Cada año se comercian ilegalmente en Asia y Africa 100.000 pangolines, una especie más codiciada por los traficantes de animales salvajes, que la prefieren al elefante o rinoceronte, según la ONG WildAid. | Foto: Liu Jin / BBC

MUNDO

Científicos chinos identifican al pangolín como eslabón clave en la transmisión del coronavirus

El pangolín, un pequeño mamífero conocido por sus escamas y amenazado de extinción, podría ser un animal clave en la transmisión al hombre del nuevo coronavirus. Para no estigmatizar la ciudad de Wuhan donde apareció, ni a los ciudadanos chinos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) avanza con prudencia en la búsqueda de un nombre para el nuevo virus.

7 de febrero de 2020

Investigadores de la universidad de Agricultura del sur de China identificaron al pangolín como un posible "huésped intermedio" que facilitó la transmisión del virus, dijo la universidad en un comunicado, sin dar más detalles.

Un animal que alberga el virus sin estar enfermo y puede transmitirlo a otras especies se llama reservorio. En el caso del nuevo coronavirus se trata probablemente del murciélago. Según un estudio reciente, los genomas de este virus y los que circulan en este animal son idénticos en un 96%.

Pero el virus del murciélago no puede fijarse en los humanos receptores y debe sin duda pasar por otra especie para adaptarse al hombre, lo que se llama "huésped intermedio".

Después de haber estudiado 1.000 muestras de animales salvajes, los científicos determinaron que los genomas de las secuencias de virus estudiadas en el pangolín eran en un 99% idénticos a los de los pacientes infectados por el coronavirus de Wuhan.

Este nuevo virus apareció en diciembre en un mercado de la ciudad china de Wuhan, en el centro del país, donde se venden muchos animales, algunos de ellos salvajes.

Vista la naturaleza del nuevo coronavirus, los expertos sospechan que hubo un mamífero que actuó como "huésped intermedio". Durante algún tiempo pensaron en una serpiente, pero después la hipótesis se descartó.

En la epidemia del SRAS, entre 2002 y 2003 en China, también causada por un coronavirus, el huésped fue la civeta, un pequeño mamífero cuya carne es muy apreciada en China.

China anunció a finales de enero y con el fin de contener la epidemia, una prohibición temporal del comercio de animales salvajes. Durante un tiempo aún indeterminado estarán prohibidos la cría, transporte y venta de todas las especies salvajes.

Cada año se comercian ilegalmente en Asia y Africa 100.000 pangolines, una especie más codiciada por los traficantes de animales salvajes, que la prefieren al elefante o rinoceronte, según la ONG WildAid.

Su carne es muy apreciada por los sibaritas chinos y vietnamitas y sus escamas, huesos y órganos usados en la medicina tradicional asiática.

En 2016, la Convención internacional sobre el comercio de especies salvajes amenazadas de extinción introdujo el pangolín en una lista que prohíbe su comercialización, pero según las ONGs, pese a esta medida, el tráfico ilegal de esta especie ha seguido aumentando.

Por otro lado, para no estigmatizar la ciudad de Wuhan donde apareció, ni a los ciudadanos chinos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) avanza con prudencia en la búsqueda de un nombre para el nuevo virus. 

El nombre provisional de la agencia especializada de la ONU para el virus al que responsabiliza de una emergencia sanitaria internacional es "2019-nCoV".

Un nombre que combina su año de identificación y "nCoV" por "nuevo coronavirus", la familia del virus a la que pertenece.

"Pensamos que era muy importante encontrarle un nombre provisional para que no se asociara ningún lugar con su denominación", recalcó este viernes Maria Van Kerkhove, al frente de la unidad de enfermedades emergentes de la OMS en Ginebra. 

"Estoy segura de que todos ustedes han visto muchas noticias de prensa que se refieren a él mencionando a Wuhan o a China, y queríamos asegurarnos de que no hubiera estigma", agregó, durante una reunión del comité ejecutivo de la organización.