El programa bandera en educación del expresidente Juan Manuel Santos está a nada de acabarse. La ministra de Educación, María Victoria Angulo, y el nuevo gobierno, determinaron que luego de cuatro generaciones de pilos es inviable la continuidad de la iniciativa.Vea la segunda parte del programa: La principal razón para su descontinuación es la falta de sostenibilidad. Según sostuvo la ministra, se necesitan cerca de 2 billones de pesos para financiar a los estudiantes que ya hacen parte de este programa, es decir, no hay con qué tener más pilos.Además, luego de revisar el hueco del sector educación en el presupuesto de 2019, el Ministerio de Educación decidió que el 50 por ciento de los recursos no podría continuar destinado al acceso a la educación superior de una población de apenas 40.000 estudiantes, es decir, los pilos. Pese a que el número de estudiantes beneficiados del programa no es menor, el alcance de Ser Pilo Paga deja por fuera a muchos otros.Por otra parte, los beneficiarios tenían la opción de elegir dónde (ciudad y universidad) y qué (carrera universitaria) estudiar. En la mayoría de casos se favorecía a las universidades privadas que eran las más demandadas y las universidades públicas quedaban fuera de la inversión de los recursos del programa.El gobierno entregó un parte de tranquilidad a los actuales beneficiarios del programa, comprometiéndose a financiar hasta el final sus carreras. Entre tanto, la idea del Ejecutivo es reemplazarlo por otro modelo que fortalezca la educación superior, apostándole a las instituciones públicas y a la cofinanciación, en la que el Estado se hace responsable de un monto y las universidades de la otra contrapartida.El análisis en Semana En Vivo de María Jimena Duzán con Julián de Zubiría, rector del Instituto Merani, Olga Lucía Velásquez, exrepresentante del Partido Liberal, Roberto Zarama, creador de Ser Pilo Paga y Fabio Sánchez, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes y experto en análisis de políticas educativas.