DENUNCIA

Los Rastrojos amenazan a defensores y políticos

Entre las víctimas están organizaciones como Nuevo Arco Iris, Codhes, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrespo, el senador Jorge Robledo y los integrantes del Polo Democrático Alexander López y Guillermo Jaramillo.

20 de abril de 2010

Más de 60 personas y organizaciones no gubernamentales fueron amenazadas por el grupo paramilitar Los Rastrojos en Nariño, Valle, Cauca, Putumayo, Risaralda, Quindío, Tolima, Caldas, Cundinamarca, Meta, Boyacá y Antioquia.

En este grupo están reconocidas organizaciones como Codhes, Nuevo Arco Iris, Fundepaz, Movice y José Alvear Restrepo. También incluyen al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y a políticos como el senador Jorge Robledo, Alexander López y Guillermo Jaramillo, todos del Polo Democrático.

La intimidación provino después “de un nuevo exhaustivo y largo proceso de inteligencia que incluyó seguimientos e infiltraciones directas a organizaciones sociales, entre otras actividades, de varias organizaciones de derechos humanos, desplazados y sindicalistas”, según dice en el panfleto mediante el que amenazaron a los activistas, políticos y líderes indígenas y afrocolombianos.

La mayoría de las organizaciones amenazadas por Los Rastrojos vienen desarrollando trabajos en formación para que los afectados por la guerra sepan reclamar sus derechos. Pero estos paramilitares emergentes ven aquella labor como una “campaña de lavado de cerebro” que piden “suspender de inmediato”.

El objetivo de esta amenaza es “conminar a todas estas organizaciones a dejar de lado el discurso subversivo arcaico en favor de los derechos e ideologías de los narcoterroristas de las Farc y Eln y todos sus cómplices del pasado y del presente, atacando las buenas y nobles intenciones del alto Gobierno a favor de la paz”

Y advierten que si los amenazados no dejan ese supuesto discurso que describen estos delincuentes, “iremos más allá de las amenazas y regresaremos a las actuaciones de los 90 sin piedad ni temor alguno. Nuestras exhaustivas investigaciones nos permiten dar el ultimátum”.

No es la primera vez que estos defensores de derechos humanos son víctimas de las amenazas de este grupo armado ilegal. A menudo, reciben vía fax y correo electrónico panfletos similares.