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Claudia Varela, columnista

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Más magia

Hay un bullying exacerbado, una narrativa oculta que camina por ahí en las redes sociales.

Claudia Varela
26 de mayo de 2024

Qué lindo sería encontrar esas respuestas que te disparan sentimientos que están detrás de lo que a simple vista no se ve. He descubierto que ahora parece haber miedo a decir lo que se siente, miedo al futuro, miedo a quedar mal, miedo a todo con un aparente blindaje en que el temor no existe y que al contrario estoy super empoderado/a.

Hay un bullying exacerbado, una narrativa oculta que camina por ahí en las redes sociales. Es increíble como la frase de “prefiero quedarme callado para evitar problemas” se ha vuelto una conducta normalizada. Y es que no pasa solo en redes, en las organizaciones ocurre y tenemos estos discursos en el diario vivir.

Hay que tener conversaciones poderosas, preguntas grandes y difíciles son las que pueden mover las decisiones. Pero es que muchos ya no aguantan una respuesta fuerte. Me gustaba la época en que se podía hablar de frente, decir lo que se pensaba con respeto, pero quizás con carácter. Hoy hay una doble moral permanente, donde en sitios reales donde tienes gente real al frente, las personas no opinan por miedo a todo. No se respetan las opiniones diversas, y he descubierto que claramente se puede vivir en desacuerdo.

Hay cosas que no se llenan solamente con estudiar. Descubro una tendencia creciente a la sobre información, a buscar diplomados, especializaciones, tiempo que llenar porque ni un minuto pareciera que puede desaprovecharse. Pareciera que se busca en IA un tutorial para ser líder, para hacer amigos, para hablar bien. Algunas veces me están pidiendo que un proceso de coaching se haga en una sesión, “solo quiero unos tips”, me dicen. La verdad encuentro eso imposible, hay cosas que toman tiempo y experiencia real en la vida.

Creo que hay que saber cuando parar de estudiar y vivir en el mundo real. Conozco varios casos donde la vida se les va pegados al computador y la teoría. ¿Dónde se queda a veces la experiencia? ¿Dónde quedan los días donde se conversaba largo para entender?

¿Se han dado cuenta de que incluso en reuniones virtuales con cámara prendida, la gente está trabajando en su pantalla y los ojos claramente se ven distantes? La mirada está perdida en los emails que seguramente hay que responder para evitarse un problema. O quizás en corroborar en Google lo que alguien está diciendo.

Solía ver el mundo en blanco y negro, pero ahora tiendo a verlo con más matices. No puede ser que hoy no aguantemos ni media tristeza que nos da el camino. La vida está llena de altos y bajos y justamente eso es lo que es vivir, si fuera plana y solo felicitaciones dónde estaría el reto. Pero para entender eso no solo hay que ir a la universidad, hay que vivir y entender a otros, tomar decisiones, equivocarse, llorar y reír.

Hay que caminar con más fuerza en las piernas. Para mí esa fuerza no la da estudiar y sumergirse en libros e investigaciones virtuales. ¿Por qué ya no volvimos a una tertulia? ¿Qué tal un grupo de conversación? ¿Qué tal hacer un buen proceso de coaching, yoga o simplemente mirar un árbol y su magia de existir? ¿Se perdió el poder de las bibliotecas?

Estar sola me pone reflexiva, aun después de vivir una pandemia que nos encerró un par de años, no entendamos que la esencia está adentro y no afuera. A veces parece que no aprendimos nada.

Está bien estudiar, por supuesto, está bien leer (de hecho, me encanta) pero también está perfecto querer crecer por dentro. Que el balance entre alma y mente se deje ver en cada ser. Que La capacidad de observar a otros nos saque de la vida solitaria de la pantalla de un computador.

Preferiría un mundo con más poetas. O líderes que se sientan poetas. Los dejo con una frase de uno de mis ídolos “Cuando tengo preocupaciones, miedos o una historia de amor, tengo la suerte de ser capaz de transformarlo en un poema” (Mario Benedetti).

Recupera tu magia y potencia la de tu entorno. Por una vida con más magia.

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