OPINIÓN

Conozca a Teodoro Obiang, dictador de Guinea Ecuatorial

Como jefe de la Guardia Nacional, su trabajo fue tan macabro que el país llegó a ser conocido como el "Auschwitz de África". Hoy gasta millones de dólares en la limpieza de su imagen.

Semana
22 de agosto de 2012

En 1979, Teodoro Obiang Nguema derrocó a su tío Francisco Macías Nguema, quien por entonces era dictador de Guinea Ecuatorial. Macías había aterrorizado al país durante 11 años, asesinado a sus opositores y saqueado el erario público, todo ello con una desenfrenada sed de sangre. Se estima que más de un tercio de la población del país fue asesinada o expulsada, aunque se desconoce el número exacto de muertos. Obiang era el hombre de confianza de Macías, le sirvió como jefe de la Guardia Nacional y como carcelero de la infame cárcel "Playa Negra", el centro de tortura del régimen. Su trabajo conjunto fue tan macabro, que el país llegó a ser conocido como el "Auschwitz de África". Proporcionalmente, entre los dos mataron a más personas que los nazis en Europa. Obiang hizo que su tío fuera fusilado, cerró la cortina sobre todos los crímenes que habían cometido juntos, se declaró un Dios y ha gobernado Guinea Ecuatorial desde entonces.
 
Luego de 33 años y una letanía de abusos contra los derechos humanos, Obiang se ha vuelto más consciente de su reputación internacional. El "líder supremo" gasta millones y millones de dólares, desde Washington hasta la ONU, en la contratación de especialistas en lobby y relaciones públicas, con el objetivo de limpiar su imagen. El principal es Qorvis Communications, una firma con sede en Washington, cuyo trabajo para Obiang va desde influenciar la cobertura de noticias en The New York Times y The Associated Press, hasta la circulación de comunicados de prensa con títulos como "El presidente Obiang mejora el sistema político de Guinea Ecuatorial", donde se retrata al presidente "impulsando reformas legales" y al gobierno haciendo un esfuerzo por "alcanzar de manera sistemática y progresiva una mayor democracia y pluralismo".

¿Pero quién es Obiang, más allá de estas alabanzas compradas? Una abrumadora mayoría de las personas en el mundo ni siquiera ha oído hablar de Guinea Ecuatorial. Se trata de un pequeño país de aproximadamente 700.000 habitantes, muy rico en petróleo y ubicado en África central. La realidad bajo este régimen totalitario, –como ser las elecciones fraudulentas, la estricta censura, las torturas rutinarias y el asesinato de disidentes– es disimulada por la gran riqueza petrolera del país. Un ex embajador de EE.UU. sintetizó esta situación a la perfección: "En realidad, no se trata realmente de un gobierno, sino de una conspiración criminal familiar que maneja el país".

Recientemente, los Obiang han extendido sus influencias al campo de las actividades sin fines de lucro. Este mes, los Obiang están patrocinando una importante cumbre para lavar su reputación: La IX Cumbre Sullivan, organizada por la Leon H. Sullivan Foundation (Fundación Sullivan). ¿Acaso existe una mejor manera de disfrazar a los violadores de derechos humanos, que organizar una conferencia sobre derechos humanos?

Algunos de los participantes estadounidenses han sido llamados a contribuir con una suma simbólica de 2,012 dólares por concepto de gastos. La cumbre reunirá a 600 invitados de Estados Unidos, 1500 invitados de África y centenares de invitados de América Latina, cuya única función será aplaudir durante la infame cumbre. El "alquiler" de este evento —con el público incluido— representa el mayor esfuerzo de relaciones públicas que los Obiang han librado hasta el momento, y es probable que sea el preludio de una ofensiva mayor en el futuro. A su vez, los organizadores de la cumbre han subcontratado a la firma Gamut International para que maneje sus relaciones públicas. ¿Derrames de petróleo, dictadura, orden de captura internacional? No hay problema, Gamut y Qorvis se encargarán conjuntamente de todo ello.

A través de estos tres grupos con sede en Washington, los cleptócratas Obiang —que durante tres décadas han desviado la riqueza de Guinea Ecuatorial hacia sus bolsillos—pretenden ingresar en la élite del lobby en materia de derechos civiles de Estados Unidos.

El consejo de la Fundación Sullivan incluye al ex presidente de EE.UU. Bill Clinton; al ex presidente de Ghana John Kufuor; al Rey Mohammed VI de Marruecos; al ex secretario de transporte de EE.UU. Rodney Slater; al vicepresidente de recursos humanos de Chevron Joe Laymon; al abogado de derechos civiles Ernest Green; y al profesor universitario Marc Lamont Hill.

Independientemente del grado de participación real en las decisiones que tengan los miembros del consejo de la organización, es indudable que el director de la fundación, Andrew Young, ha puesto la reputación de la organización y su personal a disposición de Obiang. Él y la presidenta de la fundación, Hope Masters Sullivan, han viajado varias veces a Malabo para reunirse con Obiang en privado antes de la celebración de la cumbre.

