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El contra-informe de La Silla Vacía

El portal La Silla Vacía sacó un contra-informe, alegando algunas imprecisiones que había tenido el informe de la Fundación Paz y Reconciliación. No debe olvidarse que la pasada semana salió a la luz pública un listado de candidatos al Congreso de la República que tenían cuestionamientos por temas de corrupción, presuntas relaciones con grupos criminales o que recibían apoyo de estructuras políticas criminalizadas.

Ariel Ávila, Ariel Ávila
20 de diciembre de 2017

Al leer el contra-informe, o al menos los primeros dos párrafos, se habla de una multiplicidad de imprecisiones y cosas a corregir, pero luego, al leer caso por caso, si bien hay varias cosas en que La Silla Vacía tiene razón, también hay imprecisiones que son problemas de interpretación, ausencia de fundamento académico por parte de los periodistas de La Silla Vacía o problemas conceptuales.

El primero en aparecer en la categoría de imprecisiones es Richard Aguilar, según Paz y Reconciliación Aguilar es heredero político de su padre, Hugo Aguilar, condenado por relaciones con el Bloque Central Bolívar de las AUC. Según La Silla, la imprecisión está en que Aguilar padre peleó con Aguilar hijo durante 2015 y que durante el periodo en que Aguilar hijo fue gobernador de Santander y se distanció de su padre logró tener “vuelo propio”. Aquí, La Silla comete al menos dos errores. Por un lado, una baja o absoluta incomprensión de lo que significa heredero político. Según la Real Academia de la Lengua en el sentido amplio heredero es “quien es dueño de una heredad o de sus heredades”, lo cual significa que el heredero tiene la capacidad de poseer bienes y administrarlos o masificar los heredados. El informe de Paz y Reconciliación es sobre los cuestionamientos, no sobre la vida, obra y gracia de Richard Aguilar, si este peleó o discutió con su padre eso no es relevante para el informe. Por otro lado, La Silla desconoce lo que significa el concepto de clan político, pues no solo se ve en el caso de Richard Aguilar, hay más ejemplos.

En el caso del cuestionado Político Juan Carlos Martínez Sinisterra, el informe de Paz y Reconciliación referencia a Daniel Garcés Carabalí, a William Rodríguez Cabal y a Ana Jimena Polanco como sus herederos, aunque esta última, más cercana al exgobernador del Valle Juan Carlos Abadía quien fue socio de Sinisterra. El contra-informe de La Silla es tan débil que al momento de hablar de William Rodríguez Cabal, la imprecisión que cita es que Martínez Sinisterra tiene otras fichas y son Daniel Garcés Carabalí y Ana Jimena Polanco Escobar, pero esos nombres están en el informe de Paz y Reconciliación, de hecho, cuando se llega  a Carabalí y Polanco La Silla dice que no tiene comentarios. Es decir, al parecer no leyeron el informe  o lo miraron de forma fragmentada. Con el cuestionado Muvdi pasa algo parecido, en fin como escribió unos de sus periodistas en Twitter “del afán….”

Otro caso es el de Fabián Castillo Suárez, el cuestionamiento de La Silla es que si bien una parte del Clan Dávila apoyará a Castillo, Eduardo no lo hará, es decir que no todo el Clan Dávila está con Castillo. Nuevamente hay una incomprensión del concepto de clan político.

Obviamente hubo errores en el informe de Paz y Reconciliación, por ejemplo, es cierto que faltaron muchos políticos en la lista, pero fue un informe preliminar, también que Musa está detenido por participar en el cartel de la toga y por el tema Odebrecht solo hay una investigación en etapa preliminar. Es cierto que dos personas que estaban en la lista al final no se presentaron, aunque ya habían desplegado su campaña publicitaria.  

La Silla Vacía, al igual que Paz y Reconciliación, busca mejorar la democracia y complementar el trabajo de denuncia. Pero le recomiendo a La Silla evitar la mala intención o mala leche y claro despersonalizar el debate. Más que imprecisiones hay complementos y versiones diferentes sobre la realidad política.

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