Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN

Bogotá con exceso vehicular

Nada más oportuno que el día sin carro del pasado jueves, para hacer una evaluación del servicio de transporte vehicular en la Cpapital de la República.

Uriel Ortiz Soto, Uriel Ortiz Soto
8 de febrero de 2019

1º- Buses y busetas de servicio público: se observó que, en su mayoría, hacia las 8 de la mañana y las 6 de la tarde, circulaban casi que vacías, con excepción de algunas, que llevaban un mínimo de pasajeros.

2º-  Servicio de transporte público integrado: buses azules, con capacidad hasta para 80 pasajeros, se les vio prestar el servicio en las mismas horas, casi que totalmente desocupados.

3º- Servicio de Transmilenio: en algunas terminales hubo congestión, en otras se vieron casi que desocupadas, no se observó el espectáculo de siempre: personas, que, por ahorrarse el pasaje, saltan las mallas.

4º- Servicio de taxis: de un número de 10 taxis en observación, se comprobó que un máximo de 4, llevaban pasajeros, los demás desocupados.

5º- Servicio de Uber, no se vieron por ninguna parte, puesto que una de sus actividades, es precisamente pescar en río revuelto.

6º- Vehículos con permiso para circulación: no presentaron ninguna congestión y su comportamiento se limitó a cumplir con los horarios asignados.

7º- Transporte de servicio particular: en este caso hay que analizar que existen vehículos particulares que prestan servicio público y de uso personal.

  1. Vehículos particulares de servicio público: es bastante notorio en personal de pensionados y de profesionales recién egresados, que mientras despegan en sus actividades, se dedican a prestar servicio de transporte público en vehículos particulares.
  2. Vehículos particulares de uso personal: en este punto considero que hace falta una mayor concientización, para que el uso de transporte particular – personal, sea lo adecuadamente bien utilizado.

8º- Transporte en motos y en bicicletas: la ciudad se vio totalmente descongestionada sin estos vehículos, aunque están tomando fuerza, falta crear más conciencia y adecuar más vías para su circulación.  

En conclusión, si bien es cierto que el servicio de transporte público y privado en la Capital de la República es caótico; hay que aceptar, que está mal manejado y hay que reducirlo a sus justas proporciones, puesto que su uso y utilización en forma inadecuada, es lo que genera: caos y al mismo tiempo inseguridad, según informes de autoridades de policía en el día sin carro, el índice delincuencial bajó notablemente.

urielos@telmex.net.co



 




Noticias Destacadas