El plan maestro de Jeff Bezos: sacar a la humanidad de la Tierra. | Foto: Blue origin

VIDA MODERNA

En video | Así fue la exitosa prueba del cohete para vuelos turísticos de Jeff Bezos

La cápsula New Shepard fue propulsada hasta la frontera del espacio por un pequeño cohete reutilizable que retornó y aterrizó en vertical. Su vuelo fue el séptimo consecutivo.

14 de octubre de 2020

La compañía espacial estadounidense Blue Origin, fundada por el jefe de Amazon, Jeff Bezos, concluyó este martes con éxito un nuevo vuelo de prueba de su pequeño cohete de turismo espacial, aunque aún no hay fecha prevista para el primer vuelo con pasajeros.

La cápsula New Shepard fue propulsada hasta la frontera del espacio por un pequeño cohete reutilizable que retornó y aterrizó en vertical, y cuyo vuelo fue el séptimo consecutivo.

La cápsula, en la que podrán viajar un día hasta seis pasajeros, alcanzó una altitud de 107 kilómetros, según los datos preliminares.

Luego, volvió a posarse en medio de una nube de polvo en el desierto del oeste de Texas, frenada gracias a paracaídas. El tiempo total de vuelo fue de 10 minutos y 15 segundos.

Blue Origin dio a conocer previamente el interior de la nave: seis asientos, espaldares horizontales, ventanales muy grandes y una iluminación cuidada, equipada con múltiples cámaras para inmortalizar los pocos minutos en que los “turistas” flotarán en la cabina para admirar la curvatura de la Tierra.

Este verano boreal, el competidor Virgin Galactic también mostró el interior de su propia nave, que se supone algún día llevará igualmente pasajeros particulares unos minutos hasta la frontera del espacio.

Pero ninguna de las compañías ha anunciado el inicio de los vuelos comerciales, que son esperados desde hace años.

Mientras transcurre esa espera, Blue Origin ofrece a los clientes un banco de pruebas para equipos espaciales. El martes, el cohete se utilizó para probar dispositivos que desarrolla la NASA para ayudar a los futuros astronautas a aterrizar en la Luna.

16.000 millones de dólares

La NASA aseguró a finales de septiembre que mantiene en su hoja de ruta el regreso de los astronautas estadounidenses a la Luna en 2024, publicando un estimado de financiación de unos 28.000 millones de dólares para los próximos cinco años, que incluyen 16.000 millones para el alunizaje.

El presupuesto será votado por el Congreso que se renovará en las elecciones del 3 de noviembre. Para el presidente Donald Trump la misión lunar es una prioridad.

Si el Congreso vota los primeros 3.200 millones de dólares para el alunizaje hacia la Navidad, “todavía estaremos en la carrera para un alunizaje en 2024”, dijo el jefe de la NASA, Jim Bridenstine, en una conferencia de prensa brindada tras publicar la actualización del programa de retorno a la Luna, Artemis.

Pero como suele decir Bridenstine, la NASA sabe cómo gestionar los riesgos técnicos, pero los “riesgos políticos” suelen ser los más peligrosos para la agencia espacial, a priori a una elección presidencial.

A modo de ejemplo, Barack Obama canceló el programa de exploración de la Constelación de Marte después de haberse gastado miles de millones de dólares bajo la estela de su predecesor.

El objetivo sigue siendo aterrizar en el polo sur de la Luna, confirmó Bridenstine.

Tres proyectos compiten por ser el vehículo de alunizaje en que dos astronautas, incluida una mujer, descenderán de su nave espacial Orion a la superficie de la Luna. Una primera selección será anunciada en 2021, según la NASA, que elegirá entre la propuesta desarrollada por Blue Origin, fundada por el jefe de Amazon, Jeff Bezos, y otros dos proyectos desarrollados por SpaceX, fundado por Elon Musk.

Artemis 1, previsto para noviembre de 2021, tendrá su misión sin astronautas a bordo. Artemis 2, en 2023, enviará astronautas alrededor de la Luna, pero no aterrizarán, y finalmente Artemis 3 será el equivalente al Apolo 11 en 1969, concretando el alunizaje.

Con información de AFP