Es conveniente definir pronto las metas, las expectativas, el estilo de vida y la forma de resolver los conflictos.

RELACIONES DE PAREJA

Dinero y amor: entre conflictos matrimoniales

El manejo de la plata es la causa más común de discusiones entre casados, al punto que puede llevar al divorcio. Un nuevo libro plantea las preguntas que se deben discutir de antemano para evitarlo.

31 de mayo de 2014

En materia de finanzas hay dos tipos de personas: los ahorradores y los derrochadores. Por lo general, dicen los psicólogos, los dos tienden a casarse y es de esperarse que los conflictos por dinero se encuentren entre los primeros puestos en la lista de razones de divorcio.

Eso le pasó a Adriana, una abogada de 34 años, con Juan, un arquitecto de 37. El conflicto surgió cuando se demoraron en pagar la cuota de la casa que compraron al casarse. Aunque acordaron asumir la mensualidad por partes iguales, él no cumplió y estuvieron a punto de perderla porque a ella no le alcanzaba para la cuota. “Cuando lo conocí no pensé que fuera tan desordenado con el dinero”, afirma Adriana, quien está en proceso de divorcio. “El manejo de la plata se convirtió en un motivo de disputas permanente que minó la relación”.

Un nuevo libro titulado The New Love Deal: Everything You Must Know Before Marrying, Moving In, or Moving On!, trae una serie de temáticas que la pareja debe poner sobre la mesa antes de subir al altar o de iniciar una convivencia. Sus autoras, las abogadas de familia Gemma Allen y Michel Lowrance, y la experta en finanzas Terry Savage, escribieron este texto basándose en su experiencia con sus parejas y como profesionales. Según Savage, las estadísticas muestran que cerca del 50 por ciento de los matrimonios no duran mucho tiempo. Además, es difícil cambiar la personalidad financiera de los adultos. En ese contexto hablar del dinero a calzón quitao y establecer reglas y compromisos es muy importante. “Vivimos en una sociedad más liberal, la mayoría de las parejas trabaja por igual y tiene mayores obligaciones, y esto hace más complicado el manejo de las finanzas”, señaló la autora a SEMANA.

Los novios gastan mucho tiempo en planear la boda pero muy poco en proyectar su matrimonio, señalan las autoras. También hablan de sexo con desparpajo pero a la hora del dinero son pudorosos porque aún existe el mito de que es mejor no mezclar el dinero y el amor para no sonar demasiado interesado en lo material. Y eso es un error tan grave como cuando alguien presenta un examen sin estudiar: “Es más alta la probabilidad de que lo pierda”, dice Allen. Las autoras sostienen que hay que dejar a un lado ese tabú, porque es un aspecto clave en la relación, tanto como la sexualidad.

Según los psicólogos, el manejo del dinero tiene un valor emocional que en la práctica se asocia al poder. Es frecuente que cuando uno tiene un sueldo más alto que el otro, use esa ventaja monetaria como herramienta de poder a la hora de tomar decisiones. Lo mismo puede suceder cuando un miembro de la pareja se queda en la casa con los hijos, sin sueldo, mientras el otro trabaja. Es conveniente discutir de antemano cómo se manejará la plata en ese esquema y cuánto del suelo del otro podrá disfrutar el que se queda en casa.

Por eso, durante el noviazgo cada miembro de la pareja debe conocer el estado financiero del otro, saber cuánto ganan, qué deudas tienen, qué ahorros han hecho, pues según la psicóloga de pareja Nancy Martínez, las dificultades surgen en esa etapa pero no son visibles porque ambos están en pleno idilio. Con el paso de los años, sin embargo, los conflictos por el tema pueden volverse recurrentes y acabar con la relación. “Es una locura pelear por dinero cuando la relación se ha acabado. Ese tema debe solucionarse desde el principio”, dice Savage.

Otro paso importante es decidir cómo van a manejar sus ingresos. Aunque algunas parejas prefieren tener cuentas separadas, muchos asesores financieros recomiendan crear una conjunta donde cada uno deposite una suma acorde con sus ingresos. Aunque lo más común es que haya acuerdos verbales, es preferible ponerlos en papel para evitar que alguno los incumpla. Divulgar el ingreso y no ocultar información o tener cuentas secretas, algo que se conoce como infidelidad monetaria, es tan grave como una infidelidad afectiva. Las parejas temen mucho que esto ocurra porque es una traición a la confianza, lo que algunos consideran lo más importante. Nadie quiere descubrir que de buena fe gastó dinero en los muebles, las ollas y los uniformes de los niños mientras el otro ahorraba en secreto para sus propias inversiones. En esos momentos “pueden surgir preguntas como ¿a qué estamos jugando entonces?, ¿si estamos en el mismo equipo?”, dice la psicóloga María Elena López.

Las capitulaciones, una herramienta legal para especificar qué bienes aporta o excluye cada novio a la sociedad conyugal, es otra de las opciones de las parejas. De hecho, ha adquirido mayor popularidad en los últimos años porque las personas ya no se casan tan jóvenes y tienen algún patrimonio por proteger, o también porque contraen segundas nupcias y tienen hijos y deben evitar dificultades entre las antiguas uniones y las nuevas. La pareja también debe quitarse la idea de que plantear las capitulaciones es un acto de desconfianza. “La idea es no pensar que los acuerdos prenupciales van a ser útiles cuando las cosas vayan mal sino para evitar que haya disputas”, dijo Savage a SEMANA.

De esta planeación depende en gran medida que la relación sea exitosa y duradera. “Hablar de estos temas no es un signo de egoísmo sino de confianza. Discutir, negociar y encontrar soluciones es la esencia del compromiso y los verdaderos votos de amor”, concluye la autora.

Para evitar disputas
Estos son los temas que se deben poner sobre la mesa antes de la convivencia.

1 Hablen sin tapujos

La charla sobre dinero es crucial y la mejor forma de empezarla, según Terry Savage, es al calor de unas copas de vino. La experta recomienda hacer un inventario de los bienes y las deudas, así como de las obligaciones con hijos o matrimonios anteriores, si los hay. Vale la pena hacerlo porque los estudios señalan que los reportes de créditos luego del matrimonio son una razón de pelea en una de cada cinco parejas.

2 Creen un método de manejo

Es necesario establecer cómo será el manejo del dinero. La recomendación general es crear una cuenta conjunta en la que haya fondos fijos que provengan de los ingresos de cada uno y que sean establecidos en proporción a lo que cada cual gana. De allí pueden pagar los gastos mensuales de la casa.

3 Establezcan metas conjuntas

Es importante conocer las expectativas, prioridades y metas económicas de cada uno. Esto permitirá definir los proyectos personales y los conjuntos, como comprar una casa o un carro, y hacer presupuestos de acuerdo a esto.

4 Ahorren para la vejez

Dentro del plan de finanzas, para el cual pueden pedir asesoría de un experto, es fundamental establecer un rubro para el ahorro. De esa forma lograrán proyectos a largo plazo y asegurarán un colchón económico a la hora de jubilarse.

5 Consideren las capitulaciones

Aunque crean que esta opción es para personas adineradas o que ya han estado casadas es una excelente forma de manejar las finanzas. Desde el principio quedará claro qué bienes individuales entrarán o no a formar parte de la sociedad conyugal, lo cual “evitará que haya conflictos en la economía matrimonial”, afirma el abogado Antonio José Gómez Rincón, de la firma Rincón-Gómez Abogados.