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ARQUITECTURA-ARQUITECTOS-CIUDAD

Semana
29 de noviembre de 1982

Los arquitectos finalmente hemos descubierto la ciudad y este descubrimiento produce distintos tipos de alarma en la profesión, amén de producir literatura en abundancia .Es, quizá un poco tarde, en cuanto lo que hoy en día queda como Ciudad" en Colombia, parece más bien un campo de batalla en el que el Estado,la empresa privada,los arquitectos e ingenieros y el pueblo "están tratando de sobrevivir en dura competencia que, como ya es sabido,la llevan ganada los que manejan intereses económicos y políticos de diversas magnitudes .
Un examen de cerca del descubrimiento de la ciudad puede producir una primera decepción. No todos los arquitectos han descubierto la ciudad tan sólo unos pocos,quizá los mismos que desde hace años han intentado mejorarla. Pero al fin y al cabo se "habla" hoy de la ciudad ;el tema hace parte de la comidilla arquitectónica e inclusive permea los estamentos legales y se filtra en reuniones académicas.
El descubrimiento colombiano no es autónomo,como muchos de nuestros descubrimientos .Llegó de fuera ,a través de viajeros que han ido a los templos del saber occidental y a través de los libros que inevitablemente y a pesar del considerable retardo, llegan a los estantes de las librerías locales.
La fecha de algunos de estos libros causa cierto rubor,llevan más de diez años de publicados. Causa también rubor reconocer que los defensores nacionales de la ciudad no han sido atendidos debidamente y que se han atendido los planteamientos de otros "desinteresados" arquitectos que han causado daños irreparables,arquitectos con doble personalidad: la de los congresos y seminarios y la de su empresa privada.
Al explorar nuevamente el asunto quiza nos llevemos una segunda decepción: la ciudad ya ha sido descubierta por los interesados en usufructuar la tierra y el espacio, los que actualmente manipulan los medios, legales e ilegales, para obtener el máximo de usufructo a costa de la ciudad. El Estado juega en esto un papel importante y aporta uno que otro golpe, especialmente a través del manejo vulnerable y acomodaticio de las normas urbanas que,al igual que algunos empleados públicos, son de libre nombramiento y remoción".
Veamos ahora cómo se ha descubierto la ciudad Se aprecia claramente que buena parte de los descubridores recientes han dado una versión "Intelectual" del problema; una visión estética. Esta es la parte académica del asunto .Otros ,en menor cantidad proponen la ciudad como hecho viviente cultural,en el que existen y coexisten pasado, presente y futuro de la sociedad ,en el que hay "genius loci ",espíritus locales, expresiones y flujos vitales. Cada parte del descubrimiento tiene su más y su menos .La visión intelectual propone interesantes reflexiones sobre la ciudad como hecho social y f isico y maneja de diversas maneras la historia,la cultura y el espacio.
La vision cultural,en cierta medida mas cercana al problema latinoamericano y mas propcia para un enriquecimiento local, cuenta igualmente con interesantes propuestas y manifestaciones. Es obvio que ya existen en Colombia tendencias similares y adictos o adeptos a una y otra ;división bastante inexplicable cuando a nivel nacional no se ha producido todavía un planteamiento que se base con cierta exactitud en las situaciones y necesidades específicas de las regiones y ciudades.
¿En qué consiste el descubrimiento ? Lo más evidente del problema radica en el reconocimiento de que la arquitectura de edificios aislados, absolutos, no sólo no cumple un papel en la ciudad sino que eventualmente la obstaculiza y la destruye. El aislamiento de los edificios no es un problema únicamente físico o espacial; es el aislamiento de la historia ,de la cultura o del "Espíritu" del lugar. Es la distancia existente entre el motivo del edificio y el motivo de la vida urbana . Ejemplos de esto abundan entre nosotros.
Tómese uno de los más recientes y de mayor impacto, el Centro de Convenciones de Cartagena, cuya presencia en ese sitio llega a parecer inexplicable. La recuperación de la vinculación entre arquitectura y ciudad es entonces una de las consignas del nuevo planteamiento.
La necesidad de recuperar esa vinculación no necesariamente proviene de una nostalgia súbita por la ciudad antigua y sus valores, como puede parecer por la recurrente alusión a esos tópicos. Sí puede provenir del reconocimiento intelectual y real de la catástrofe urbana actual y del impacto negativo que sobre el espacio habitable ha tenido la intervención convencional del arquitecto, ligada esencialmente a intereses económicos y a intereses muy particulares de su concepción arquitectónica. La "Ciudad bandeja"; el espacio neutro que surgió con los planteamientos básicos de la arquitectura moderna, no sólo se aceptó como el medio ideal para colocar edificaciones aisladas y distintas. Sirvió también, a través de la planificación urbana, para neutralizar las posibilidades de control cultural del espacio urbano y para manejar normas genéricas que redujeron el problema de la arquitectura en la ciudad a indices, aislamientos y paramentos.
El descubrimiento arquitectónico de la ciudad permite que se reúnan en su solo y amplio conjunto, las inquietudes actuales sobre el patrimonio cultural y sobre la existencia y destino del espacio público, amen de suministrar un campo igualmente rico en posibilidades de estudio sobre la identidad visual de la arquitectura de edificios.
Ese poder sintetizador del nuevo punto de vista es quizá el aporte mayor que hace a una labor profesional que por demás se presenta actualmente desgastada y apática. Más que actos de contrición, como los que ahora y con cierta frecuencia se escuchan,se requiere una actitud dinámica de investigación, docencia y práctica arquitectónica que logre, de un modo u otro, hacer al menos ciertas grietas en la sólida masa de intereses que actualmente atentan contra la ciudad. Especialmente el poder financiero que mediante préstamos y jugosos honorarios ,rompe voluntades con gran facilidad y atrae profesionales con la célebre frase: "can make you a star ".
Una de las enormes ventajas ,o quizá la peor desventaja de vivi r en las postrimerías del siglo XX, es la de participar de una expansión de la conciencia colectiva que no había tenido precedentes. Esta expansión paradójicamente no se extiende social o culturalmente; es todavía un lujo de los seres informados y de círculos restringidos. Se tiene hoy en día conciencia de los problemas ambientales y culturales de la sociedad ,lo mismo que del fracaso de los sistemas políticos y económicos actuales. Los últimos reductos de la "inocencia " han sido desbaratados.
Alberto Saldarriaga, arquitecto y urbanista, es en la actualidad catedrático de la Universidad de los Andes.