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Cosas inteligentes

Las comunicaciones serán cara a cara, reales o virtuales, y es posible que no se pueda notar la diferencia.

Semana
15 de julio de 2002

Para 2022 los humanos seran la vasta minoría de los usuarios de Internet. Artefactos o dispositivos, como los teléfonos inalámbricos y móviles, habrán hecho todo menos desaparecer. En cambio viviremos en un mundo de 'cosas' que se comunican, con inteligencia incrustada o fija, en todas partes. Cada píldora en un frasco hablará con las demás píldoras del frasco y sabrá si debe estar o está en nuestro estómago. Mucho antes de eso habrá más muñecas Barbie en Internet que americanos.

¿Por qué nos dirigimos hacia allá? Porque las comunicaciones inalámbricas migrarán a dispositivos y regiones cada vez más pequeños, ofreciendo el potencial para una inteligencia colectiva que antes era inimaginable. Nuestro entorno físico (por ejemplo, la ropa o el carro) actuará como un cerebro distribuido, con cada parte funcionando de forma local pero altamente interconectada.

Para entonces la mayoría de personas habrán casi dejado de hacer llamadas telefónicas y en cambio usarán comunicaciones asincrónicas de información. Las pocas que hagan serán comunicaciones cara a cara, reales o virtuales, y es posible que no se pueda notar la diferencia.

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