Acciones para conservar las cuencas hídricas que abastecen de agua a las principales ciudades y proyectos de conservación fueron los protagonistas del espacio. Foto: EAAB. | Foto: EAAB

GRUPO RÍO BOGOTÁ

¿Por qué son importantes las alianzas para la recuperación del río Bogotá?

En el encuentro, algunos voceros de la alianza Grupo Río Bogotá dieron a conocer los proyectos que tienen en favor de este afluente y otros ecosistemas. La seguridad hídrica, los fondos de agua y la restauración, fueron algunos de los temas que predominaron en el evento.

17 de diciembre de 2020

Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y  sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.

El pasado martes 15 de diciembre se reunieron algunos aliados del Grupo Río Bogotá para dialogar acerca de las iniciativas que realizan en favor de este cuerpo de agua y de otros ecosistemas, en el webinar llamado “Iniciativas y Alianzas para proteger el río Bogotá”.

En la primera parte del encuentro, los voceros se refirieron a la alianza que existe entre la multinacional Coca Cola y The Nature Conservancy, TNC, mediante la cual impulsan acciones para conservar las cuencas hídricas que abastecen de agua a las principales ciudades de Colombia y América Latina.

Respecto a esta iniciativa, Daniel Suárez, vicepresidente de Asuntos públicos de Comunicación y Sostenibilidad de Coca Cola Latinoamérica-Centro, comentó que el objetivo de este esfuerzo, además de la conservación, también es inspirar a las otras empresas. “Más allá del logo y la empresa, lo que estamos pensando siempre es en cómo inspiramos a que más personas entren en este esfuerzo de buscar la conservación”, aseguró.

Sumando a la explicación de Suárez, Claudia vásquez, directora de The Nature Conservancy para Colombia, explicó que, si bien Colombia es un país rico en biodiversidad y en fuentes de agua, ya está comenzando a tener problemas con la seguridad hídrica, lo que plantea la necesidad urgente de sumar esfuerzos.

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“Las plataformas conjuntas como los fondos de agua lo que permiten es garantizar una seguridad hídrica para el país y cada uno de los actores. Se abre entonces en ellos la participación de un actor público, pero también del sector privado y del sector económico. Adicionalmente, se abren espacios para la innovación, para buscar herramientas eficientes para que todos podamos lograr esta seguridad”, manifestó.

Julián Cardona, coordinador de Sostenibilidad e Innovación Financiera de TNC Colombia, aprovechó para explicar que los fondos de agua son entidades que le permiten a todas las personas de un territorio establecer una visión a largo plazo sobre qué tipo de relación se tiene con el agua. “Estos espacios también le dan la oportunidad a la sociedad de que participe y tenga injerencia en lo que va a pasar con el recurso hídrico”, dijo.

Para poder articular estas iniciativas, John Freddy Navarro, director del Fondo de Agua Bogotá Región, explicó que no hay que firmar un convenio. “Lo que se necesita primordialmente es un interés común. Así, estos permiten hacer alcanzables los recursos necesarios para llevar a cabo estos proyectos”, aseguró.

Para dejar claro la forma en la que se articula la comunidad con los recursos, Navarro usó un ejemplo. “Si un ciudadano cuenta con dos hectáreas. Una para la conservación y una para trabajar porque necesita ingresos, lo que hacemos es ayudarle a esa persona a que, por ejemplo, deje de utilizar fertilizantes. Se trata de que entre todos protejamos el agua y la tierra. Todos los esfuerzos suman”.

Para finalizar esta parte de la discusión, los cuatro panelistas llegaron a importantes conclusiones con respecto al papel del sector privado en la conservación del medioambiente. Una de ellas es que es necesario inspirar a otras empresas para hacer la diferencia. También concluyeron que los privados deben generar valor a través de su actividad y que el problema de la seguridad hídrica debe articular a los actores del territorio en busca de una solución. Por último, los voceros reiteraron la importancia de trabajar juntos, “a la deriva puede que no logremos la diferencia que estamos buscando”, señalaron.

Para los panelistas la integración de todos los actores puede llegar a marcar la diferencia en los entornos cercanos y en la país. Foto: Nicolás Acevedo. 

En el segundo panel del encuentro, por su parte, el Banco de Bogotá y la Fundación Natura explicaron su proyecto de restauración. A través de este, ambas organizaciones fomentan la reforestación y la conservación de los ecosistemas con la siembra de árboles en la reserva el Encenillo, ubicada en Guasca, Cundinamarca, y que impulsan a través de la Carrera Verde en Bogotá.

Clara Solano, directora de la Fundación Natura, contó cómo surgió esta idea y cómo es su funcionamiento. “Durante mucho tiempo en la fundación estuvimos pensando cómo establecer diálogos distintos con la sociedad, cómo dar un paso distinto en la lógica de la innovación. Vimos que esta era una idea que ya se había implantado en otros países y nos pareció que también podíamos implantarla en Colombia”, afirmó.

Según explicó Solano, por cada corredor que participe en la carrera se siembran tres árboles en la reserva. Además de esta, la fundación también usa la plataforma de la carrera para comunicar a cada participante cómo será la siembra y qué especie se va a sembrar. También invitan a los corredores, así como a los aliados y sus familias, a ser parte de la siembra. “La idea es que ellos vivan todo el proceso”, dijo.

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Este proyecto, tiene alto impacto en la reserva en donde desarrollan, desde hace ya unos diez años, un programa de recuperación. “Adquirimos áreas que estaban profundamente degradadas en la cuenca alta del río Bogotá y poco a poco las hemos ido reverdeciendo”.

A esta iniciativa se sumó el Banco de Bogotá, luego de calcular su huella de carbón en el medioambiente y revisar qué se podría hacer para mitigarla. Así lo explicó Ana Alejandra Jiménez, gerente de Sostenibilidad del Banco de Bogotá.

“Natura se nos acercó para contarnos acerca de la carrera. Vimos que era un proyecto integral. Nunca tuvimos dudas sobre participar. Lo hicimos con total convicción y compromiso. Ya llevamos cinco años en él”, dijo.

Para mencionar las razones por las que el banco decidió sumergirse en la innovadora iniciativa, Jiménez contó que la entidad financiera tiene un compromiso que parte desde su estrategia de sostenibilidad. “Nosotros tenemos dentro de esta dos pilares: los negocios sostenibles y el medioambiente. Consideramos que es muy importante que desde el interior, desde nuestros trabajadores y colaboradores, seamos conscientes del impacto que tenemos en nuestro entorno para que, al compartir con el exterior todas estas líneas de desarrollo, lo hagamos con coherencia”, afirmó.

Con la Carrera Verde, en los seis años que se ha realizado, se han sembrado un total de 156.000 árboles y se han movilizado más de 7.100 kilos de desechos electrodomésticos y medicamentos.

Se planea que estos números puedan seguir aumentando, para así reverdecer prontamente este espacio ecológico. Para impulsar esta meta y otras iniciativas medio ambientales y de recuperación del entorno, ambas panelistas estuvieron de acuerdo en que hay que tener un contacto permanente con los públicos potenciales. De igual forma, afirmaron que las pequeñas acciones empiezan desde el hogar y las decisiones que se toman en el día a día. “Tenemos que hacerlo por la salud del planeta, de nosotros. Porque nos estamos enfrentando a cambios que todavía no alcanzamos a dimensionar”, terminó Solano.