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¿Estamos igual que en 1992-1993? ¿Tendremos racionamiento?

El nivel de los embalses está en 27% y se espera que estén cerca de 20% a finales de marzo (menos que en marzo de 1992), un valor excesivamente bajo, peligroso.

Semana.Com
8 de marzo de 2016

Definitivamente, el gobierno, a través del hoy exministro de Minas y Energía, Tomás González, y de los encargados del sector eléctrico,  como el director de XM, la filial de ISA encargada de operar el sistema eléctrico nacional, ha venido jugando con el clima. Ha apostando a que en abril vendrá el cambio climático o a más tardar en mayo y así se saldría de la situación dramática en que hoy se encuentra el sistema eléctrico.

La historia de los ciclos climáticos en Colombia

Recordemos que tradicionalmente los meses de abril, mayo y junio son de invierno como los  de  octubre, noviembre y parte de diciembre. En el año que acaba de pasar de 2015 no se tuvo el invierno normal de los meses finales lo que condujo a que el nivel de los embalses a 31 de diciembre fuera de 60% por debajo de lo que es normal para este mes. Ahora, que no llueva en los meses de abril a junio, es decir, que se tenga que dos inviernos seguidos no se dan sino que resultan secos, es un evento de muy baja probabilidad, pero ocurrió en 1991 y 1992 y por eso se tuvo el racionamiento eléctrico en los años 1992 y 1993. Pero hay que recordar que en esa época también se jugó a que llovería a partir de abril de 1992 porque se consideraba que era un evento improbable la ocurrencia de otro período de verano como el de los meses de septiembre a diciembre de 1991, pero sucedió y mire  fue el primer racionamiento nacional que ha tenido el país de una magnitud enorme que duro casi un año.

¿Se espera que ahora suceda lo de 1997-1998?

En 1997 algo parecido pudo haber ocurrido con el año 1998. Los meses de octubre, noviembre y diciembre de 1997 fueron secos y se llegó a un nivel de embalses de 30% a finales de marzo de 1998, pero afortunadamente se dio la estación de invierno de los meses abril-junio de 1998 y se superó la posibilidad de racionamiento, pero estuvimos cerca.

La pregunta viene ahora  para 2016: lloverá o no lloverá, o sea tendremos o no tendremos racionamiento. Como en 1992, el país no está preparado porque  en el gobierno y en el sector  están convencidos que va a llover o piensan con el deseo. En sus modelos tienen la alternativa  A que es lluvia y no tienen  plan B. Gran irresponsabilidad.

El sistema está muy estresado

Ya lo he venido diciendo que el sistema está muy frágil, prácticamente al borde del abismo. El parque térmico viene trabajando a todo vapor y  estas máquinas necesitan reposo, es decir, mantenimiento, si no sufren graves perjuicios. Es normal que por daños salgan del servicio. Y la situación se ha complicado tremendamente por la salida de Guatapé que se llevó a Playas y San Carlos, 2000 megavatios, el 13% de la capacidad instalada del país. No hay  reserva de capacidad en este momento, cualquier falla adicional de una planta es una tragedia.

¿Cómo estamos? A 7 de marzo el nivel de los embalses está en 27% y se espera que estén cerca de 20% a finales de marzo (menos que en marzo de 1992), un  valor excesivamente bajo, peligroso, con algunos embalses acercándose al mínimo permitido para que operen las hidroeléctricas. ¿Qué dicen los expertos en clima?   Que es posible la Niña  en el segundo trimestre, o sea, lluvias, pero  como algo posible, no como algo  con alguna  probabilidad cierta, pero hablan con mayor certeza  para el segundo semestre.  Y sabemos que esta ciencia del clima todavía es inexacta, que está sujeta a la incertidumbre, como afirmaba Keynes sobre los hechos económicos. ¿Y qué dice el sector?  En los análisis del operador del sistema, XM, en lo que ha publicado, se supone que a más tardar a finales de abril comienza a llover, pero no tiene como alternativa meses secos. En definitiva, estamos jugando al azar. Muy bien si sale cara y llueve y muy mal si sale sello y no llueve. Pero aún con la incertidumbre se podía jugar para disminuir cualquier posibilidad de racionamiento, pero esto no lo ha hecho el gobierno, no se ha tomado medidas de precaución y ya estamos tarde. Entonces, como se diría coloquialmente, dependemos de San Pedro, no de nuestras acciones.

Digamos, si llueve en abril no hay ningún problema. Si hay demoras y solamente las lluvias normales comienzan en mayo, podemos tener problemas y posiblemente hay que racionar algunas horas por día. Y si las lluvias solo aparecen después, habrá racionamiento.

¿Se puede hacer algo?

Qué se puede hacer. Poco, es muy tarde, deberíamos haber tomado medidas desde el año pasado aún por razones de eficiencia eléctrica y para evitar costos a los usuarios ya que hubo necesidad de generar con plantas costosas y los usuarios han  venido pagando las imprevisiones del sector.

Esperamos que las condiciones meteorológicas sean favorables para evitar traumas al país, molestias para los usuarios y perjuicios  para  la economía. Pero, el sector se ha manejado muy mal y se requiere un análisis serio de lo que ha venid pasando y adoptar los correctivos necesarios. Claramente ha fallado todo: la planeación, la regulación y el control.

Se habla ahora sí por parte del gobierno de medidas, algunas improvisadas sin estudios serios. Pero algunas que deberían haberse tomado hace meses son las siguientes:

1. Cambio de la hora, medida que se aplica en muchos países por razones de racionalidad energética

2. Prohibir  bombillos incandescentes cambiándolas por luces ahorradoras de energía

3. Llevar a cabo un plan de energía solar en todas las instalaciones  residenciales, comerciales, industriales

4. Obligar a todos las instalaciones (edificaciones, restaurantes, centros comerciales, fábricas, …) a tener plantas de emergencia

5. Programar cortes de luz

6. Llevar gas natural o GLP a todos los sitios del país

7. Campañas de uso racional de la energía eléctrica

Hay que reexaminar al sector eléctrico

Muchos errores se han cometido en el sector: falta de previsión sobre la disponibilidad de gas natural;  permitir plantas térmicas con uso de combustibles líquidos; ausencia de medidas preventivas; creencia ciega en que lloverá a partir de abril; ausencia de incertidumbre en los modelos; creencia en que el mercado resuelve todo. Esta circunstancia debe servirnos para efectuar un debate serio sobre el sector, independientemente si hay o hay racionamiento eléctrico.

*Economista, exministro de Minas y Energía

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