Old Woman make exercise why she is protected Alzheimer's disease
El Alzheimer es un tipo de demencia. | Foto: Getty Images

Vida moderna

Alzheimer: tres prácticas que evitan la pérdida de memoria

Esta enfermedad es el tipo de demencia más común.

31 de agosto de 2022

No existen métodos que garanticen que no se tenga Alzheimer. Por eso, los médicos insisten en la importancia de tener una vida sana, la cual contribuye positivamente a esto. “No obstante, existe evidencia sólida de que los hábitos saludables del estilo de vida, como llevar una buena alimentación, hacer ejercicio y no fumar, pueden tener un efecto en la reducción del riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia”, explican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Actividad física

Las investigaciones muestran que los individuos que son físicamente activos son menos propensos a tener un deterioro de la función mental. Asimismo, tienen un menor riesgo de padecer Alzheimer.

La Organización Mundial de la Salud explica que para ejercitarse no es obligatorio acudir a un centro deportivo. “Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos; todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos”.

Alimentación sana

La dieta mediterránea es una opción saludable para alimentarse y mantener un cerebro sano, contribuyendo a la prevención de enfermedades como Alzheimer. Este tipo de alimentación se caracteriza por disminuir los niveles elevados de colesterol y de glucosa en la sangre.

Antes de iniciarla, es recomendable consultar a un médico y a un nutricionista para recibir la asesoría profesional adecuada y obtener un plan de alimentación enfocado en esta dieta, pero teniendo en cuenta las necesidades nutricionales individuales.

De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, la dieta mediterránea puede ayudar a mantener un cerebro sano.

En este tipo de alimentación:

  • Las comidas son a base de vegetales, con pequeñas cantidades de carne de res y carne de pollo.
  • Hay más porciones de granos enteros, frutas, verduras, nueces y legumbres.
  • Alimentos naturales con contenido alto de fibra.
  • Gran consumo de pescado y otros mariscos.
  • El aceite de oliva es la fuente principal de grasa para la preparación de las comidas.
  • Los alimentos son preparados de manera simple, sin agregar salsas o jugos.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) brindan algunas recomendaciones para una dieta saludable:

  • Comer diversos alimentos: es importante aprovechar los nutrientes de diferentes tipos de alimentos como verduras, frutas, cereales integrales, fríjoles, nueces, semillas, carnes magras, mariscos, huevos, leche, yogur y queso.
  • Disminuir el sodio: de acuerdo con los NIH, se debe limitar el consumo de alimentos bajos en minerales y vitaminas.
  • Menos azúcar: consumir alimentos con poca o cero cantidad de azúcar agregada.
  • Comer fibra: los expertos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos recomiendan aumentar gradualmente el consumo de fibra para que el organismo se acostumbre.
  • Grasas insaturadas: se deben reemplazar las grasas saturadas por las insaturadas. Utilizar aceite de oliva o canola y eliminar de la dieta la mantequilla.

Hábitos saludables

Un estilo de vida saludable es importante para mantener un cerebro sano. Mayo Clinic señala algunos consejos para mantenerlo con buena salud:

  • No fumar. En caso de que sea difícil, se puede buscar ayuda profesional.
  • Controlar los factores de riesgo cardiovascular, como lo es la hipertensión y el colesterol elevado.
  • Tener una alimentación balanceada. Para recibir una asesoría profesional adecuada se puede acudir a un nutricionista. Se deben incluir principalmente fuentes proteicas con ácidos grasos omega-3.
  • Ejercitarse regularmente.
  • Mantener un peso saludable.
  • Cuidar la salud mental.
  • Evitar lesiones de la cabeza.
  • Estar pendiente a afecciones relacionadas con la audición, especialmente la pérdida auditiva.
  • Moderar el consumo de alcohol.