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JUAN MANUEL CHARRY

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Bogotanizar Cundinamarca

La participación de los electores capitalinos permitiría que el gobernador representara los intereses de los bogotanos en el departamento y la coordinación con sus municipios.

Juan Manuel Charry Urueña
2 de noviembre de 2023

Bogotá es la capital de la República, por lo tanto, es la sede de los órganos y ramas del poder público nacional. También es la capital de Cundinamarca, entonces es la sede de las autoridades del departamento. Además, se organiza como Distrito Capital, en consecuencia, goza de un régimen especial en cuanto a lo político, fiscal y administrativo.

Según el Dane, somos casi ocho millones de habitantes, en un territorio distrital de 1.636 km², dividido en 20 localidades, la más pequeña La Candelaria con 1,83 Km², la más grande Sumapaz con 780,96 Km², casi la mitad urbana y la otra rural. La actividad económica de $ 352 billones representa algo menos del 25 % del PIB nacional.

El presupuesto total para este año fue decretado por $ 31,5 billones, de los cuales $ 26,1 billones (82,8 %) son para inversión; $ 3,9 billones (12,3 %), para funcionamiento, y $ 1,6 billones (4,9 %), para servicio de la deuda. ¡Increíble!

El Acto Legislativo 2 de 2020 creó la Región Metropolitana de Bogotá, como un régimen especial de asociación del Distrito Capital, Cundinamarca y los municipios del mismo departamento que compartan dinámicas territoriales, ambientales, sociales y económicas, sin perjuicios de otras formas de asociación y la posibilidad de que los municipios circunvecinos se incorporen al Distrito. Lamentablemente, no ha sido fácil la coordinación de unos y otros.

En mi opinión, el error ha sido que los electores de Bogotá no participan en las elecciones departamentales, a pesar de que esta sea su capital.

El contraste es grande con el departamento de Cundinamarca, lógicamente con una menor población, 3,5 millones de habitantes; un territorio mucho más grande de 24.210 km², dividido en 116 municipios, con un PIB inferior de $ 91,9 billones que constituye el entorno inmediato de Bogotá.

La existencia de la capital se debe a la maravilla geográfica del altiplano: “2.600 metros más cerca de las estrellas”, una especie de remanso, seguro y hóspito en medio del trópico, desde épocas de la conquista y aún hoy destino para desplazados por la violencia y la pobreza. El conglomerado más grande del país con economía de servicios, pero está a más de mil kilómetros del puerto de Cartagena y a más de 500 km del de Buenaventura, entre cordilleras.

Una forma de superar los personalismos políticos locales y regionales, que dificultan la coordinación de Bogotá con sus vecinos, en mi opinión, es permitir que los electores del distrito participen en las elecciones departamentales. En otros términos, el desarrollo de la región se logra “bogotanizando” el departamento.

La participación de los electores capitalinos permitiría que el gobernador representara los intereses de los bogotanos en el departamento y la coordinación con sus municipios, sin necesidad de crear entidades, ni burocracias, como tampoco incurriendo en gastos innecesarios, dejando la política el juego de los planes, programas y principales obras.

Hagamos de Cundinamarca el sitio especial que fue Bogotá para sus nativos fundadores, como lo ha sido para los muchos desplazados de distintas generaciones.

Cita de la semana: “La democracia no era tan sencilla como parecía.” La caída de los gigantes, Ken Follett.

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