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Roberto Prieto: el intocable del año

No hace falta que el BID le reconozca inmunidad alguna. El doctor Roberto Prieto se convirtió en el ‘intocable’ del 2017 en Colombia.

José Manuel Acevedo M., José Manuel Acevedo M.
22 de diciembre de 2017

Roberto Prieto no necesita que el Banco Interamericano de Desarrollo declare una inmunidad diplomática a su favor por hechos que pudieron ocurrir mientras él se desempeñaba como funcionario de ese organismo multilateral. Y no necesita ese blindaje porque de facto parece contar con un tratamiento judicial diferenciado que hace que todos los involucrados en el escándalo de Odebrecht estén investigados formalmente -o en la cárcel- menos él.

Basta recordar que son varios los testimonios en los que Prieto ha salido a relucir en este 2017. El excongresista Otto Bula, el exviceministro Gabriel García Morales, el contratista Eduardo Zambrano y el exdirector de la ANI Luis Fernando Andrade, son algunos de los que le comprometen en sus declaraciones.

Se sabe que el propio ‘Ñoño’ Elías hablará de él dentro de sus compromisos con la justicia a comienzos de 2018 y han estado documentadas ampliamente sus visitas a la Agencia Nacional de Infraestructura para tramitar asuntos que hoy se encuentran bajo la lupa de los organismos de control. Así mismo, sus supuestas movidas para que Market Medios tuviera jugosos contratos con el Estado, han llamado la atención de la Procuraduría General de la Nación. Todo ocurre ante los ojos de la opinión pública mientras que nada camina a la luz de la justicia.

En la fiscalía dicen desde comienzos de este año que están sumando un cúmulo de pruebas para formular una acusación seria y, si bien el procurador Fernando Carrillo decidió declarar “disciplinable” al doctor Prieto, las decisiones de fondo han tardado en tomarse.

Así las cosas, la coraza de Prieto se alimenta de las pocas definiciones de quienes lo investigan y de su propio cinismo, como el que exhibió consciente de que ya se habían agotado los tiempos para las pesquisas electorales en marzo de este año cuando admitió haber incurrido en irregularidades en el manejo de la campaña del presidente Juan Manuel Santos en 2010. En una entrevista para Blu Radio admitió: “Yo ordené los afiches y me dijeron que (la plata) salió de Odebrecht. Les envié la factura (...). La irregularidad es evidente”.

Desde entonces hasta hoy, todo lo que rodea las actuaciones de Prieto en relación con las campañas políticas y sus vínculos con entidades del Estado ha quedado en entredicho. Las interceptaciones que realizó la fiscalía de sus comunicaciones, publicadas por medios como El Espectador, antes que ayudarle abren muy serios interrogantes sobre su probidad.

Sin embargo, pasan los meses y nada pasa en relación con Prieto: ni le archivan los incipientes procesos en los que pudiera estar incurso ni siguen adelante las investigaciones estancadas.

De eso se debe tratar todo esto: de parecer invisible ante la justicia, de no recibir ni siquiera una sanción social por sus conductas y de que sus secretos sobre lo que ocurrió en las campañas sean su verdadera fuente de inmunidad.

Por cierto ¿ya se supo quién es la tal Consuelo con quien le iba a enviar un sobre importante al presidente y se conoció acaso qué contenía el paquete de documentos que Prieto le envió al primer mandatario?...

Twitter @JoseMacevedo

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