¿Cómo se manifiesta un cáncer de riñón?; estas son señales a las que se debe prestar atención

Los riñones son dos órganos de vital importancia para el organismo, pues se encargan de filtrar y mantener la sangre libre de productos de desecho provenientes de los alimentos, de eliminar el ácido que producen las células del cuerpo y de mantener un equilibrio saludable de agua, sales y minerales tales como sodio, calcio, fósforo y potasio en la sangre.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que dentro de cada riñón hay un millón de estructuras pequeñas llamadas nefrones, los cuales filtran los desechos y el exceso de agua de la sangre, que es lo que se convierte en orina.

Estos órganos están expuestos a muchas enfermedades y una de ellas es el cáncer. El instituto Mayo Clinic indica que en los adultos, el carcinoma de células renales es el tipo más común de cáncer en esta parte del cuerpo; mientras que los niños son más propensos a desarrollar uno llamado “tumor de Wilms”.

Como sucede cuando se presenta en otras partes del organismo, esta enfermedad en sus fases iniciales en los riñones no presenta síntomas, pero a medida que avanza es posible que se manifiesten algunos signos a los que se debe prestar mucha atención y consultar con el especialista. Se trata de los siguientes:

• Sangre en la orina, la cual puede verse de color rosa, rojo o cola.
• Dolor en la espalda o en el costado que no desaparece.
• Pérdida del apetito.

• Pérdida de peso sin causa aparente
• Cansancio.
• Fiebre
• Una masa o bulto en el costado o la espalda
• Hinchazón de los tobillos y las piernas

No es clara la razón por la cual se desarrolla este padecimiento, pero sí hay unos factores de riesgo que hacen que las personas sean más susceptibles de padecer la enfermedad, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer.

• Consumo de cigarrillos.
• Uso inapropiado y durante mucho tiempo de ciertos medicamentos, incluso los medicamentos para el dolor que son de venta libre.
• Sobrepeso.
• Presión arterial alta.
• Antecedentes familiares de cáncer de células renales.
• Ciertas afecciones genéticas, como la enfermedad de von Hippel-Lindau o el carcinoma hereditario de células renales papilares.
• La edad.
• Tratamiento para la insuficiencia renal.

¿Como prevenir esta afección?

Tomar medidas para mejorar diversas condiciones de salud puede ayudar a reducir el riesgo de tener cáncer de riñón. Para ello, los expertos aconsejan lo siguiente:

• Dejar de fumar. Si la persona fuma, lo recomendable es que deje de hacerlo. Existen muchas opciones para dejar de fumar, incluidos programas de apoyo, medicamentos y productos de reemplazo de la nicotina.

• Mantener un peso saludable. Es determinante trabajar para mantener un peso saludable. Si la persona tiene sobrepeso o es obesa, debe reducir la cantidad de calorías que consume por día e intentar estar físicamente activa la mayoría de los días de la semana.
• Controlar la presión arterial alta. Las medidas relacionadas con un estilo de vida saludable, como hacer ejercicio, bajar de peso y realizar cambios en la dieta, pueden ayudar en el control de la presión arterial. Es posible que algunas personas tengan que recurrir a los medicamentos para reducirla y por ello se debe hacer seguimiento y consultar al médico.

¿Cómo cuidar los riñones?

Los especialistas aseguran que para mantener sanos los riñones lo primero que se debe hacer es controlar las enfermedades que tienen incidencia directa sobre estos como la diabetes y la presión arterial alta y para ello es importante consumir alimentos saludables como frutas frescas, vegetales frescos o congelados, granos enteros y derivados lácteos semidescremados o descremados. Es clave disminuir la sal y la ingesta de alimentos con azúcar añadido.

Otro hábito determinante para mantener estos órganos en buen estado es la actividad física, la cual debe ser de al menos 30 minutos al día y dormir suficiente. Lo ideal es hacerlo de siete a ocho horas cada noche. Si una persona fuma, debe dejar de hacerlo y limitar la ingesta de alcohol, pues esto puede aumentar la presión arterial y añadir calorías, que llevan a ganar peso.

Referencias:

Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos

Mayo Clinic

Instituto Nacional del Cáncer