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LA CUESTION AGRICOLA

Semana
1 de agosto de 1983

La gran paradoja de nuestra agricultura un país sin estaciones, no ha logrado aún desestacionalizar la agricultura. Muchos cultivos no obtienen más de una cosecha y media por año cifra esta que podría considerarse como record, en el momento en que logre ser un promedio mientras que las naciones industriales, con intensos periodos invernales durante los cuales los campos se cubren de nieve han logrado productividades superiores a las nuestras Taiwan, por ejemplo, logra en estaciones experimentales cinco cosechas de arroz al año por medio de un dominio avanzado de la técnica del trasplante. Nosotros, entretanto, nos debatimos, como buen pueblo primitivo entre los extremos opuestos de climas incontrolables. Pasamos de una semana a otra de la inminencia de la inundación a la realidad de intensas sequias y heladas que azotan y destruyen todo lo que queda a más de doscientos metros de los ríos. Y el campesino es impotente para controlar la variación del clima de un extremo al otro, dos veces al año .
El azar: El signo predominante de la producción agrícola es entonces el azar. Vencidas, por chiripa, las condiciones adversas, el campesino pierde finalmente sus utilidades ante los centros de mercadeo donde los transportadores, los intermediarios y los vendedores hacen juntos una ganancia desmesurada que con frecuencia alcanza al 100% del precio original de los bienes Integrados por verdaderas masas de los alimentos que consolidan un monopolio sobre su distribución y venta, los corabastos constituyen una de las formas más ineficientes e inmorales de quebrarle los precios al productor y encarecerlos al consumidor con márgenes desmedidos de intermediación .
En estas condiciones el único incentivo tradicional que había para la producción agrícola era la virtual inexistencia de los impuestos rurales. En cierta forma eso había debilitado los fiscos municipales contribuido al centralismo asfixiante de la nación, pero no sería absurdo suponer -o inventr la noción que el campo pagaba ingentes impuestos indirectos a la sociedad en la forma de precios subsidiados sobre la venta de sus productos. Todo esto ha variado con la reciente reforma tributaria, sin que se hayan alterado a las condiciones difíciles de la producción agropecuaria. El ministro de agricultura -posiblemente el mejor que pudiera tener el país, por su clara inteligencia y su sensibilidad hacia los problemas del campo ha hecho esfuerzos importantes en la reorganización de crédito agricola (todavia demasiado caros los intereses) y anuncia ambiciosos planes de estructuraci6n de cooperativas, que alivien la situación de mercadeo de los alimentos. Eso esta bien. Pero a corto plazo el agricultor sigue sometido a las limitaciones que la naturaleza impone a su actividad, ahora aumentadas con la existencia de una renta presuntiva que al extenderse a Sociedades Anónimas se ha, en realidad, extendido al campo.
Un importante documento de la SAC, enviado al presidente Betancur en los días anteriores a la aprobación de la Reforma intentaba, con gran lucidez, extraer la agricultura del terreno meramente fiscalista para colocarlo en el punto cardinal de nuestro desenvolvimiento como le corresponde. Es indudable que una mala agricultura arroja, como reflejo, una mala composición social desnutrición, migración urbana, malfomarción racial desempleo, disminución de las oportunidades de ascenso, inflación inseguridad y agravamiento de los conflictos sociales. En un país como el nuestro donde el modelo industrial está fracasando a grandes pasos, el abandono de la agricultura sería un pecado inmenso .
Una agenda: Para darle a la agricultura su importancia primordial en el Plan de Desarrollo, habría que ir resolviendo o considerando, algunos de estos puntos Colombia es todavía un país de consumos regionales. No logramos "exportar" de un departamento a otro Faltan cadenas de frio trenes de via ancha carreteras mejores.
* Colombia carece de "aguas altas" que permitan el riego por gravedad al ser montañoso y de vertientes. Solamente la mínima extensión de los valles tiene regadio. Las laderas están secas. Se requieren extensos distritos de riego, como los elaborados por los quechuas y los incas hace mil años, para captar el agua en los orígenes y hacerla descender la cordillera más suavemente.
* Hay que abandonar la mentalidad de la "ampliación de la frontera agricola" Infortunadamenle la SAC la menciona. El área actual con mayor productividad, deberia ser suficiente para consumir y exportar. Ampliar la frontera agricola, hoy dia, es un imperdonable crimen contra la naturaleza, causante en buena parte, de la deforestación; de la reducción del volumen de las aguas.
* Finalmente, abandonar la mentalidad de la exportación de "excedentes" El excedente es, por definición, un sobrante anti-económico. Nadie planifica su producción para tener un excedente a no ser que sea bobo. Lo que hay que hacer es abrir mercados y exportar o morir muchas veces disminuyendo el consumo doméstico y equilibrando después el faltante con una importación. Los mercados externos son la prioridad. De ellos se derivará un buen abastecimiento del mercado interior. -

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