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BANDEJA PAISA

Semana
15 de noviembre de 1999

No me refiero a ese delicioso platillo antioqueño que trae de todo: carne molida, arroz,
chicharrón, huevo frito, tajadas de plátano y arepa, que lo deja a uno de catre. Hablo de otra bandeja paisa, la
de los paisas que están de moda. Un escogido grupo de antioqueños que están sonando para todo. De entre
ellos es muy probable que salga el sucesor de Andrés Pastrana,para lo que hay candidatos de todos los
estilos y para todos los gustos. Pero más exótico aún, de entre ellos hasta podría salir el próximo alcalde de
Bogotá.
Esta novedosa bandeja paisa está compuesta por Noemí Sanín, Fabio Valencia Cossio, Alvaro Uribe Vélez,
Juan Camilo Restrepo, y María Emma Mejía, todos ellos protagonistas de la historia política del momento.
Después de su indudable éxito electoral, Noemí ha demostrado la seriedad de sus aspiraciones presidenciales
matriculándose en una universidad de Boston para estudiar economía, razón por la cual se ha
autosilenciado. Y a pesar de estar temporalmente ausente del país, conserva sus elevados índices de
popularidad, lo que demuestra que son muchos los colombianos empeñados en que ella sea la primera mujer
presidente de Colombia.
El caso de Fabio Valencia es bien curioso. Logró la hazaña de fortalecer su imagen después de su paso por
el Congreso, y no al contrario, como les sucede a muchos. No solo demostró un manejo impecable de la
mesa directiva del Senado, donde practicó la austeridad y la disciplina, sino que exhibió un liderazgo que
resultó definitivo para el gobierno durante su primer año de vida. Pero además, Fabio Valencia es una de las
principales armas del presidente Pastrana en el tema de la paz, y si en eso llega a sonarle la flauta es
indudable que sus aspiraciones presidenciales se verían claramente fortalecidas.
En cuanto a Alvaro Uribe Vélez, la cosa es al contrario. Si en los próximos meses la guerra con la
subversión se recrudece, y las conversaciones de paz no logran llegar a puerto seguro, el péndulo de la
política muy seguramente se inclinará por este antioqueño, que tiene fama de duro y de frentero. Como
Noemí Sanín, Alvaro Uribe ha dedicado varios de sus recesos políticos a prepararse académicamente para
ser presidente de Colombia. No sería raro, entonces, que su carácter de liberal de derecha se convierta en una
cotizada cualidad que podrían eventualmente buscar con afán los colombianos.
El caso de Juan Camilo Restrepo es casi único. Su prestigio parece estar protegido por una capa de
teflón a la hora de confrontarlo con las dificultades actuales de la economía: aparece escogido en las
encuestas como uno de los mejores ministros. El país ve en él a un hombre capaz que está haciendo todo lo
posible. Por eso, a pesar de la recesión, este antioqueño continúa manteniendo una fuerte credibilidad, al
punto de que si hoy se retirara de su cargo estaría en condiciones de dar la pelea por la Presidencia.
Pero sin duda la principal hazaña es la que podría protagonizar María Emma Mejía, si se decide a
participar en la competencia por la Alcaldía de Bogotá.
El prestigio de esta ex ministra antioqueña es tal, que actualmente suena para todo, menos para arzobispo.
Al punto de que la única duda que podrían encontrar sus aspiraciones a la Alcaldía es la de si más bien se
espera un poco, y aspira a ser candidata a la Presidencia. No se ha equivocado en el camino que escogió
para fortalecerse políticamente, el de su propio partido, en el cual no solo se ha convertido en la figura más
vistosa del momento, sino que su papel en el ingreso del Partido LiberAl a la Internacional Socialista fue
definitivo.
¿Qué tal sería María Emma al frente de la Alcaldía de Bogotá? Suponiendo que resulte tan emprendedora y
tan ejecutiva como el alcalde Peñalosa, a quien los bogotanos poco a poco han comenzado a reconocerle
los méritos de su gestión, ella le llevaría al alcalde una ventaja indudable: su carisma popular. O "pielecita",
como ella misma define esa cualidad suya que la acerca tanto a la gente, y que constituye en cambio quizás
la principal falencia de Enrique Peñalosa .
Sus eventuales contendores, Antanas Mockus y Moreno de Caro, saben que María Emma tiene grandes
posibilidades de derrotarlos. Al primero, porque a pesar de haber sido un buen alcalde hay muchos
bogotanos que no le perdonan que los hubiera dejado colgados de la brocha para aspirar a la Presidencia.
Al segundo porque no logró romper las resistencias de la clase media y alta de Bogotá, y porque las
payasadas que ha protagonizado en el Congreso han sido lo suficientemente dicientes en relación con
la que sería su gestión en la Alcaldía.
De los días en que Antioquia quería ser república independiente, a los actuales, en los que estamos a punto
de vivir el fenómeno de que el próximo presidente sea antioqueño _o eña_ y que una antioqueña maneje
las riendas de Bogotá, ha transcurrido un gran trecho. Es la nueva versión de la bandeja paisa, que viene con
todo.
Entretanto... ¿Alguien se atreverá a decirle al Defensor del pueblo lo ridículo que se ve con ese sombrero
tipo safari?

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