| Foto: Archivo SEMANA

MEDIO AMBIENTE

Colombia propone fijarse Objetivos de Desarrollo Sostenible

En el Día del Medio Ambiente, SEMANA le cuenta de qué se trata la propuesta que el país va a llevar a la Cumbre de Río+20 y por qué lograrla es fundamental para todo el planeta.

Cristina Castro, periodista de SEMANA
5 de junio de 2012

Este mes en Brasil se celebra la cumbre más importante del mundo sobre desarrollo sostenible: Río+20. Se trata de la reunión de más alto nivel en esta materia y ocurre solamente cada 20 años. En esta los principales líderes políticos intentan darle solución a un problema muy conocido pero que aún no tiene solución: que al ritmo en qué vivimos hoy, sencillamente en unos años los recursos del planeta no van a alcanzar.

En esta Cumbre el país ha querido jugar un rol de liderazgo. "La propuesta más importante de la Cumbre de Río es Colombiana", señala el ministro de Medio Ambiente, Frank Pearl. Se refiere a la iniciativa que ha tenido el país de proponer que en Río se adopten unos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una idea similar a los Objetivos de desarrollo del Milenio que fueron concertados por la comunidad internacional en el año 2000.

Desde hace 17 meses, el país ha adelantado una campaña diplomática para que en junio salgan de Río los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La propuesta ya ha sido socializada en múltiples escenarios. En noviembre pasado, por ejemplo, 40 países vinieron a Colombia a conocerla, mientras en Quito fue presentada en el Foro de Ministros de América Latina y en una de las rondas de negociación que se celebraron en Nueva York, asistieron 63 países a la mesa que propuso Colombia.

"El desarrollo sostenible no es un concepto esotérico que se refiera únicamente a cuidar un delfín o un páramo. Tiene que ver con todos los aspectos económicos, sociales y ambientales del mundo de hoy", afirma Paula Caballero, directora de Asuntos Económicos, Sociales y Ambientales de la Cancillería y quien ha sido la líder de esta propuesta.

Pero aun si en Río los países se suman a la propuesta de Colombia, esta tarea puede ser larga y compleja. A pesar de que ya existe un semiacuerdo sobre cuáles serían los temas que estarían en estos objetivos del desarrollo sostenible, lo difícil es lograr construir los indicadores y firmar los compromisos y metas de los países. Para las Metas del Milenio, este proceso duró 10 años.

Por el momento hay siete temas que están sobre el tapete. Lo que se espera no es lograr metas concretas en cada uno de ellos sino que exista un acuerdo internacional que reconozca que son importantes y qué el mundo debe apuntarle a trabajar en esta dirección. Estos son los principales retos globales a los que pretende darle respuesta Río+20:

1. Pobreza: batalla sin fin.

Erradicar la pobreza extrema y el hambre es una de las principales metas de la humanidad. En la actualidad, más de 1.000 millones de seres humanos viven con menos de un dólar al día y 2.800 millones de personas viven con menos de dos. La tarea no solo es contra la pobreza, sino contra la inequidad. El 20 por ciento de la población mundial goza del 90 por ciento de las riquezas.

2. . Seguridad alimentaria: No hay comida para tanta gente

Cada vez que se habla de desarrollo sostenible se suele citar que, para 2050, se necesitarán dos planetas para poder sostener el crecimiento de la población. Esa no es una exageración. Se espera que para ese año habiten el planeta Tierra 9.000 millones de personas (hoy son 7.000 millones). En la actualidad, la agricultura es el sector en el que se emplea la mayor parte de las personas: más del 40 por ciento de la población mundial. Y son los pequeños agricultores los que garantizan la alimentación de más del 80 por ciento del mundo en desarrollo.

3. Agua: unos por mucha y otros por muy poca

Ahora cuando el invierno ha causado graves estragos en muchos países, entre ellos Colombia, se ha hecho evidente la necesidad de aprender a vivir con el agua. Según Naciones Unidas, las inundaciones produjeron el 15 por ciento de las muertes relacionadas con desastres naturales. Hoy ya es una realidad que un buen manejo del agua no es un tema solo de medio ambiente, sino que está relacionado con los principales aspectos del desarrollo. En el mundo, 2,6 billones de personas no tienen acceso a los servicios sanitarios básicos y casi 5.000 niños mueren diariamente de enfermedades relacionadas con estas carencias. Por otro lado, hablar hoy de agua es sinónimo de hablar de comida y de energía. Más del 70 por ciento del agua potable del mundo se utiliza para la agricultura y las hidroeléctricas constituyen una de las esperanzas para solucionar la crisis energética del futuro.

4. Energía: hay que cambiar el modelo

Garantizar que la humanidad tenga acceso a fuentes de energía es quizás uno de los retos más grandes del mundo moderno. En especial, porque la dependencia del carbono es uno de los elementos que más influye negativamente en el cambio climático. Se cree que ella aporta el 60 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales. La falta de acceso, además, es uno de los principales indicadores de inequidad en el planeta. Hoy, una de cada cinco personas carece de energía en su hogar y casi tres billones de habitantes todavía tienen que usar madera, carbón o residuos orgánicos para cocinar sus alimentos.

5. Ciudades: el nuevo hogar

Casi que no hay un documento sobre desarrollo sostenible que no les apueste a las ciudades. Según el Banco Mundial, en 2050 el mundo tendrá 9.000 millones de habitantes. Y, de estos, las dos terceras partes vivirán en centros urbanos: la misma cantidad que corresponde a la población mundial de hoy. El 95 por ciento de esa expansión tendrá lugar en el mundo en desarrollo. Pero muchas capitales no están preparadas para tener esa cantidad de personas. Los acuerdos internacionales tienen metas en materia de infraestructura, vivienda, salud pública, manejo de basuras y reciclaje, acueductos y alcantarillado y energía.

6. Océanos: SOS

Tres cuartas partes de la superficie del planeta están compuestas de mares y océanos. Allí está contenido el 97 por ciento del agua del mundo. Su importancia ecológica, social y económica es enorme. Cerca de tres billones de personas en el mundo tienen su sustento diario en ellos, al tiempo que 200 millones de personas viven de la pesca y se calcula que en los océanos se produce el 5 por ciento del PIB global. En materia de biodiversidad, su riqueza es indiscutible: se han identificado 200.000 especies. Y si no fuera por ellos, el impacto del cambio climático habría hecho mucha más mella: absorben el 30 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono. Hoy, más del 40 por ciento de los océanos están en peligro. La contaminación, la pesca indiscriminada y el calentamiento global los tienen en jaque.

7. Trabajos sí, pero verdes

El empleo es un eje transformador. Cuando se consigue, por lo general, se solucionan diferentes problemas. Y cuando se pierde, se generan otros tantos. Actualmente hay 190 millones de personas desempleadas y se cree que habrá 500 millones en los próximos 10 años. El reto mundial es crear empleos, pero no de cualquier tipo. Ahora se suele hablar de los ‘trabajos verdes’, es decir, aquellos que le apuestan a la conservación del planeta. Por ejemplo, se calcula que 2,3 millones de estos nuevos puestos fueron creados en el sector de la energía renovable.