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Se voló otro narco de La Picota

Jueves, 2 de marzo, 11:30 horas. Lo que pasó ayer en el pabellón de máxima seguridad de la cárcel La Picota sólo deja una sensación amarga: los presos del país siguen encarcelados porque no tienen plata o porque no se quieren fugar.

27 de marzo de 2000

Jueves, 2 de marzo, 11:30 horas. Lo que pasó ayer en el pabellón de máxima seguridad de la cárcel La Picota sólo deja una sensación amarga: los presos del país siguen encarcelados porque no tienen plata o porque no se quieren fugar. La corrupción ha llegado a tal punto que el día en que los Rodríguez Orejuela se quieran escapar lo más seguro es que no tendrían ningún problema en hacerlo.

Así quedó demostrado ayer con la fuga del estadounidense James Spencer Springette, capturado el 2 de febrero de 1999, quien iba a ser extraditado a Estados Unidos. El recluso atravesó nueve puertas del pabellón de máxima seguridad de la cárcel La Picota hasta alcanzar la salida. Spencer estaba condenado en su país a cadena perpetua por tráfico de drogas. Las primeras investigaciones señalan que escapó metido dentro de un colchón, situación que es poco creíble cuando el reo, con 1,90 m de estatura, cruzó nueve puertas entre un colchón y nadie se dio cuenta. El general Rosso José Serrano destituyó a los 15 policías y ordenó abrirles investigaciones penales.