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La enfermedad de Alzheimer puede ser prevenida con cinco hábitos saludables. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Hábitos

Alzheimer: cómo llevar un estilo de vida saludable para prevenir la enfermedad

El comportamiento del cuerpo puede depender de los hábitos que una persona adopta en su día a día, por lo que llevar un estilo de vida saludable podría ser un importante aporte para la salud.

2 de mayo de 2022

El cuerpo es un conglomerado de sistemas que funcionan conjuntamente, pero para que permanezcan en óptimas condiciones debe ser cuidado. Una de las formas que existen para ayudar al organismo es llevando un estilo de vida saludable en el que predominen acciones como el ejercicio y la alimentación consciente.

Para los expertos en salud, los buenos hábitos de vida pueden mitigar el riesgo de sufrir enfermedades como el alzhéimer, un trastorno cerebral que impacta la mente y disminuye la capacidad de pensar, según la hoja informativa del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.

En la búsqueda de abordar los hábitos de vida, un nuevo estudio publicado en The BMJ, revista de la Asociación Médica Británica, dice que tener un estilo de vida relacionado al mantenimiento de la salud aumenta la esperanza de vida en hombres y mujeres. Desde luego, hay prácticas que no sólo están vinculadas a la mejora del cuerpo, sino también a zonas específicas como el cerebro, por lo que se podría alejar el desarrollo de afecciones progresivas como el alzhéimer.

Foto de referencia sobre el cerebro
El cerebro es uno de los órganos más importantes del cuerpo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Para los investigadores, el hecho de que transcurran los años de vida en una persona no significa que aparezcan enfermedades que comprometen la salud mental. Al contrario, se podría prevenir el alzhéimer.

El grupo de trabajo, conformado por investigadores suizos y estadounidenses, se centró en analizar el estilo de vida saludable en promedio con la cantidad de años que una persona vive con o sin el trastorno cerebral. Para ello, se tuvo en cuenta datos de más de 2.400 sujetos de 65 años o más, la edad promedio era de 76 y, según el Proyecto de Salud y Envejecimiento de Chicago (CHAP), ninguno tenía antecedentes de demencia.

Para determinar la incidencia del estilo de vida, los participantes respondieron cuestionarios sobre dieta y prácticas saludables. En este punto, se desarrolló una intervención basada en la dieta DASH-mediterránea híbrida, la cual reglamenta un consumo rico en cereales integrales, verduras de hoja verde y bayas, y bajo en comidas rápidas, fritos y carnes rojas.

También, había variables como actividades cognitivamente estimulantes en la vejez, actividad física por semana y acciones como fumar y beber alcohol.

Para cada factor determinado por los expertos, los participantes obtuvieron una calificación de un punto si cumplían con los criterios y 0 si no lo hacían. Luego de esto, se sumaba cada puntuación y lo ideal era que las personas alcanzarán los cinco puntos: cada uno por las variables de dieta saludable, actividad física, actividades cognitivas, ejercicio, consumo de cigarrillo y alcohol.

Así las cosas, para llegar a establecer la edad de vida promedio, los investigadores tuvieron en cuenta, el sexo, el origen étnico y la educación de cada persona. Como resultado, quienes obtienen más puntos son más saludables y previenen enfermedades como el alzhéimer. En ese sentido, la esperanza de vida es de 65 años en mujeres y hombres con un estilo de vida saludable de 24,2 y 23,1 años continuos, respectivamente.

Por otro lado, el estudio muestra que para quienes no cumplen con acciones saludables, su esperanza de vida puede disminuir en 21,1 y 17,4 años.

Para las mujeres y los hombres con un estilo de vida más saludable, el 10,8 % (2,6 años) y el 6,1 % (1,4 años) han vivido con alzhéimer, consigna el estudio.

Aunque se trató de abordar la afección de la memoria, los investigadores sostienen que hay limitaciones, ya que es un estudio observacional que no establece la causa exacta. Por otra parte, los cinco estilos de vida fueron autoinformados y la medición puede cambiar, sin embargo, no se descarta la idea de que las cifras aportan a futuros análisis científicos.