Es necesario rodear al presidente y al Gobierno

El desenlace de la realidad institucional de nuestro país en las últimas semanas, como resultado de la masiva movilización social, ha traído una serie de consecuencias elementales que han de ser revisadas de manera inmediata, por un lado, a excepción de los oscuros incidentes de vandalismo y violencia, debemos  aceptar y entender la magnitud del mensaje tras el clamor de miles de personas que día a día salen a plantear su posición, que en pleno ejercicio de las garantías constitucionales previstas en el artículo 37 de la carta han logrado permeabilizar la tranquilidad del establecimiento a través de un mensaje claro, rotundo e inequívoco; la necesidad de transformar y de lograr materializar cambios elementales dentro de nuestra estructura estatal, este mensaje entre arengas, cantos, pancartas e incluso expresiones artísticas, transmite de forma contundente la sensación colectiva de cansancio y fatiga, y exalta el masivo descontento y desconexión que existe entre nuestro conglomerado y sus líderes, sin duda la gente se agotó de Reficar, de los carruseles de la contratación, de los asaltos a la salud, de la zozobra ante la paz. 

El ciudadano de a pie, que todos los días para desplazarse a su lugar de trabajo debe sortear horas y horas de espera e incomodidad, ese ciudadano, que con esfuerzo debe llevar el sustento a su hogar, no tolera más como en los titulares de prensa el erario público es desmembrado y saqueado por un inescrupuloso dirigente que se llenó los bolsillos con sus impuestos, mientras que para este humilde trabajador todos los días son más difíciles y angustiantes, pues efectivamente, ese ciudadano no aguantó más y salió a la calle a expresar su descontento, a extender su grito para ser oído, a decirle al gobierno nacional: ¡No más!

Por el otro lado, una de las consecuencias importantes y de las que debemos hacer hincapié es la posición del señor presidente de la república, quien en medio de las más difíciles circunstancias timonea con valor y coraje la nave a través de las tormentosas aguas de la movilización. Es claro que esta situación no es nada fácil, de hecho, el presidente Duque ha tenido que sortear toda clase de apuros, pero pese a ello, ha sido un garante del derecho a la protesta y a su turno ha invitado al diálogo y la deliberación entre los sectores convocantes y el Gobierno que preside, es por eso que el mensaje institucional ha de ser el de apoyar y circundar al presidente y al Gobierno en este momento, es la oportunidad perfecta para que consolidemos un acuerdo nacional que permita sacar muchos temas sociales adelante, pero así mismo es el instante para que rechacemos todas las expresiones de odio y de división que lo único que generan es daño para Colombia, y en este sentido es inadmisible que ciertos sectores políticos reclamen la expulsión de Duque de la casa de Nariño, o que incluso personas con aparente cercanía al Centro Democrático anuncien la necesidad de una licencia para el primer mandatario. Ahora y más que nunca debemos reivindicar los cimientos de nuestra sólida democracia, no es un hecho fortuito que el presidente Iván Duque haya obtenido la votación más amplia de nuestra historia.

Confiamos en que el presidente con su capacidad conciliatoria y su visión moderna de país, logre convocar a todos los sectores que en este momento podrían coadyuvar al establecimiento en la consecución de ayudas y vías de entendimiento. Presidente, la creatividad es una herramienta de buen gobierno, convoque usted a los grandes empresarios del país, a los banqueros, a las multinacionales, comprométalos en asuntos trascendentales como la educación y formación de nuestra infancia y juventud, abra las puertas a exenciones o beneficios tributarios a quienes con su participación coadyuven a obtener cupos universitarios, mantenga estímulos a los sectores empresariales para que se creen o fomenten nuevos empleos. Nunca, en nuestro contexto político, un mandatario había hecho tanto énfasis en conceptos como la economía naranja, en el emprendimiento y en la exaltación del talento nacional, convoque a estos sectores, entréguele confianza a la juventud, estoy convencido que tras la polarización que actualmente impera, su talante de demócrata y de líder debe trascender de cualquier sesgo ideológico, usted podrá conseguir el apoyo de la opinión joven, opinión que realmente es la que se ha ido apoderando y adueñando día tras día de la movilización.

Presidente, es momento de mirar a los ojos a los artistas, a los músicos, a nuestros escritores, usted mejor que nadie sabe de nuestro talento, de nuestro potencial, es momento de que usted convoque a estas fuerzas no convencionales y que oiga de primera mano sus necesidades, lejos estamos de ser un Estado como Suecia, donde existe una real profesionalización del arte, sin embargo, usted puede ser el pionero de la inclusión real de estos sectores en nuestro contexto.

Estoy plenamente convencido de que la audacia y creatividad a la hora de oír e implementar soluciones a los reclamos de los sectores sociales será la llave que abrirá la puerta que actualmente nos separa. Por ello, reitero mi apoyo irrestricto al Gobierno y a la institucionalidad, presidente, convoque a la ciudadanía y óigala, usted puede marcar un hito en la construcción del pacto nacional de unidad que tanto reclaman todos los actores que en este momento tienen desbordada a la ciudadanía en las calles de nuestras principales ciudades.

P.D.: Requerimos urgente atención con los sistemas de transporte masivo de nuestras ciudades, no solamente la vandalización, sino los bloqueos han puesto en jaque la operación, estas vicisitudes laceran directamente el derecho fundamental a la locomoción de millones de usuarios que dependen de estos sistemas para lograr transportarse de sus residencias a sus lugares de trabajo, es necesario que las administraciones municipales se pongan la camiseta para evitar la prolongación de este colapso en el sistema de transporte.