Polémica por patente del proceso de producción de la panela
Los gremios paneleros del país aseguran que su actividad está en riesgo, pues la solicitud del empresario Jorge Enrique González para patentar un método de producción muy similar al de la panela sigue en firme ante la SIC, pese a haber acordado retirarla
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El nerviosismo hoy domina a la mayoría de paneleros del país, pues a pesar del mensaje de positivismo emitido por el Presidente de Fedepanela Carlos Fernando Mayorga en el que aseguró que Jorge Enrique González Ulloa no vendería su producto PolisukkarTMDry en Colombia, su patente, que busca regular ciertas prácticas industriales muy parecidas al proceso de producción de la panela, hoy sigue en pie en la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
“La patente sigue en proceso, por eso nosotros decidimos seguir con la oposición hasta que Jorge Gonzalez la retire o la SIC diga que no es válida, mientras el proceso siga vivo y la super no lo eche abajo sigue siendo un gran riesgo, la preocupación sigue latente”, afirmó Mayorga tras conocer el anuncio de Jorge González de seguir con su patente.

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La patente interpuesta por Gonzales busca licenciar un método para procesar la caña de azúcar y preservar los policosanoles, es decir, el alcohol presente en la planta, durante la producción de una bebida a base del jugo de caña. Este proceso industrial se asemeja casi que por completo, según Fedepanela, a prácticas que por generaciones han protegido los paneleros de Colombia.
Esto lo reconoce Luis Gerardo Arias, secretario de Agricultura de Boyacá, quien también había anunciado la noticia, pero que hoy lamenta la decisión tomada por González. “Son muchas las familias que se verían perjudicadas con el tema. No está patentando el producto sino el proceso industrial que es lo más grave. Diversas actividades en ese mismo proceso ya las desarrollan los paneleros y hacen parte de la cultura productiva del país. Esperamos que eso sea un fundamento de fondo que eche abajo la patente”, dijo el funcionario.
Esta incertidumbre no solo la tienen las asociaciones productivas como Fedepanela, o la misma secretaría de Agricultura de Boyacá. También la viven los pequeños productores que hoy, aún sin la patente, ya tienen problemas compitiendo con los procesos más industrializados, como cuenta Carlos Andrés Chimbí, productor de Villeta. “Llevamos practicando como paneleros casi toda la vida. Mi abuelo fue panelero, mi papá a sus 78 años sigue siendo panelero. El proceso para nosotros es muy costoso, nunca ha habido una política para estandarizar los precios y son los compradores de panela los que escogen a cuánto comprar”, dice.
Esta situación, cuenta Chimbí, hace que su negocio esté en una lucha constante por mantenerse, pues los sobrecostos de producir la panela a veces le generan pérdidas. “La gente la vende como pueda, nosotros no podemos quedarnos con la panela en la casa y tenemos la obligación de pagarle a nuestros obreros, y eso nos genera pérdidas. Tenemos que vender la panela al precio que diga el cliente. Normalmente vendemos 40 cajas, que es la molienda que hace uno en una semana de trabajo, a 40.000 pesos. Si usted suma todos los costos que tenemos, si le queda a uno 300.000 pesos es mucho”, dice resignado.
La patente, según Dignidad Panelera y Dignidad Campesina, otros grupos que hacen parte de la oposición, pone en riesgo los ingresos de más de 350.000 familias que generan 1.700.000 empleos directos, lo que equivale al 12 por ciento de la población rural económicamente activa.
Adicionalmente, argumentan que la patente iría en contravía a la Ley 40 de 1990 que establece normas para el desarrollo y la producción de la panela y crea garantías para los productores. "De hacerse realidad, contribuiría a la monopolización de la panela en el país y enriquecería al supuesto nuevo 'inventor', ya que al ser el dueño de la patente tendría el derecho de obtener dinero por el uso de su invento por parte de un tercero”, dice la denuncia.
Esto lo teme Carlos Andrés Chimbí. “Con la patente tendríamos que pagar para poder producir un producto que hemos hecho durante toda la vida. ¿Cómo vamos a poder vivir? Producir panela es una cultura que no es del año pasado, tiene más de 100 años, de cuando los trapiches eran con las mulas”, concluyó.
Según el secretario Arias, Jorge Enrique González Ulloa, quien es accionista del ingenio Riopaila-Castilla, había acordado no continuar con la solicitud de la patente. No obstante, la SIC le informó a SEMANA RURAL que, a día de hoy, el proceso sigue vigente.
En un comunidado de prensa la firma Riopaila-Castilla anunció que no es propietaria de la patente del producto Policane a nivel nacional ni internacional, y que tampoco tiene vínculo jurídico y/o comercial con dicha patente. También agregó que "siempre ha reconocido al sector panelero por lo que representa en la economía del país y el dinamismo que genera; tanto el sector azucarero como el panelero, aportan positivamente y de manera relevante a la dinámica socioeconómica de las zonas donde operan".
Con la patente aún en la SIC, la oposición liderada por Fedepanela, Dignidad Panelera, Dignidad Campesina, entre otros grupos, tiene plazo hasta el 22 de octubre para recopilar sus argumentos contra la patente. Con estos esperan frenar algo que, aseguran, pone en jaque a muchas familias de todo el país, pues la caña de azúcar para la producción de panela se cultiva en 240 mil hectáreas, distribuidas en 511 municipios de 29 departamentos.
Mientras tanto, los productores deben esperar y seguir trabajando para cuidar un legado que han construido por generaciones y que parece puede estar en riesgo. “Uno se siente orgulloso de llamarse panelero. Hasta cuando yo me siento a tomar aguapanela uno se siente feliz, porque fue hecha con el sudor de nuestra frente. Eso no nos lo pueden quitar”, concluye Chimbí.
Semana Rural trató en repetidas ocasiones de conocer la versión de Jorge Enrique González Ulloa, pero no obtuvo respuesta.