Home

Expertos

Artículo

Atlántico: Embalse del Guájaro ha perdido más de 4 mil hectáreas y casi todas sus rondas naturales

Semana
7 de mayo de 2012

DSC02380.JPG


El Embalse del Guájaro es un maravilloso cuerpo de agua que constituye una de las principales riquezas naturales de la zona Centro-Sur del Departamento del Atlántico, pero a pesar de su inmenso potencial se ha convertido en un cementerio de dinero sin mayores beneficios para la comunidad de su área de influencia.
 
Recorrer la zona del Guájaro es deleitar el espíritu en la plenitud de los aromas y ruidos de naturaleza y es visionar un universo de posibilidades que envidiaría cualquier Nación del mundo desarrollado, en donde este tipo de fuentes escasean de manera dramática.
 
El Embalse del Guájaro es el de mayor tamaño en su género en el Atlántico y el segundo más importante de Colombia por su extensión y productividad, lo que sirve para clasificarlo como ecorregión estratégica.
 
Un embalse está representado por volúmenes  de  agua  retenidos  en  un  vaso  topográfico  natural  o  artificial  gracias  a  la realización de obras hidráulicas.
 
Algunas de sus ventajas son el mejoramiento en el suministro de agua a núcleos urbanos  en épocas de sequía, el incremento de las posibilidades y superficie de riegos, el desarrollo de la industria pesquera, el aumento de proyectos de recreación, la existencia de reservas de agua para diferentes usos, la disponibilidad de vías navegables y disminución de  distancias para la movilización de carga y de pasajeros, control de crecientes de los ríos y daños causados por  inundaciones y sostenimiento de condiciones ambientales y paisajísticas.
 
Dentro de sus desventajas se destacan la pérdida de dinamismo en la actividad agroindustrial por inundación de zonas con alto potencial de desarrollo, modificaciones en la ecología de la zona, reubicación de asentamientos humanos siempre complejos y  costosos, inestabilidad en los taludes, probable aumento de la actividad sísmica, especialmente durante el llenado de embalses muy grandes. 
CINCUENTA AÑOS ATRÁS; EL DETERIORO PRESENTE
 
El Embalse del Guájaro surgió como resultado de la unión artificial de las ciénagas Limpia, Ahuyama, Cabildo, Playón de Hacha, La Celosa y el Guájaro.
 
Fue construido por el antiguo Instituto Colombiano para la Reforma Agraria, Incora, entre los años 1964 y 1965. Cuando se construyó e interconectó como Embalse, representaba un espejo de agua de 16 mil hectáreas, como resultado del Proyecto “Atlántico No 3” ejecutado por el antiguo Incora. Su diseño se orientó en un principio al riego de los cultivos ubicados en el triángulo que conformaban el Río Magdalena, el Canal del Dique y la línea imaginaria que une las poblaciones de Repelón y Puerto Giraldo. La cifra de ese espejo de agua se ha reducido hoy  a 12 mil 200 hectáreas.
 
En las últimas décadas ha perdido por lo menos 4 mil hectáreas y la casi totalidad de sus rondas naturales, según lo confirman recientes investigaciones del equipo de especialistas de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, CRA.
 
El Guájaro recoge las aguas que provienen de la zona Centro y Sur del Atlántico, para verterlas posteriormente al Canal del Dique. Está localizado en jurisdicción de los Municipios de Luruaco, Repelón y Manatí (Sur) y Sabanalarga (Centro).
 
Está formado por una presa en tierra de 5.5. Kilómetros de longitud que se extiende desde Punta Polonia hasta El Limón y un Dique de 7.0 km de largo que va desde El Limón hasta la población de Villa Rosa.
 
El Embalse surgió al modificarse una extensión importante del plano inundable de la Cuenca del Río Grande de la Magdalena, mediante la construcción de un terraplén en los cauces de aproximadamente 35 ciénagas que se hallaban intercomunicadas naturalmente por una red de caños, formando también islas y cienaguetas que mantenían un sistema equilibrado y rico en especies biológicas, según recuerdan investigadores que se han adentrado en la historia de la zona.
 
