgente.

"Participé desde su constitución formal en noviembre de 2000 hasta septiembre de 2009 habiendo podido comprender los retos, oportunidades y dificultades de este tipo de organismos dados los permanentes desafíos que persisten en la coordinación y articulación de los distintos actores tanto oficiales como no oficiales", explicó. El tema es fundamental si se tiene en cuenta que la preocupación de muchos era que el puesto fuera asumido por alguien que no tuviera las herramientas para ayudar a diseñar un plan de búsqueda e identificación en masa. 

Y es que entre la larga lista de funciones que tiene Monzón, se contempla diseñar y poner en marcha planes nacionales y regionales de búsqueda de personas, fortalecer y agilizar los procesos de identificación de restos en coordinación con el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. 

Monzón parte con la bendición de las organizaciones sociales que la postularon. "Saludamos nombramiento de Luz Marina Monzón como directora de la UBPD", trinó OXFAM Colombia, tan pronto se conoció la noticia. Pero el reto que tendrá es mayúsculo partiendo de la idea de que a lo largo de 45 años, cada día tres personas desaparecieron forzosamente en Colombia. Esa fue una de las conclusiones a que llegó el Centro Nacional de Memoria Histórica, después de conocer la investigación más completa y jamás hecha sobre el drama de la guerra en el país.

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"Todo el sistema integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición es una gran oportunidad para que haya más justicia de género en la integración de altas entidades públicas, sobre todo las que tienen que ver con la administración de justicia. Esta es una oportunidad para que el nuevo tribunal quede integrado de una manera mucho más equitativa. Hay que tener en cuenta que el conflicto ha golpeado de manera distinta y particular a las mujeres y por eso creo que nosotras entendemos y tenemos las herramientas para ver qué ha pasado alrededor de temas como el desplazamiento forzado, tortura, homicidio y abuso sexual", respondió Catalina Díaz una de las seleccioandas a SEMANA.

A primera vista, le elección fue plural y diversa. Aunque la Jurisdicción Especial de Paz apenas empieza a tomar forma, de esa parte del diseño se puede decir que las mujeres tienen el sartén por el mango. En medio de una de las más difíciles crisis de la Rama Judicial, son ellas las llamadas a impartir la justicia que ayudará a cicatrizar las hondas heridas que en 53 años dejó el conflicto.