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Voto limpio + Publicidad = Transparencia electoral

La campaña del “voto limpio” que emprendió el procurador Fernando Carrillo Flórez para exhortar a los colombianos a sufragar en conciencia y conforme a las ideologías y programas de gobierno, nos pone sobre la mesa en esta Semana Santa una tríada reflexiva para el bien del país.

Germán Calderón España, Germán Calderón España
26 de marzo de 2018

La primera reflexión debemos hacerla los feligreses que queremos unas elecciones puras y sin mancha, diáfanas y cristalinas, sin trampas como la destapada por la Fiscalía General de la Nación que la sacó del estadio, encontrando en flagrancia a una de las senadoras electas que representa la consuetudinaria práctica de las casas políticas de la costa Caribe, defraudando al electorado.

La segunda reflexión la tendrán que hacer los candidatos a la presidencia quienes deberán generar políticas de control interno a sus gregarios para que no incurran en conductas delictivas electorales, porque ya no aguantamos elecciones espurias que producen una ingobernabilidad insostenible.

Y la tercera reflexión, más una medida de control riguroso y decidido, la tendrá que implementar el propio procurador, a quien le proponemos resolver un conflicto interno contra el diablo del fraude electoral, para marcar las elecciones con el sello del “voto limpio”. Este propósito solamente lo podrá ganar con la designación desde ya de procuradores electorales en los niveles nacional y territorial, para que el suceso democrático se vista de transparencia absoluta.

Podría el procurador invitar al registrador nacional del Estado Civil, a los presidentes de la Corte Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado para que se constituyan el día de las elecciones en los garantes de la sociedad y de la transparencia de esa jornada vital para el futuro de Colombia.

El andamiaje completo de la justicia, el ejecutivo y el sistema electoral al servicio de los ciudadanos y sus candidatos.

Una medida sana comienza por permitir que los testigos electorales de cada candidatura apostados en cada mesa de votación le tomen una foto a los formularios E-14 que presentan, al final de la jornada, el resultado parcial. Así cada campaña obtendrá en forma inmediata una prueba inalterable en el camino hacia los resultados totales.

El principio de publicidad en los Estados modernos es la garantía piramidal del derecho al debido proceso.

En el evento electoral que se nos vino encima no puede dejar la percepción de maniobras fraudulentas que dejó el debate del 11 de marzo que creó derecho en materia de tarjetones fotocopiados sin respaldo alguno contaminando sus resultados.

Por menos, -un florero-, nos hemos despedazado y enlutado en los pasajes más oscuros de nuestra historia. ¡No podemos repetirla!

Para que no se repita, insistiremos para que el procurador, quien tiene las atribuciones constitucionales y legales, se convierta en el garante del resultado limpio, fundamento de su campaña, bajo la égida de la publicidad como principio fundamental, de la función pública y del proceso electoral.

¡Oremos para que el procurador en sus reflexiones espirituales y electorales de Semana Santa, reciba la luz de lo alto para que se inplemente la foto del E-14! Y santo remedio.

(*) Gutiérrez Morad & Calderón España - Abogados Constitucionalistas.

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