Home

Opinión

Artículo

SILVIA PARRA

Los medios, los políticos y la moda del fotomontaje

Bonito, feo, malo o bueno, verdad, mentira, ¿qué importa, si ya, a estas alturas, todo se resuelve con Photoshop?

Silvia Parra, Silvia Parra
5 de agosto de 2013

Medio mundo reprodujo la escandalosa foto de Lionel Messi con una stripper en las Vegas de la cual hasta hoy se sigue rumorando y especulando si fue un vulgar montaje hecho mediante un programa de edición.

¿Quién no recuerda la imagen difundida por los principales medios de comunicación del cadáver de Bin Laden lleno de sangre y con un gesto en sus labios que parecía de dolor? ¿o la fotografía que le dio la vuelta al mundo y se convirtió en trending topic de Twitter compartida por el Gobierno  venezolano como prueba de vida de su entonces mandatario, Hugo Chávez?

Hoy, gracias a portales como Youtube, Vimeo, los medios sociales y un sinfín de usuarios de internet perspicaces, escépticos, conocedores y expertos en contenidos digitales han destapado las mentiras o manipulaciones que algunos medios de comunicación, gobiernos e inescrupulosos han vendido como realidad a la comunidad.

Ibrah Chaffardet, experto en animación digital y especialista en la modificación digital de imágenes, luego de conocer las fotografías publicadas por el gobierno venezolano como prueba de vida  del expresidente Hugo Chávez, publicó un análisis en Youtube donde demuestra cómo en la imagen, la posición del periódico y varios gestos de la cara de Chávez son demasiado sospechosos de haber sido modificados por programas informáticos. El especialista sostiene que quien hizo el montaje “utilizó mal o subutilizó” la herramienta warp, que “facilita la modificación de la perspectiva”, incluso se llega a afirmar que faltan trozos de la frente del mandatario venezolano, tal y como demuestra en el video.

Lo mismo ocurrió con el caso de la fotografía de Bin Laden muerto, los principales medios internacionales, impresos y digitales, se apuraron en replicar la imagen del cadáver, pero la duda se expandió por las redes sociales y así, entre los mismos usuarios descifraron que se trataba de un fotomontaje, al comparar la foto del cuerpo de Bin Laden con una de las fotografías más conocidas y difundidas del líder de Al Qaeda en vida.

En el reciente caso de Lionel Messi y su jolgorio en Las Vegas, también son los “activistas” cibernautas los que a través de las redes sociales comparten sus análisis y estudios detallados para comprobar que nuevamente la prensa internacional, en este caso la revista argentina Pronto y Muy, nos maquilla la realidad. “La foto de Messi es trucada y te lo muestro” es sólo un post de un usuario de la reconocida plataforma social Taringa donde pretende mostrar que la fotografía fue manipulada mediante un programa de edición. Esta entrada se convirtió en lo más popular de la web, con más de 30.000 visitas y 800 comentarios.

La magia de la digitalización ha permitido que lo que antes parecía “bien hecho”, ahora se puede “hacer mejor”, lo que era una mentira ahora se puede ver como realidad cortesía de las herramientas de edición. 

Personalmente me produce desconfianza cuando veo anuncios con candidatos políticos que los muestran inmaculados, sin defectos en la piel, rejuvenecidos y con una sonrisa de azafata de Avianca.  
Por fortuna, ya son menos las mujeres que se frustran al ver modelos perfectas en portadas de revistas o vallas publicitarias porque simplemente cada día le creen menos a las imágenes de creación digital.
Y un alivio mayor es saber que cada cosa que se publique, o cada cosa que se diga, va a estar de aquí en adelante y siempre bajo la lupa de los más de 2.400 millones de usuarios de internet en el mundo.
Aclaro que no estoy en contra del Photoshop, ni de ningún programa similar, si se utiliza para crear contenido artístico, pero sí de la mentira, de no ser sino “parecer”, de modificar una imagen para causar daño, de vender mediante engaños, o de esconder una realidad. 

Por eso, amigos políticos, colegas periodistas, fotoperiodistas y ustedes que hacen fotografías o ‘falsografías’, me piden el favor los twiteros gurú que les comparta este mensaje: “Siempre que se manipula una foto digitalmente, se alteran las características propias de los píxeles, y aunque para el ojo humano es difícil apreciar los cambios sutiles, sí se pueden detectar fácilmente con algoritmos computacionales. Así que, ¡pilas!

Noticias Destacadas