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Para tener en cuenta

Guillermo Fino, ex director de la Dian, analiza las ventajas, las dudas y las fallas de la reforma tributaria presentada por el gobierno y con la cual, según el autor, el presidente, Alvaro Uribe, actuó más como "estadista que como un político".

Semana
9 de febrero de 2003

Con el paquete de reformas a los impuestos, al sistema pensional y al código laboral presentadas por el Presidente Uribe al Congreso, no existe duda alguna de que el primer mandatario de la Nación decidió con valentía sacrificar parte de su popularidad para apostarle a una formula que asegurará, desde la perspectiva del equipo económico del gobierno, una mayor estabilidad económica al país en el mediano y largo plazo.

Desde este óptica no hay duda que el Doctor Uribe actuó más como un estadista que como un político, reafirmando con esta actitud una de las principales características de su gobierno.

En este orden de ideas hay que mirar el impacto recaudatorio de la reforma tributaria en dos perspectivas diferentes, es decir qué medidas realmente mejorarán el ingreso impositivo, cuáles generan dudas en tal sentido y qué fallas pueden haberse colado en la reforma que no representen un incremento recaudatorio y por el contrario pueden redundar en un costo fiscal que disminuya sensiblemente las posibilidades impositivas que se requieren para mejorar las finanzas públicas.

El siguiente cuadro muestra cuáles serían los resultados de nuevos ingresos en los próximos años, viéndose que la reforma producirá entre un mínimo del 0,9 del PIB y un máximo del 2,0 del PIB en cuatro años.







Como puede observarse el mayor peso recae sobre los impuestos indirectos, en este caso el IVA que representa alrededor de un 63% del mayor esfuerzo fiscal, lo que demuestra que la eliminación de las principales ventajas en materia del impuesto a la renta no se tocaron a profundidad lo que sumado a la no penalización de la evasión constituye un nicho antirrecaudatorio bastante importante, cabe anotar que en este análisis sobre los ingresos del impuesto a la renta no se tuvo en cuenta cual sería el efecto fiscal de las 6 o 7 nuevas exenciones de impuestos y de rentas presuntivas incorporadas al texto final de la ley lo que implicaría un disminución de los recaudos proyectados.

De otra parte dentro de las principales dudas que subsisten sobre la redacción final de las reformas tenemos las siguientes: (i) ¿La derogatoria de las normas vigentes sobre la tasa de interés para reemplazarlas por unas nuevas a partir del mes de marzo, dejó sin interés de mora a las obligaciones tributarias con la Dian entre diciembre del año pasado y el primero de marzo de 2003?, si así fuera y si todos los deudores se pusieran al día con la cartera de la DIAN se perderían mas de dos billones de pesos en intereses de mora lo que significaría cerca de 1 punto del PIB: (ii) El hecho de gravar a los nuevos productos con una tarifa diferencial del 2 o del 7% sin haber puesto limite expreso a que el máximo a descontar no puede ser superior a la tarifa diferencial, no podrá convertirse en un autogol recaudatorio en el mediano plazo? y (iii) Si se revisan cuidadosamente los costos fiscales en que se incurrió en el pasado por el descuento del IVA en la importación o construcción de bienes de capital es probable que se encuentre una subestimación del costo fiscal de esta medida lo que obviamente afectaría el recaudo esperado.

De todas formas queremos resaltar que la reforma tributaria del 2001 elevó a 11.3 del PIB el recaudo tributario si en esta vía la reforma del 2003 logra las expectativas de ingresos que se plantearon al Congreso, Colombia llegaría a tener una recaudación cercana al 13.5 % del PIB lo que la pondría en la senda de los países que cimientan su crecimiento sobre la base mas sana de recursos fiscales: LOS TRIBUTOS.

De ser así y con una sana y austera orientación del gasto, como se ha visto hasta ahora durante su gestión, el gobierno del doctor Uribe habría coadyuvado decididamente durante su gestión, a hacer realidad la frase de que "Los impuestos son el precio que pagamos por vivir en una sociedad civilizada".

* Ex director de la DIAN