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Un poco de humor en verso

Los versos que transcribo de diferentes poetas tienen la virtud del buen gusto y de solo hacerlos sonreír. Nada mejor que comenzar el año con un poco de humor.

Jesús Pérez González-Rubio , Jesús Pérez González-Rubio
10 de enero de 2018

EPIGRAMA

Autor: Leandro Fernández de Moratín

Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho».

LOS ANIMALES SON MADRUGADORES

Autor: Miguel Ramos Carrión

Los animales son madrugadores
(sencilla observación que hace cualquiera).
Gocen ellos del sol la luz primera
y del alba, los pálidos fulgores.

Despiértense los pájaros cantores,
hijos de la florida primavera,
y vayan muy temprano a la pradera
labriegos, y gañanes, y pastores.

El hombre culto, no; siempre a tal hora
dormido ocupe el lecho todavía
disfrutando molicie seductora.

Yo sólo con placer madrugaría
por gozar los encantos de una aurora…
que es Aurora González y García.

LA PULGA

Autor: Lope de Vega

Picó atrevido un átomo viviente
los blancos pechos de Leonor hermosa,
granate en perlas, arador en rosa,
breve lunar del invisible diente.
Ella dos puntas de marfil luciente
con súbita inquietud clavó quejosa,
y torciendo una vida bulliciosa
en un castigo dos venganzas siente.
Al expirar la pulga dijo: "¡Ay triste!
¡Por tan pequeño mal dolor tan fuerte!"
—"¡Oh pulga! (dije yo): dichosa fuiste:
Detén el alma y a Leonor advierte
que me deje picar donde estuviste
y trocaré mi vida con tu muerte".

LOS VIAJES 
Autor: por Juan Eugenio Hartzenbusch

Un pescador, vecino de Bilbao, 
cogió, yo no sé dónde, un bacalao.
-¿Qué vas a hacer conmigo?
(el pez le preguntó con voz llorosa.)
Él respondió: Te llevaré a mi esposa:
ella con pulcritud y ligereza
te cortará del cuerpo la cabeza;
negociaré después con un amigo,
y si me da por ti maravedises,
irás con él a recorrer países.
-¡Sin cabeza! ¡Ay de mí! (gritó el pescado.)
Y replicó el discreto vascongado:
¿Por esa pequeñez te desazonas?
Pues hoy viajan así muchas personas.

EL PEOR, EL ÚLTIMO OLVIDO

Autor: Juan E. Hartzenbusch

Dió Perico Muñoz en olvidar 
Hasta el comer, a veces, el dormir: 
Sólo una vez se le olvidó el vivir, 
Y nunca más lo pudo recordar. 

Constituyente 91

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