De acuerdo con los registros en poder de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, CRA, el Embalse del Guájaro hasta el año 2004 contaba con un espejo de agua de 16 mil hectáreas, con una capacidad de almacenamiento de 400.000.000 m3 de agua, de los cuales 294 eran el embalse útil. Su longitud norte-sur tenía 22 kilómetros y su anchura máxima alcanzaba los 8 kilómetros.
 
Esta capacidad se ha reducido paulatinamente en cerca de 4 mil hectáreas, fundamentalmente por los malos manejos del embalse que han generado una elevada contaminación.
 
En opinión de los analistas, si no se hubieran utilizado las aguas del embalse para sustentar el Distrito de Riego de la zona, actualmente sería mayor el problema relacionado con la invasión de las áreas perimetrales y el estrangulamiento de su espejo de agua.  
 
FACTORES QUE INCIDEN EN LA DESTRUCCIÓN DEL EMBALSE
 
La autoridad ambiental del Departamento del Atlántico y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, tienen en su poder análisis y diagnósticos que reflejan claramente los factores que inciden en la destrucción del Embalse del Guájaro.  
 
INTERVENCIÓN PARA MITIGAR O CONTRIBUIR AL DETERIORO
 
Entre los años 2000 y 2008 se han invertido en la zona más de 21 mil 195 millones de pesos en tareas de conservación, reforestación y saneamiento ambiental, pero la convicción que hoy se tiene es que gran parte de esos recursos no se ejecutó como debía hacerse, dando al traste con lo que originalmente se aprobaba en Juntas Directivas de la CRA.
 
UNA RECUPERACIÓN QUE SE ESPERA
 
El Gobernador del Atlántico, José Antonio Segebre Berardinelli, expresó su interés por la recuperación del Embalse del Guájaro y advirtió que su administración ejercerá todo el seguimiento y acompañamiento necesario a las tareas que se emprenderán para lograr este propósito.
 
Teniendo en cuenta los antecedentes de Diciembre de 2010 y con el objetivo de cumplir con la política nacional de adaptación de la infraestructura al cambio climático, la conservación y la preservación de ecosistemas, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico - CRA, anuncia que ha iniciado el proyecto que determinará el diseño de las estructuras y sistemas necesarios para garantizar la sostenibilidad del Embalse El Guájaro y la disminución de la vulnerabilidad de la zona ante eventos de precipitación extrema.
 
El proyecto incluye la actualización del manual de operaciones del hidrosistema en el que se encuentra el Embalse del Guájaro, con el fin de reducir los riesgos para poblaciones aledañas al cuerpo de agua, así como un estudio hidrológico que busca caracterizar la cuenca desde el punto de vista climatológico, con evaluación de los fenómenos extremos e inclusión de estos en la operación de la infraestructura de compuertas.
 
Alberto Escolar, director de la CRA, explicó que se desarrollará un estudio hidráulico para establecer el nuevo protocolo de operación de las compuertas del embalse, las cotas de coronas necesarias para los diques perimetrales al embalse y los cambios o adecuaciones que requerirán las compuertas.
 
Para tal fin, la Corporación desarrollará esfuerzos conjuntos con la Universidad del Magdalena, a través del Grupo de Investigación Integrado de Ingeniería Civil (GIIC),  mediante Convenio Interadministrativo, que ya inició desde el mes de abril en curso
 
El nuevo proyecto tiene un componente social grande, en el que las comunidades de los corregimientos de La Peña, Aguada de Pablo y el municipio de Repelón, directamente relacionadas con el manejo de Las Compuertas El Limón y Villa Rosa, ya han sido socializadas sobre sus alcances y participarán durante todas las etapas, en mesas de trabajo, en las que se espera aporten su experiencia para una mejor evolución del proyecto.
 
Se espera que esta nueva mirada al manejo y óptimo aprovechamiento del Embalse del Guájaro se de en los términos requeridos, porque su cabal ejecución se considera indispensable para el desarrollo regional y la preservación del ecosistema.