RAÚL ÁVILA FORERO

Expertas economistas… a puerta cerrada

Los foros y paneles sobre política pública nacional en temas de crecimiento y desarrollo económico se desarrollan “viento en popa”, de la mano de la búsqueda de acciones de reactivación ante los estragos que va dejando la pandemia de la covid-19.

Raúl Ávila Forero, Raúl Ávila Forero
7 de septiembre de 2020

En este escenario, ya son varios debates económicos en los que las invitaciones a panelistas mujeres brillan por su ausencia, ¿Cómo cambiamos esta dinámica?

Plantear políticas públicas a nivel económico y social de una manera idónea e independiente es uno de los desafíos más grandes en un país como Colombia. En este escenario, Fedesarrollo es uno de los centros de pensamiento más importantes a nivel nacional, altamente influyente en materia de política pública, que se ha tomado este reto desde hace ya cinco décadas, cumpliendo a cabalidad su propósito, y superando con creces las expectativas institucionales.

A finales de agosto, en el marco del aniversario quincuagésimo del centro de investigación, se realizó un panel virtual en conmemoración de esta celebración y el lanzamiento del libro “Fedesarrollo: 50 años de influencia en política pública” que recopiló artículos e investigaciones sobre diversas perspectivas que afectan la política pública hoy día, caracterizados por la independencia y el rigor académico que ha sido el motor en la producción de sus documentos. 

En medio de todo el homenaje, un hecho particular llamó la atención; dentro de la lista de los ocho invitados que sirvieron de panelistas, sólo intervino una mujer, la subdirectora Ximena Cadena. Esto fue resaltado por Sebastián Edwards, uno de los invitados internacionales al evento, quien inició la discusión al resaltar que al momento no ha habido una sola directora ejecutiva en la institución.  Este contexto despertó una ola de menciones a diversas economistas para resaltar la excelente labor de varias colegas, ante su ausencia en esta importante conmemoración. Y este caso no es aislado, otro de los más importantes centros de investigación económica en el país, ANIF, en sus 26 años de constitución, tan sólo ha tenido una mujer presidenta.

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Todo esto derivó en una serie de interesantes discusiones en redes sociales que se potenciaron con el tema de inequidad en la asignación de espacios por género, pero que vienen de tiempo atrás, en las que se pide evitar que se minimice la contribución que han realizado las mujeres en materia económica. Positivamente, un segundo evento desplegado la semana pasada por el mismo Fedesarrollo en el marco de su celebración, destacó el gran aporte femenino y de economistas que han ayudado y potenciado al centro de investigación, mostrando que en este tipo de eventos sí hay pleno y amplio espacio para los aportes con equidad de género y sin distinción.

En Colombia se ha demostrado que, aunque las mujeres cuentan con más años de educación que los hombres, su participación en el debate público/económico es tradicionalmente inferior que la de los hombres. Nuestro rol como economistas debe buscar la disminución en las brechas de género, en lugar de agrandarlas. 

En la última encuesta de la American Economic Association (2019), más del 70% de las economistas encuestadas afirmaron que sentían que su trabajo no era tomado en serio por sus colegas.  ¿De qué sirven tantos estudios e investigaciones que reflejan la situación en cifras y proponen cientos de soluciones, si no tomamos acciones que reduzcan esta desigualdad en nuestra realidad para visibilizar más el aporte de tan talentosas mujeres? Predicar para no aplicar no nos sirve de nada.

Son muchas las personas que han mostrado su inconformidad. De hecho, la historia volvió a repetirse en este mes con el foro del diario El Tiempo sobre reactivación económica, en donde todos los panelistas invitados fueron hombres, un evento “manel”

Así, luego de tan discriminativos espacios de debate, se han abierto iniciativas para aumentar la participación de expertas economistas para promover el empoderamiento femenino desde la economía. Por ejemplo, Mía Uniandes, un grupo de estudiantes de la Universidad de los Andes que trabaja temas de brechas de género, especialmente en ciencias económicas, lanzó a finales del mismo mes la plataforma Econexpertas.org. La idea es consolidar una base de datos que tenga todos los datos de mujeres expertas en varios segmentos de la economía, para poder contactarlas para diversos debates. Así, se evita la excusa de la dificultad del contacto para incluirlas en dichos espacios.

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Así mismo, el grupo EconomistaA_UN  creado por estudiantes y egresados de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional de Colombia, que buscan en crear espacios de reflexión sobre temas y brechas de género en economía, ya ha empezado a ganar espacio en este ejercicio de reflexión.

En el mes de septiembre, también se viene un concurso regional de ensayos de economía bajo el título de: Semana mujer. La economía también es Femenina”, evento patrocinado por la Federación Nacional de Estudiantes de Economía - Fenadeco y varias universidades del país, con temática de empoderamiento de la mujer.

Como lo mencionó recientemente Cecilia López: “Llegó la hora de que la desigualdad entre mujeres y hombres en todas sus dimensiones deje de ser un tema pendiente para tratar que nunca se discute. Este es un problema que requiere análisis y soluciones, y que por consiguiente, debe ser reconocido y aceptado por la academia económica porque el tema de género sí es un tema económico”.

Evidentemente, el machismo se sigue tomando los espacios de debate, en este caso en materia económica. Insisto en que, como economistas, tenemos la tarea de afrontar los fenómenos que entorpecen el progreso socioeconómico, y la brecha de género es uno de ellos. Son muchas las mujeres que hacen esfuerzos monumentales por subsanar la crisis económica del país, pensando en como solucionar los problemas de bienestar y desarrollo, y es un propósito arduo reconocer, abrir y potenciar espacios, para  seguir destacando su arduo trabajo. 

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Toda mi admiración y respeto para mis colegas y compañeras economistas.