Varias universidades han vendido títulos honoríficos a Obiang. La mayoría de ellas son instituciones académicas insignificantes, sin reconocimiento en sus propias comunidades. Sin embargo, para un psicópata narcisista, el reconocimiento y el respeto pueden significar la diferencia entre la euforia y la depresión. La mayoría de estos "académicos" estarán representados en la cumbre. En los sitios de Internet de algunos de ellos, se puede observar como refieren con orgullo que participarán del evento.

De manera adicional, la cumbre espera la presencia de varias estrellas de la NBA —jubiladas y activas— a quienes se ha ofrecido sustanciales sumas de dinero para confirmar su asistencia. El hijo del presidente, Teodorín, ahora vicepresidente de Guinea Ecuatorial, ha expresado públicamente su deseo de jugar al baloncesto con los grandes de la NBA. La Fundación Sullivan está haciendo todo lo posible para que esto suceda.

Actualmente, Teodorín es buscado en Francia por lavado de dinero. El 25 de junio pasado, Teodorín celebró su cumpleaños con una lujosa fiesta realizada en Guinea Ecuatorial, que incluyó un show del rapero Fat Joe de Miami, a cambio de un monto de dinero que no fue revelado. La cantante argentina-española Chenoa también fue contratada para cantar el cumpleaños feliz al aprendiz de tirano. Lo cierto es que este asunto tiene un inquietante parecido con el reciente escándalo generado por la visita de Hilary Swank al dictador de Chechenia —para celebrar su cumpleaños— junto a otros famosos como Seal, Jean Claude Van Damme y Vanessa Mae.

Human Rights Foundation pudo acceder a la lista VIP de invitados estadounidenses a la Cumbre Sullivan, aquellos que viajarían con todos los gastos pagados. La lista incluye a los alcaldes Alvin Brown y Michael Nutter; los analistas políticos Roland Martin y Donna Brazille; los reverendos Al Sharpton y Jesse Jackson; los artistas Chris Tucker y Louis Gossett Jr.; los atletas Earl Monroe y Ramses Barden; los cantantes Stevie Wonder, J. Cole, y Jill Scott; el famoso chef Jeff Henderson; la periodista deportiva y autora Donna Richardson; la directora ejecutiva de Johnson Publishing Desiree Rogers; la relacionadora pública estrella Terrie Williams; la analista de negocios Melinda Emerson; el ganador del reality show "El Aprendiz" Randal Pinkett; "el psicólogo de Estados Unidos" Jeff Gardere; y Benjamin Crump, abogado de Trayvon Martin. Sinceramente, esperamos que estas personas rechacen la oportunidad de viajar para agasajar a un gobierno considerado lo "peor de lo peor" de acuerdo con Freedom House.

Nos preguntamos, ¿cuántos millones del clan de Obiang fueron destinados a la Fundación Sullivan, a sus entidades asociadas y a las empresas familiares, a cambio de este nivel de atención y muestra de sumisión? Los registros revelan que Qorvis recibe un pago de 60.000 dólares al mes para manipular la verdad y sostener que el dictador de mayor antigüedad en África está haciendo “reformas democráticas”. Sin embargo, a diferencia de Qorvis, la Fundación Sullivan no tiene que revelar hasta qué grado recibe financiamiento de la dictadura de Obiang.

Recientemente, tanto Human Rights Foundation como EG Justice, ambas organizaciones de derechos humanos que se enfocan en la protección de las libertades y derechos civiles, han escrito a la Fundación Sullivan, con copia a todos los miembros de su consejo, solicitando información y pidiendo la cancelación de la cumbre. Nuestras cartas han sido ignoradas.

Las organizaciones con sede en países libres y democráticos tal vez estemos equivocadas en indignarnos, ya que el propio gobierno de Estados Unidos, a pesar sus discursos sobre los derechos humanos en África, ha mostrado un liderazgo muy pobre en la materia.

Líderes internacionales respetados como Condoleezza Rice, Barack Obama, Ban Ki-moon, Kofi Annan, Lula da Silva, Nicolás Sarkozy, y muchos españoles como Miguel Ángel Moratinos, José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono, y Mariano Rajoy suelen hacer la venia, o más, y sonreír ampliamente cada vez que se reúnen con el presidente Obiang (o cuando lo van a visitar sin permiso del gobierno). La riqueza y poder de este líder de la "Kuwait de África" es tal que sus pares democráticos en el mundo no pierden oportunidad alguna para adularlo. Mientras tanto, el pueblo ecuatoguineano vive desprovisto de derechos y sin percibir beneficio alguno de la riqueza petrolera del país.
 
Para identificar a los culpables de la tragedia que vive Guinea Ecuatorial no hay que apuntar únicamente a Obiang, sino responsabilizar también a sus amigos, porque el fascismo no triunfa sin ayuda.

*Thor Halvorssen es presidente de Human Rights Foundation, organización con sede en Nueva York, y Tutu Alicante es presidente de EG Justice, organización con sede en Washington DC.

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