Home

Opinión

Artículo

LA COSTA LO DECIDIO TODO

Semana
19 de julio de 1982

Director de planeación y control de la campaña de Belisario Betancur
La zona número 4 de la campaña del Movimiento Nacional. El epicentro de la campaña lopista. Comprende siete departamentos. Atlántico,Bolívar, Córdoba, César, Guajira, Sucre, Magdalena. Puso 360.000 votos de diferencia en favor de López y en contra de las listas conservadoras el 14 de marzo. Se consagró otra vez como la zona de la más alta participación electoral en todo el país. Sin embargo, se le exigió que hiciera el 30 de mayo un descomunal esfuerzo: conservar aquella diferencia o aumentarla. Ese desafío contradecía su comportamiento sociopolítico. ¿Porqué no entenderlos como son? La campaña de Belisario Betancur, muy inquieta por la importancia y capacidad de decisión de la Costa Atlántica, asignó para esta región la más importante de sus operaciones estrátegicas brillantemente realizada por sus líderes regionales. La dirección de Planeación y Control de la campaña fué enfática en afirmar que las tres candidaturas se definían allí, se perderá o se ganará en la Costa Atlántica, predijo. Pero la culpa una vez más sería de los directores de las campañas y no de los costeños, gentes buenas, imaginativas, bondadosas y amables que no han cambiado de comportamiento y no tienen porqué hacerlo.
Un detenido análisis geopolítico de la Costa Atlántica nos demuestra que su participación electoral es la más alta del país; que ella tiene lugar siempre en las elecciones para cuerpos colegiados: está sujeta esta alta participación electoral a una fuerte intermediación política; disminuida tal intermediación se disminuye con ella la votación en los certámenes presidenciales.
Las grandes ciudades como Barranquilla, Cartagena y Santa Marta acusan idéntico comportamiento al del sector macrourbano y urbano del país; los pequeños municipios son decididamente liberales, participativos y lopistas pero necesitan de una costosa intermediación que apareció disminuída el 30 de mayo.
En los sesenta días finales de la campaña belisarista era indispensable enfrentar el desafío de una posible diferencia de 297.000 votos en contra de la campaña de Belisario Betancur procedentes de la Costa Atlántica; se le exigió un mayor esfuerzo al área antioqueña (zona 2); al área santandereana (zona 5); al Valle, Cauca y Nariño (zona 3); la repuesta de estas regiones fue arrolladora y conforme a las metas propuestas. Pero la Costa Atlántica sorprendió al país con una noble y positiva respuesta dentro de una campaña de reflexión y análisis lideradas por los medios de comunicación, previo un estudio de sicología y comportamiento colectivo;en las áreas macrourbanas el voto móvil de hombres y mujeres menores de 30 años cambió la geografía política: la juventud invadió La Plaza de los Coches en Cartagena e inclinó la balanza, favor de Belisario Betancur en la otrora ciudad roja de Barranquilla. Se logró producir el efecto político "bola de nieve" y el efecto "bandwagon" (efecto que permite que los electores dudosos se monten en el tren de la victoria). Las encuestas predijeron desde el mes de marzo con asombrosa precisión que ganaríamos en Barranquilla y Cartagena pero resultaba preferible no publicar esos datos.
El Movimiento Nacional se enraizó en las grandes áreas urbanas de Colombia como se había previsto y la Costa Atlántica no podía constituirse en excepción. El lopismo de ahora continuó simplemente el proceso de erosión iniciado hace cuatro años. Se cumplió un objetivo: replejar el liberalismo al área rural colombina. Esta situación ya había sido denunciada como una "ruptura histórica". "Porqué la campaña 'liberal vota liberal' resultó triunfante al costo de replegar la mayoría del liberalismo al área rural de Colombia?" (Tomado del libro "Ruptura Histórica") publicado hace cuatro años). El slogan de ahora, "Liberal defiende tu partidó" resultó tan estéril como aquel de "Liberal vota liberal", desplegado hace cuatro años.
Nadie ha intervenido seriamente para evitar el desmonte ideológico del liberalismo, tal como está ahora planteado, en las ciudades de más de 100.000 habitantes y el país comienza a sospechar que las ideas y tesis sociales y liberales ya no constituyen el pretendido monopolio del partido liberal colombiano. Una anatomía de la crisis denuncia este palpitante problema que cobija a todo el país desde Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y, como es obvio, la Costa Atlántica que se pretendía un baluarte inexpugnable de una de las alas del bipartidismo antes del 30 de mayo. La estrategia coherente y consistente de Belisario Betancur y el Movimiento Nacional conjugó estos presupuestos como hipótesis de trabajo y no como vanas especulaciones. Por eso ganamos.
El orgullo de los costeños se resintió cuando este pueblo generoso se descubrió como el abanderado del gallo colorado, y de slogans como "Juéguele al colorao" o "La paz es liberal". El primero destacaba un folclor ordinario en vez de enfatizar la urgencia de cambios esenciales; el segundo incitaba a la paz en una región que no conoce la violencia política pero reclama urgentes transformaciones en vez de aquella paz tradicional encubridora de evidentes desigualdades. Belisario Betancur proclamaba entre tanto desde un importante foro económico de Barranquilla para toda la Costa Atlántica que los recursos provenientes de los grandes proyectos mineros del Cerrejón, de Cerromatoso y del gas de la Guajira se destinarían para el desarrollo de la Costa Atlántica; que la desigualdad de las tarifas de energía con el interior del país sería corregida; que las extensas y feraces tierras serían aprovechadas con un gran impulso agrícola y agroindustrial. "La Costa para los costeños", "La Costa es Colombia", fue respuesta trascendental y seria del hoy presidente de los colombianos, Belisario Betancur, para la más hermosa región de Colombia que acogió con fervor su candidatura e hizo posible su presidencia.

Noticias Destacadas