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El mapa político colombiano. Una nueva realidad

La realidad política del país nos está llevando a un escenario en el que los colombianos no habían estado nunca y es la disputa por modelos de sociedad diferentes.

Ariel Ávila, Ariel Ávila
19 de diciembre de 2018

Lo que ha sucedido en el Congreso de la República en las últimas semanas, para algunos analistas muestra una situación en la cual hay un Congreso descontento por falta de mermelada y un gobierno que quiere cambiar las reglas de relacionamiento con el Congreso. De hecho, esta es la idea que más se escucha entre expertos y analistas políticos. Es decir, se termina justificando el fracaso del gobierno en el Congreso a partir de la ausencia de mermelada. Pero en la vida real la situación es más crítica, tal vez, expertos y analistas no han entendido que la política colombiana está cambiando. Hay tres grandes hechos en esta nueva realidad.

En primer lugar, los resultados electorales de 2018 han mostrado tres tipos de electorado. El primer grupo se ubica en la derecha y la centro derecha, es una sociedad que no quiere cambios de ningún tipo, que se asusta con los avances de derechos de minorías sexuales, de la mujer y grupos étnicos. Además, muchos de ellos se ligan a grupos religiosos y no creen en un Estado fuerte interviniendo la sociedad. Al otro extremo, está el grupo más joven, que está cansado del modelo de sociedad que tenemos, aborrece la corrupción, cree en derechos posmateriales y promueve cambios sustanciales en el modelo económico. En la mitad hay un grupo de personas que quiere algunos cambios, no todos, pero que los quieren lentamente. El tema que quedó claro en las jornadas electorales de 2018, es que esta vez la sociedad colombiana priorizó su voto sobre temas  éticos y morales y no sobre temas de racionalidad económica. Esto significa que el comportamiento electoral será más eficiente en los partidos más coherentes ideológicamente. Esos partidos “atrapatodo” la tendrán un poco difícil en los próximos años.

El siguiente hecho de la realidad política del país fue el comportamiento de los partidos políticos en el Congreso de la República. En lo fundamental, estos han priorizado no solo los cargos burocráticos, sino también algunos principios políticos. El tema de defensa del acuerdo de paz por parte del Partido de la U, liderado por Roy Barreras, o lo hecho por Cambio Radical en algunos temas, muestran que los partidos tradicionales han entendido que el votante ha comenzado a cambiar. El tercer hecho de la realidad política, obviamente, es la consulta anticorrupción, cerca de 12 millones de personas salieron a votar sin maquinarias, sin dádivas o coerción electoral. El rechazo a las viejas prácticas políticas es increíble en la Colombia de hoy.

Por ende, la realidad política del país nos está llevando a un escenario en el que los colombianos no habían estado nunca y es la disputa por modelos de sociedad diferentes. No se trata de que existan matices entre partidos u opiniones diferentes sobre temas particulares. Se trata de que los parámetros morales y éticos bajo los cuales las personas entienden la sociedad se están redefiniendo y algunos quieren cambiar y otros no. La gran pregunta es si este proceso de trasformación de la jerarquización electoral cobijará las elecciones locales y regionales de 2019, las cuales han sido las más clientelistas por excelencia. La respuesta, al menos inicial, es que sí las cobijará, pero se desarrollará principalmente en las grandes ciudades.

De ahí la necesidad de que los candidatos y candidatas de las grandes ciudades estructuren su discurso bajo el pragmatismo temático de siempre, pero también bajo una concepción ideológica clara del modelo de ciudad que buscan construir. En todo caso, esta transición puede retroceder o avanzar, aún es muy pronto para definir el futuro del debate político en Colombia.