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La obra se desarrolla con dos actores y dos músicos.

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¿Guerra o paz?: en esta obra, el público tiene el poder de responder esa pregunta

Con una puesta en escena llena de música e improvisación, y un argumento que depende totalmente de lo que digan los espectadores, el grupo Círcula Colectivo presenta ‘En Tierra’, un montaje que cuestiona y reflexiona sobre el conflicto armado y la memoria.

José Vicente Guzmán Mendoza
21 de febrero de 2020

Ninguna función es igual que las anteriores. Cada una es un mundo aparte, una historia diferente que puede tomar caminos insospechados y llegar a una conclusión distinta. El equipo, sin embargo, es el mismo: dos músicos y dos actores. El escenario también: una montaña de ropa regada y desperdigada por ahí. Solo en una esquina hay guitarras, tambores y otros instrumentos para producir sonidos.

La obra gira en torno a lo mismo: el conflicto armado y la memoria. Pero los detalles del argumento, los personajes y el devenir de la historia dependen de las decisiones del público, por lo que hay sorpresas todos los días. El formato, creado por la peruana Piera del Campo y montado en esta ocasión por el grupo Círcula Colectivo, permite que poco a poco la audiencia pierda la timidez y termine muy involucrada con la historia. 

De la mano de Alejandra Chamorro Cuevas y Emmanuel Restrepo Zapata, dos talentosos actores que hacen de la improvisación su arma más potente, aparecen en el escenario esos personajes de la Colombia rural que tanto sufren por culpa del conflicto y de la guerra. Puede ser una campesina que ama correr y quiere llegar a los Juegos Olímpicos, un tendero, una madre preocupada, un soldado, un niño o un estudiante de la ruralidad. 

Los músicos (Betsy Rodríguez Padrón y Daniel Castaño Valencia) también acompañan, contextualizan e improvisan con base a lo que va pasando en el escenario. Además juegan un papel fundamental: representan a la prensa nacional, que en los momentos más crudos o difíciles de la vida de los protagonistas, informan a la audiencia con noticias absurdas, divertidas o indignantes, que nada tienen que ver con lo que pasa en la Colombia real y profunda que pinta la obra.

                             Los dos músicos también improvisan y acompañan la historia.

Así, entre historias moldeadas por sus propias decisiones y un espejo de la realidad que presentan muchos medios de comunicación, los espectadores se van moviendo por un mundo que intuyen que está ahí, pero que no conocen, y van descubriendo el dolor que produce la violencia: el machismo, los desaparecidos, los desplazados, los asesinados y la indiferencia de gran parte de la sociedad. Todo, claro, entre risas, asombro y la infaltable morbosidad de saber que lo que pase con quien está en el escenario depende totalmente de ellos. 

La obra, dirigida por Felipe Correa, cuestiona, pone a reflexionar y deja al público con una incómoda sensación que va siendo cada vez más clara y que los interpela al final: de sus propias decisiones depende que la guerra siga, que la violencia se mantenga o que llegue la paz. Esa última respuesta, sin embargo, no es tan obvia siempre; lo bueno es que cada día puede ser distinta. 

Una obra que por su naturaleza vale la pena repetir y que muestra lo que puede hacer el teatro por el posconflicto (o para generar consciencia sobre el conflicto mismo). Improvisación, actuación, música y un formato muy inteligente puestos al servicio de la memoria. 

ARCADIA habló con Alejandra Chamorro, la productora ejecutiva y actriz protagonista de la obra y esto dijo:

¿Por qué decidieron abordar el conflicto armado desde la improvisación? 

Con Emmanuel Restrepo, el otro productor y además mi mejor amigo, siempre hemos sido conscientes de la situación del país y con el fin de aportar desde el arte un granito de arena elegimos hablar del conflicto. Lo hicimos por medio de la ‘impro‘ porque nos da la posibilidad de contar muchas historias y hablar de las ramas que tiene el mismo tema. Además que, tanto para los músicos como para los actores, es muy inspirador improvisar. Esto pues todo lo que estamos diciendo lo estamos escuchando por primera vez , no hay libreto, y eso nos permite conectarnos con la honestidad desde otro lugar.

¿Por qué involucrar al público en la historia?

Decidimos involucrar el público por dos razones: 1. La tesis del proyecto pretende contestar la siguiente pregunta: ¿La paz está en cada decisión que tomamos? Por eso pensamos que el público debía tener responsabilidad en las decisiones de la historia. 2. como es impro podemos darnos esa licencia, la gente decide y nosotros ejecutamos esa decisión... eso permite que todas las funciones sean únicas y que tal vez el público reflexione sobre cada decisión de su día a día.

 * La obra se presenta actualmente en Casa Ensamble y está en temporada hasta el próximo 7 de marzo: todos los días a las 8 de la noche. Más información, aquí