CANCER AL ACECHO

Cáncer en el útero, primera causa de mortalidad femenina en Latinoamérica.

8 de noviembre de 1982

El cáncer, esa enfermedad que inevitablemente se asocia con tragedia, cobra más víctimas entre las mujeres que entre los hombres.
Una de cada once mujeres en Suecia, Gran Bretaña y Suiza padece cáncer mamario, por ejemplo. En Colombia, actualmente, el 36% de las mujeres que mueren, mueren a causa del cáncer. Mientras tanto, las cifras de la Organización Mundial de la Salud señalan que el 5% del total de la mortalidad femenina mundial es ocasionada por el cáncer en el cuello del útero, y en América Latina constituye la primera.
La mayor incidencia del cáncer cérvico-uterino se ha detectado en los sectores de clase baja, asentados en las ciudades, y en los que la actividad sexual de la mujer comenzó a edades más tempranas que en zonas rurales.
Difícil sobrevivir
Es justamente el cáncer cérvico-uterino el más difícil de curar; la tasa de supervivencia, a los cinco años de efectuado el diagnóstico, es del 79 por ciento en casos de carcinoma localizado, y sólo del 45 por ciento en casos en que se haya extendido la enfermedad por toda la región pélvica.
Hasta ocho y diez años en estado latente puede estar la enfermedad sin que se detecte y el que sólo sea posible su identificación mediante diagnóstico médico indujo a la OMS a promover una campaña masiva en tal sentido.
Las colombianas más conscientes
Haciendo eco al mandato de la OMS, la Liga Colombiana de la Lucha contra el Cáncer intesifica su ofensiva para ganar cada día mayor número de mujeres conscientes de que el cáncer ronda sus predios.
Es así como en los últimos siete años las campañas preventivas lograron desminuir del 40 al 36 por ciento la incidencia del cáncer en la mortalidad de las colombianas.
En Bogotá, por ejemplo, se efectúan diariamente 200 citologías principalmente a mujeres de escasos recursos económicos que obtienen su examen por $110.oo, mientras una consulta particular implicaría una erogación hasta de $1.000.oo. Otro tanto ocurre en las 22 seccionales.
La certeza de que el cáncer es una enfermedad que ataca primordialmente a las mujeres hace que el voluntariado femenino de la Liga sea uno de los más numerosos del país: 3.000 voluntarias en total. Además, un cuerpo médico y personal de enfermeras y citotécnias --especialistas en exámenes citológicos-- que asciende a 1.500 a nivel nacional.
La citología, científicamente denominada "papanicolau", es la prueba que permite detectar prontamente la existencia de cáncer uterino: y consiste en examinar una pequeña muestra de células del cuello del útero. En los últimos cinco años, en los Estados Unidos el 60% de las mujeres entre los 18 y los 34 años tuvieron acceso a este tipo de exámenes. En Colombia la campaña hace énfasis en que toda mujer mayor de 25 años debe efectuarse el "papanicolau", por lo menos una vez al año.
De todas maneras, la cobertura de esta medicina preventiva en los países subdesarrollados es muy baja. De hecho, los esfuerzos de salud pública ponen énfasis en la medicina curativa y no en el diagnóstico, que es lo que puede conducir, en el caso del cáncer, a una curación.
Para hacerlo usted misma y en casa
Si bien la citología requiere, inevitablemente, que la paciente se ponga en manos de un especialista, el examen para diagnosticar el cáncer mamario lo puede hacer usted misma y en casa.
En el marco de la campaña masiva a nivel mundial, la OMS recomienda los siguientes pasos para el autoexamen:
1) Colocarse frente a un espejo con los brazos extendidos a lado y lado para observar si hay alguna verruga o lunar en los senos.
2) Levantar ambos brazos y girar la cabeza de izquierda a derecha para tener una visión completa de los senos; confrontar las posibles variaciones desde el último autoexamen.
3) Tenderse de espaldas, colocando un cojín debajo del hombro izquierdo lo que facilitará la distensión de los tejidos; colocar la mano izquierda debajo de la cabeza y con la mano derecha examinar el seno izquierdo tratando de detectar alguna dureza o bulto. La misma operación se efectuará con el seno derecho.
4) Bajar el brazo izquierdo y en ésa posición palpar cuidadosamente la zona alrededor de pezón.
5) Por último, revisar ambos senos desde el centro hacia afuera, hasta la zona de las axilas.
Frente a la evidencia de las altas tasas de mortalidad por cáncer en el útero, el más sabio consejero debería ser el refrán popular: "más vale prevenir que tener que lamentar"--