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LA METAMORFOSIS DE JUAN GUILLERMO

Semana
26 de noviembre de 1984

Quizá no exista otro personaje en televisión que haya sufrido tan evidente y rápida metamorfosis como Juan Guillermo Rios. Comenzó en el Noticiero T.V. Mundo, jactándose de niño precoz o de enfant terrible (ya que tanto le gusta el francés). Fueron épocas de la llave Rios-Artunduaga, dúo peligrosos por atrevido e irreverente, capaz de poner en ridículo inclusive a figuras importantes de la vida nacional. La gente admitla entonces que Juan Guillermo era un hábil reportero,pero a la frase siguiente lo descalificaba por antipático. Sin embargo su paso por T.V. Mundo dejó una huella tan profunda que cuando se retiró prácticamente falleció el horario.
La segunda aparición fue doble.
Vino con esta licitación y puso a Juan Guillermo en un dilema: por un lado,estaba la posibilidad de convertirse en el primer anchorman colombiano a través del Noticiero de las 7 y por otro,la ocasión de lanzarse como play-boy utilizando para eso El Club de la Prensa, espacio al que solla invitar reinas, modelos, actrices y niñas in para sentarlas a su diestra y entablar con ellas una relación cómplice que podla dar lugar a miradas suspicaces, ligeros codazos y hasta familiares secretos, según lo permitiera la frivolidad del tema.
Por fortuna para su imagen de periodista serio, El Club de la Prensa desapareció y en forma simultánea la importada y nunca bien recibida historia del mito anchorman cedió terreno al verdadero Juan Guillermo Ríos que hoy puede estar orgulloso de su trabajo en el Noticiero de las 7 no sólo porque ha logrado un estilo propio, nuevo y único, sino porque la gente, ahora si, lo respeta, lo quiere y lo señala como uno de los periodistas de más credibilidad en el país, según quedó demostrado en la reciente encuesta Invamer realizada en cuatro ciudades del país sobre un total de 1.800 personas.
Pero aun si la encuesta no existiera (sigo siendo escéptica a los métodos funcionalistas) se podría llegar a la misma conclusión, únicamente observando con ojo atento y libreta en mano El Noticiero de las 7, dónde el periodista hace las veces de director, presentador y comentador, logrando en todos los casos un aporte significativo, tanto en la forma como en el fondo.
Lo primero que debemos admitir es que Juan Guillermo transmite y esa palabra aparentemente simple es más importante de lo que parece porque tiene relación directa con la credibilidad. Algo hay en su voz, en su gesto, en su mirada, en las espontáneas palabras que usa, algo hay, repito, que parece decirnos: este periodista cuando anuncia un secuestro, una muerte, una injusticia social, está realmente preocupado. Si es un gran actor o lo siente de verdad sólo él puede saberlo, pero no se puede negar que sus palabras, convencen.
Además de eso, su noticiero tiene una dimensión social precisa en la que se destaca un interés real por los problemas comunitarios.
Para el Noticiero de las 7 parece ser tan importante la declaración de un Ministro como la palabra entrecortada de aquella viuda cuyo esposo murió víctima de un chofer loco.
Hasta se podria afirmar que en ese horario son más importantes los personajes anónimos, los seres desvalidos que deben hacer largas colas para adquirir galones de cocinol, con una ventaja adicional, existe un sentido de las proporciones, una medida, un punto de equilibrio que salva la hora de caer en la detestable pornomiseria, en la denuncia fácil salpicada de frases lastimeras y es que en el Noticiero de las 7 también hay lugar para la nota frívola (casi siempre irónica), para el informe insólito y hasta para alguna loca canción a la hora del cierre.-